Kassandria. La Ciudad Perdida

Cap. 63 Decisiones

 

Después que Cassandrea casi se había deshidratado de tanto llorar, algo que Jason permitió a pesar de lo inmanejable que le resultaban las lágrimas de sus mujeres, pero en beneficio de Sandy y para que con ello se desahogara, se les permitió pasar a los demás chicos que morían por ver, abrazar y hablar con Cassandrea ahora que había recuperado casi por completo sus recuerdos. Con Cassander no hubo necesidad de muchas palabras, aunque tal vez con posterioridad y a solas, los gemelos hablasen más. Con Aydan sí que Sandy se llevó dos sorpresas, la primera que su hermano menor a quien no veía desde hacía cinco años, ciertamente ya no era el adolescente que recordaba, sino un hermoso hombre de 21 años, aunque seguía conservando la mirada tierna de siempre; y la segunda, que venía de la mano de Vittoria, así que fue sucintamente informada de la reciente formalización de la relación, por lo que se sintió verdaderamente contenta, pero a partir de allí fueron sorpresas tras sorpresas, de las cuales unas le causaron mayor o menor asombro.

A Justin le fue de fiesta cuando la gemela fue informada de la relación entre él y Lorena. Se asombró muchísimo al enterarse de la boda de Stefano y Ameliè; fastidió hasta el cansancio a Lisandro y a Loriana, pero mientras su prima reía con malignidad, el pobre chico estaba del color de las ciruelas. Le expresó sus burlonas condolencias a Virgine cuando J.L. le dijo que la chica era su novia; felicitó a Jonathan y a Fabiana y se rió muchísimo de la indignación de Alba con Jordan que tuvo la pésima idea de decirle que la menor de sus primas sería su esposa. Se burló de forma inmisericorde de Albus que, a pesar de estar muy contento de tenerla de vuelta, tenía el sincero deseo de sacudirla mientras que Daviana se reía en forma desvergonzada. Y como Cassandrea seguía siendo ella, los sorprendió, o al menos a los mayores, cuando miró a Cristian y elevó una ceja.

  • ¿Qué?  --  preguntó el menor de los Stone
  • ¿Aun no te has decidido?  --  preguntó ella a su vez
  • ¿De qué hablas?
  • Vamos hombre, si demoras mucho, algún otro infeliz se quedará con tu July

Cristian abrió y cerró la boca varias veces y para peor sus padres y sus tíos lo miraban con diversos niveles de asombro e incredulidad, pues Cristian era el menos notorio de los Stone, y aunque no dejaba de participar en las diabluras, lo más frecuente era encontrarlo con la nariz metida en los libros, de manera que asociarlo de cualquier manera a una positiva catástrofe como Juliette, era poco menos que inconcebible, lo que demostraba en opinión de individuos como Altair, lo extraordinariamente necios que podían ser los progenitores en algunas áreas, porque Cristian se había pasado la vida tras Juliette por una razón u otra y era el principal responsable de que la chica recordase desde comer hasta la fecha de los cumpleaños de sus parientes.

Juliette por su parte, cuya principal característica era la distracción, seguida de cerca por la indiscreción y la desvergüenza, para enorme consternación de la pobre Victorie que siempre había sido silenciosa y comedida, y culpaba de la caótica personalidad de su hija al incordio de Terry y a sus descocados hermanos, en aquel momento miraba a Cristian con los ojos muy abiertos, pero la estupefacción le duró más bien poco y caminó hacia el chico.

  • ¿Eso significa que quieres que sea tu novia, o solo quieres llevarme a la cama como a…?
  • ¡Juliette Francine!  --  exclamó Fleur, porque Victorie estaba más allá de las palabras
  • Grand-mère debo asegurarme, porque este tipo es muy lindo y todo el asunto, pero es igual que cualquiera de los otros en materia de chicas
  • No es cierto, July  --  intervino Monique que era incondicional a Cristian  --  Cris no es…
  • Cierra la boca, Monique, tú dirás que es tan inocente como un bebé, pero sabemos que no es así ¿o es que tengo que recordarte a…?
  • Ya basta July, déjalo en paz  --  intervino Sebastièn

Los Stone miraban a su hijo con el mayor de los asombros mientras que el pobre Cristian, que al parecer no era tan digno de conmiseración como habían creído, en ese momento lo que quería era que se lo tragase la tierra, pero Juliette no era de la clase susceptible a quedarse sin respuestas, aunque demorase en recordar qué había preguntado.

  • ¿Dónde estábamos?  -- preguntó y como Cristian estaba muy lejos de ir a recordárselo, ella juntó las cejas  --  ¿Cris, qué sucede contigo? Se supone que debes recordarme las cosas

La mitad de los presentes estaba riendo y la otra mitad estaba dividida entre la sorpresa y la consternación.

  • Creo que era algo así como que… ¿para qué te quería?  --  aportó el maligno Altair
  • ¡Eugene!  --  exclamó Geraldine
  • Ah sí  --  dijo Juliette y miró de nuevo a Cristian  --  ¿Entonces como para qué será?
  • July…
  • ¿Sí…?
  • Es que…
  • Mmmm, te incomoda hablar delante de nuestros padres ¿no?

Y dicho esto lo sujetó por una mano y lo sacó de la habitación abriéndose paso sin mucha ceremonia. Terry, James y Rowena estaban riendo en forma descarada y Victorie quería golpearlos a los tres, pero una vez pasada la conmoción, Cassandrea enfiló sus baterías hacia J.B.

  • ¿Y tú y Erika para cuándo? ¿O ya sucedió y nadie me lo dijo?
  • ¡¿Tú también?!  --  preguntaron curiosamente ambos chicos y luego J.B. agregó  --  Prima, el hecho de que más de la mitad de nuestros parientes hayan perdido el juicio, no significa que yo esté en la misma situación
  • Ah sí, eso es seguro  --  dijo Sandy en tono irónico  --  no se puede perder lo que nunca se ha tenido, pero eso no contesta mi pregunta




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