Kecia Y El Dragón Blanco

2. PRIMER DÍA DE ESCUELA

Kecia se levantó con ojeras, se ducho y debido a que no tenía ropa de salir se colocó el uniforme del orfanato un vestido negro de tiras y debajo una camisa manga larga con cuello blanca , con unas mallas blancas y unos zapatos negros y se peinó con una coleta suelta, al dueño del orfanato se le ocurrió que las niñas se verían tiernas vestidas como muñecas para atraer a las personas que buscaban tener una hija, kecia detestaba ese uniforme, le parecía que se veía ridícula, la poca ropa de salir que tenía estaba todavía en la lavandería, la ropa normal que tenía era ropa que le habían obsequiado las supervisoras.

-Como lo sentimos Kc (keici).- Alice y las supervisoras le decían de esa forma de cariño.

-Debimos entregarte la ropa de una vez, y comprarte más, que tontas somos, se nos olvidó por completo.- dijo Marie, la otra supervisora, tenía 40 años y Alice tenía 34.

-No se preocupen, ustedes no tienen por qué gastar su dinero en mí.

-Claro que sí! Eres como nuestra hermana-hija, eres de nuestra familia, grábatelo bien.- Dijo Alice abrazándola.

-No saben cómo las quiero.-Dijo Kecia.- Muchas gracias.

-Ahora vete, vas a llegar tarde.-Dijo Alice.

-Ten cuidado, no le preste atención a cualquier persona que se te acerque en el bosque, entiendes?.- Dijo Marie. Kecia tenía que cruzar todos los días el bosque pues la escuela quedaba al otro lado de este, jamás le había dado miedo, parecía que se asustaban más sus supervisoras que ella, sin embargo apreciaba su preocupación eso quería decir que era importante para ellas.

-Entiendo, Adiós las quiero.- dijo saliendo de la habitación mientras iba bajando por las escaleras se iba despidiendo de las niñas.- Adiós chicas.- las niñas la abrazaban.- Adiós keici. –decían todas en coro.

Y cuando abrió la puerta del orfanato suspiro, pues sabía bien que el camino era largo, duraría media hora caminando sola por el bosque, luego tendría que caminar 10 minutos para llegar a su preparatoria, por ello siempre se levantaba aún más temprano, cuando el sol todavía no había salido, cuando todo estaba frio y con algo de neblina.

Entro en el bosque, siempre sosteniendo su bolso cruzado, solo para sentirse acompañada, era algo estúpido pensaba. Se sabía el bosque de memoria, primero pasaba por la densidad del bosque, arboles gigantes y llenos de hojas que no dejaban ver bien el cielo, luego pasaba por los pinos gigantes y luego escuchaba el sonido de la cascada alta que daba a un lago, le decían el lago de la muerte, porque al parecer todos le temían, ningún animal pasaba por allí, ni siquiera habían peces, o algún animal marino, los pájaros no se acercaban a él, siempre que pasaban por allí volaban más alto, mucho más alto, por ello ninguna persona lo visitaba, aunque habían hecho investigaciones en el nunca encontraban nada malo en él, dijeron que era seguro ir sin embargo las personas decían que si los animales no se acercaban a aquel lago era mejor no ir. Kecia no le temía a aquel lago, era misterioso y aunque ella no creía en nada fuera de lo normal, le encantaba pasar rato allí, solo escuchando la cascada caer, era como su tiempo de relajación, lo hacia los fines de semana o días de descanso en los que se escapaba por un momento del orfanato. Cuando escuchaba la cascada a lo lejos, sabía que estaba cerca al final del bosque pues tenía que seguir derecho hasta que dejara de sonar, seguía unos cuantos arboles más hasta llegar a dos árboles curveados que daban a la salida y divisaba un letrero enterrado en el suelo que ponía “bosque infinito, (cuidado con el lago puede ser peligroso)” le llamaban bosque infinito porque las personas solían dar vueltas en el debido a que se perdían, incluso los primero días Kecia se perdía, nunca escuchaba la cascada, pero luego se dio cuenta que los arboles confundían al estar en casi las mismas posiciones así que supo que tenía que seguir derecho hasta escuchar la cascada y continuar derecho nunca ir hacia un lado distinto pues era así como se perdían. Luego de que salía del bosque veía las casas del pueblo , era un pueblo grande, casi una ciudad, seguía derecho hasta llegar a una cafetería y volteaba a la izquierda de la cafetería hasta llegar a la entrada de “high school fall bird” su escuela, había autos lujosos y camionetas viejas, todo era como lo recordaba, las porristas estaban en grupos listas para entrenar, y miraban raro a kecia, y a todo el mundo en realidad, no había ninguna gorda todas estaban al borde de la anorexia, eso no era un secreto, luego estaban los inteligentes, no estaban solos, estos incluso se juntaban con los del equipo de futbol, era algo normal , al igual que las del equipo de ciencias se juntaban con algunas porristas, aunque eso no le quitaba lo raro a la escuela, era una escuela grande y algo misteriosa decían que se llamaba fall bird porque mucho antes de que se construyera era un terreno solo y hubo un tiempo en donde caían pájaros muertos, y no eran uno ni dos, sino muchos, eso dicen los estudiantes con tal de meterle interés a la escuela pero en realidad era porque una familia de apellido fallbird fundo la escuela, siempre que le contaban estas cosas a Kecia ella colocaba los ojos en blanco. Kecia sintió como alguien le jalaba su cabellera negra.

-Autch! .-se quejó.

-Bienvenida al primer día de escuela! Gracias por llamarme y salir conmigo en las vacaciones, eres la mejor amiga del mundo.- Dijo sarcásticamente Maya su mejor amiga.

-Maya! Lo siento.- Dijo Kecia abrazándola.- Sabes que no tengo teléfono ni auto para ir a visitarte.

-No me hagas caso, de todas maneras me la pase en donde mis tías, lo que agradecí porque no me aguantaba a mi madrastra, prefiero aguantar a mis primos antes que a ella, es un fastidio total.- Maya era una chica de cabello castaño oscuro y de ojos marrones, tenía un aspecto latino, su madre había muerto y tuvo que irse a vivir con su papá y con su madrastra la cual se quejaba de todo.- Ya saldremos mucho, y pasaremos más tiempo juntas porque esta vez coincidimos con muchas clases, además vamos a salir de compras y el último día de clases prometiste que me ibas a acompañar a la obra de teatro de mi primo Erick.



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En el texto hay: aventura, amor, magia

Editado: 02.01.2020

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