Kecia Y El Dragón Blanco

17 EL FESTÍN DEL LEÓN Y LA SERPIENTE

-Él trata de decirnos algo, Wayne estas en peligro, o tal vez lo estamos, no te alejes mucho entiendes.

-Está bien, pero no vuelvas a decirlo en voz alta, diamon podría sospechar. Alístate, yo iré por comida para el camino.

Kecia asintió y Wayne salió por los oscuros pasillos del castillo, ni siquiera la luna se veía en aquella fría noche.

Wayne estaba perdido, se sentía tonto al haber ido solo, ni siquiera conocía la cocina y en aquellos pasillos no había nadie para preguntar, sin embargo a Wayne le agrado no ver a ningún guardia pues así sería fácil irse. Decidió irse por otro pasillo para por lo menos encontrar las escaleras, a lo lejos vio una puerta medio abierta, hacía que una línea de luz reflejara el largo pasillo, Wayne se acercó y observo mejor, sintió como su corazón se aceleraba y como el estómago se le revolvía al ver a la reina sakara sentada en una pequeña mesa, al parecer aquella era su habitación, a su lado estaba diamon y en la mesa habían dos platos con corazones, Wayne supo al instante que eran de humano, se erizo al ver que los corazones seguían latiendo, sakara lo partía a pedazos y con el cubierto comía el corazón, Diamon sin embargo, cogía el corazón con las manos y lo mordía poco a poco, la sangre salía del corazón y los labios de diamon se llenaban de sangre al igual que sus manos y esta se los lamia.    

-Hace mucho no probaba corazones de niños.

-Corazones inocentes, hacen que la persona se vea más hermosa.-Dijo sakara masticando.

-Sabes, el corazón del chico, lo quiero, es un adolescente, pero sigue siendo tan inocente como un niño.

-Ya déjalo en paz, solo ten paciencia, la entrometida de mi hija no permitió que muriera pero lo hará tarde o temprano.

-Anoche tenía pensado ir a su habitación, por poco lo hago, pero en vez de eso tome la decisión de asustarlo en sus sueños.

-Eres muy mala…enserio hoy iba a matarte pero decidí no comer sola, así no me sentiría tan culpable. Además hoy morirá otra persona.

-¿Y de donde los sacas?

-Niños aldeanos, me los traen mis murciélagos.

-¿Has pensado alguna vez en…niños de otros mundos?

-No es la gran cosa saben a lo mismo y tienen la misma función…una vez probé uno, mi espíritu me lo trajo, entonces dije, ¿para que matar niños de esos mundos si tengo a mis aldeanos?

-¿Sabes lo que dicen? Que el rey tenía razón, es mejor alejarse de esos mundos, cada vez que te acercas y cada vez que quieres investigar sobre ellos, te vuelves loco. Son mundos peligrosos así que es mejor quedarse con sus aldeanos.

Wayne iba a alejarse y a ir por kecia y sean pero antes de poder dar otro paso Wayne vio como la serpiente que había en el cuello de Diamon lo miro fijamente y luego un león más grande que él y con ojos rojos bastante familiares, salió de detrás de él abriendo la puerta por completo y llevando a Wayne a dentro de la habitación.

-Oh pero miren que tenemos aquí, Wayne, mi querido Wayne, tenía mejores planes para ti, no era así como ibas a morir, y claro no era hoy.

-Usted mato a mi hermano, es una psicópata, ambas lo son.

-¿El niño de aquel día? O si me recordabas a alguien.

-Ya mátalo sakara, quiero su corazón.

-Estás loca serpiente, es mi corazón.-Dijo la reina levantando a Wayne de su cuello y sentándolo, Wayne quería huir pero estaba paralizado.- Lo hare rápido cariño, no dolerá, esta daga es tan filosa que va a ser tan rápido.

-Es una loca, usted está mal de la cabeza.

-No sakara, ¡es mío!.-Dijo Diamon acercándose y sosteniendo a la reina por el brazo, parecía una niña pequeña peleando por su juguete, sakara apunto la daga hacia Diamon haciendo que se alejara.

-Es majestad para ti y para todos, ¿entiendes serpiente?

-Entonces me quedare con el de Sean.

La reina puso la daga en el rostro de diamon.

-Es ceom, y jamás te le acerques, ¿entiendes? .-La reina corto a Diamon en su mejilla izquierda y esta soltó un grito y sosteniéndosela comenzó a llorar.

-Eres horrible sakara, ambas lo son, por fuera y por dentro.-Dijo Wayne viendo fijamente a sakara.

-Sabes, tengo una daga en tu pecho y no me ruegas, me recuerdas a tu hermano, el no rogo por su vida el solo dijo…

-Un Jackson no teme a la muerte…



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En el texto hay: aventura, amor, magia

Editado: 02.01.2020

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