Kecia Y El Dragón Blanco

18 EL ADIÓS DE LA SERPIENTE

-¿Sabes? He cambiado de idea, no será fácil y rápido, jamás me ha gustado el método de la tortura pero tú, me obligas, voy hacer que sufras, que llores de dolor, hare que me ruegues, voy a hacer que el lema de tu familia se evapore.

-Es lo que ha querido desde que llegue, por ello me mando a matar dándole una espada a mi amigo, cuanta crueldad hay en usted; no solo quiere mi corazón, quiere sacarse un peso de encima pero kecia no necesita de mi para acabar con usted, con o sin mí lo hará.

La reina sonrió.

-Kecia, está a punto de morir en estos momentos, o quizá ya lo está, mi consejero está haciendo el trabajo por mí.

 Wayne sintió miedo, no por él, sino por Kecia, no se imaginaba a kecia muerta, era imposible; su corazón comenzó a acelerarse.

-Tienes miedo, vamos a comenzar por tus lindos ojos, tu rostro es demasiado hermoso, le hace falta algo.

La reina tomo la daga y corto a Wayne en su ojo izquierdo, desde la mitad de su ceja hasta debajo de su ojo, no había daño en su parpado, pero si gran parte de su ceja y de debajo de su ojo, la sangre bajaba lentamente y Wayne solo soltó un quejido, no quería rogar, no a esa mujer.

-Ahora tendrás un recuerdo mío.-Dijo la reina.- Bueno al menos me recordaras después de tu muerte. Sabes cuan inservible es un hombre sin manos para la guerra Claro está que tú no veras ninguna guerra nunca. Que afortunado.

La reina levanto la daga a punto de cortar la mano de Wayne pero antes un jarrón se rompió en su cabeza, Diamon la había golpeado y la reina cayó al suelo inconsciente. De inmediato Wayne se levantó alejándose del rostro sangrado de diamon y por un momento prefirió que la reina lo siguiera torturando antes de ver el rostro psicópata que tenía diamon.

-Ella no se quedara con tu corazón, él me pertenece.

-ay no.-Dijo Wayne dando pasos hacia atrás, pero luego dejo de caminar pues se encontró entre la pared y diamon.- Que les sucede, no es de ninguna es mío.

-Te dije que yo ganaba, en aquel sueño. Y así será.

-No lo creo.- Wayne dio una patada al estómago de Diamon y esta retrocedió pero cuando Wayne iba a salir se encontró con una docena de grandes serpientes rodeándolo.

-Es una lástima, tenías un rostro hermoso, y no lo digo por la cicatriz que te quedaría con esa cortada, lo digo porque morirás.

Las serpientes abrieron un espacio para Diamon y esta se acercó al pecho de Wayne y con uñas tan afiladas como colmillos de serpiente rompió la camisa que tenía puesta y luego enterró su uña en el pecho de Wayne haciendo que este soltara un gran quejido de dolor.

-Tranquilo, aun no toco tu corazón, lo quiero completo sin ningún rasguño.

Wayne sentía como diamon movía su uña dentro de su pecho, era como un cuchillo, se sentía frio y ardía dentro, Wayne sabía que era lo que iba a hacer, iba a hacer una cortadura similar a la que vio en su hermano, pero antes de que esta siguiera, vio como abría los ojos y como de la boca de diamon salía sangre  luego vio de su pecho salía la punta de una espada, las serpientes comenzaron a revolcarse en el mismo puesto, como si sintieran dolor. Diamon cayó al suelo y luego Wayne vio a glazunov sacando la espada del pecho.

-Kecia!

Kecia corrió a abrazarlo.

-Lamento haber llegado tarde, mira lo que te hicieron.

Del pecho de Wayne salía sangre de un pequeño orificio y continuaba saliendo algo de sangre de su cortada en su ojo izquierdo.

-No kecia, si hubieras llegado tarde, yo estaría muerto.

Ambos se acercaron al cuerpo de Diamon.

-Aún no ha muerto, tengo que quitarle su cabeza.-Dijo glazunov con la espada ensangrentada mirando fijamente a diamon quien comenzó a reír.

-Lestat, cariño, has regresado.

-Bien sabes que mi nombre es glazunov, yo no soy lestat.

-No vas a matarme, tú me amas.-Su voz estaba entrecortada.

-No, ya no, si, al principio lo hice, te amé, pero luego se convirtió en obsesión, no seré como mi hermano, tú no me vas a manejar, ya no más.

Diamon volteo a ver a Wayne quien tenía un trapo en el pecho para tratar de frenar la sangre. Wayne se acercó más a Diamon y esta lo miraba fijamente.

-Yo gano.-Dijo Wayne mirándola y esta abrió los ojos llenos de lágrimas.

-El mundo… Quizá si sea mejor sin mi.-Dijo con la voz adolorida.



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En el texto hay: aventura, amor, magia

Editado: 02.01.2020

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