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—Imposible....las brujas de mar oscuras son muy poderosas, han derribado miles de barcos....¿como? ¡¿COMO?!.—Sakara estaba impaciente y enojada, otra vez.
—Al parecer los barbaros y Kecia tienen ayuda...nos dijeron que el barco en llamas no se quemo del todo, al parecer el chico...cambiaformas les ayudo, también cuentan con la ayuda de las brujas de mar blancas.—Dijo Gad con nerviosismo y con su corazón acelerado.
—Esa asquerosa sangre azul.—Sakara se sento en su trono y su gronger pardo de acerco y esta le acaricio el lomo.—¿Como lo hace?
—¿Sangre azul?.—Pregunto una voz , ahora familiar, Gary había entrado al salón, evadiendo a los guardias. Gary Gambell hacía cosas que molestaban a Sakara y esa era una de ellas.
—Te recuerdo extranjero que debes pedir permiso para entrar. He escuchado muchas quejas de ti, los mandas a hacer cosas en mi nombre sin yo enterarme.
—No volvera a ocurrir majestad, lo prometo, pero sera de mas ayuda...no fue nada malo, yo ordene que hicieran retratos de Kecia y su amigo Wayne, ahora hay miles de bolantes con sus rostros dibujados, estan en todas partes, la mayoría no los conoce, así serán mas rapidos de reconocer....he de admitir que ellos tienen talento para el dibujo.
Sakara no pudo evitar decirse así misma que aquella era una buena y lógica idea, quizá el extranjero si sería de gran ayuda después de todo.
Sakara se limito a sonreir.
—Bien...pero en tu próxima idea, dimelo a mi antes.
Gary asintio.
—¿Tienes algo mas que decirme?.— Agrego Sakara al notar que Gary no se retiraba.
—Si....¿como reconocería a un...cambiaformas?
—Te lo dije en la cena pasada...no puedes es imposible, esas ratas se esconden en su otra piel haciendose pasar por una persona normal.
—Pero ha de haber otra forma de reconocer alguno, ¿no?
—Si vez a una persona con el cabello casi blanco y ojos muy azules, acercate y dale un pinchazo si su sangre es azul es un cambiaformas....pero eso jamás pasara porque ellos tienen su disfraz.—Dijo rapidamente Sakara en un intento de que este se fuera ya del lugar.
—Bien...juro que encontrare alguno y lo traere a usted para que lo interrogue.—Dijo y antes de irse se volteo.—Por cierto majestad...¿no cree que nesecita a un acompañante? Veo que usted es viuda y según entiendo, debería estar nuevamente casada para reforzar su puesto en el trono...no quiero sonar grosero pero, ni siquiera tiene consejeros, un hombre le sería de ayuda, otra cabeza para pensar mejor.
Gad comenzo a reir nervioso y Sakara se estaba enrojeciendo de la ira.
—¿que tratas de decir extranjero?
Antes de que Gary dijera algo Sakara le interrumpio.
—Debes saber que odio la falocracia....y tu actitud falócrata no es de mi gusto....—el gronger de ojos rojos se acerco a Gary y este trago saliva al ver los afilados colmillos de la bestia.
—Perdonadme majestad....no lo dije de mala manera...no volvere a hablar del tema...ya me voy...le traere a un cambiaformas, lo prometo.
Al terminar de hablar, se alejo rapidamente del lugar, maldiciendo por lo bajo.
—Debo pensar en como desaserme mas adelante de él y de cualquier extranjero.—Dijo sobando sus sienes.— Y dime...¿hay noticias sobre Margot?
Gad nego. De repente un guardia entro al salón con un pergamino en las manos.
—Un ave del oeste trajo esto majestad.
—¿Un mensaje? ¿De un ave?
—La mayoría del oeste tiene espiritus de aves...a diferencia de nosotros ellos pueden utilizarlas como mensajeras sin necesidad de mandar a un Mowd.
Los Mowd eran seres alados del tamaño de un niño de doce meses y con aspecto monstruoso, mensajeros que las personas con espiritus de bestias sin alas compraban con oro para mandar mensajes a tierras lejanas.
—Claro...si es alguna queja sobre hambruna o cualquier tontería al respecto, quemala.
—No majestad....es diferente.
Sakara abrio el pergamino y abrio sus ojos sorprendida y una sonrisa salió de sus finos y rojizos labios. El mensaje ponía:
Sakara, Reina y Soberana de Takroan:
El oeste hambriento la saluda, he de decirle que la joven que busca estuvo aquí, Kecia de los Cryptids durmio en mi castillo y sabemos a donde se dirige, a cambio pedimos la recompensa, no queremos oro, a cambio queremos comida. Estare esperando su respuesta.
Elthe Quiver,
Dama y mandataria del oeste.
—Gad, alista al Mowd, mandaremos un mensaje a un lugar bastante lejos.
Gad asintió.
—Y consigue un barco...por si en algún momento necesitamos aquí a nuestras nuevas aliadas.
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Habían decidido volver a la guarida cambiaformas, ya sabían en donde se encontraba el punto de encuentro de los dragones y con eso bastaba para visitarlo cada día en busca de una señal de Kecia.