Kecia Y El Dragón Blanco

38. EL CASTILLO NEGRO

***

Sabios son los hombres que estudian las estrellas y comprenden como funciona la naturaleza son los que protegen a sus reyes de calamidades futuras, son los que mueren por ellos, Reyes son los que dirigen y ayudan a las demás personas, Caballeros son los que defienden a las demás personas sin importar el costo, y brujos, brujos son los que poseen el poder de ver manchas del futuro y del pasado, los llamados brujos blancos suelen tener ese don o practicarlo, y los llamados brujos malignos, son los que práctican más allá de ver manchas del futuro, un verdadero brujo nace con el palpito, sin embargo una persona normal que se convierte en brujo maligno no puede ver manchas del futuro y del pasado, pero si pueden realizar encantamientos con el fuego, crear barras protectoras y hacer sufrir dolor a ciertas personas, entre otras extrañas cosas, se puede decir que es algo injusto que el bueno tenga menos que el malo, sin embargo, aunque se sientan poderosos, los brujos malignos solo quieren una cosa: tener el poder de los brujos blancos, porque lo único que quieren es saber de su futuro, así que un verdadero brujo es aquel que usa su magía para ayudar al bien y no por beneficio propio.

—No te preocupes mi niña, es normal que tu cabello ahora este así.—Dijo la anciana Lira, notando que Megan no paraba de ver su nuevo look de cabello, antes era rubio cobrizo, casi rojo, pero ahora, ahora estaba completamente del color de la sangre.

—¿Como?...¿Como es que pasa esto?, ¿es por los líquidos extraños que he tomado?

La anciana asintió.

—Verás, esos líquidos, se llaman tés de fortalecimiento, los hice con la pulsera de cuencas rojas que te obsequió el principe, por suerte las tenías, son difíciles de conseguir; al tener el palpito y al fortalecerlo te pueden dar hemorragías nasales peligrosas, así que si tomas el té, no estarás en peligro. Incluso las que usan magía maligna lo beben en sus comienzos para no morir en el intento, el té hace que tu cabello se vuelva rojizo, antes las mujeres solían utilizarlo sin necesidad de prácticar la magía, lo usaban por verse más atractivas y otras lo hacían con fines de curar enfermedades, eran ignorantes para entonces, así que fueron acusadas de brujería, y desde entonces se les acusa a las mujeres con cabello rojo de prácticar la brujería, la mayoría aún es ignorante en ese aspecto.

Megan había avanzado bastante, ya no necesitabaa beber el liquido, y ahora cada vez que dormía debía acostumbrarse a tener sueños extraños, la mayoría del pasado, descubrió como se conquistó Takroan, vió peleas entre montruos y humanos, observo como se extinguían monstruos inocentes y como al mismo tiempo una mujer del otro lado a la que llamaban "monstruo" salvó a Takroan, descubrió la historia de la espada en la piedra, parecida a la de los humanos pero algo distinta al mismo tiempo. 

Sin embargo, Megan aún no podía ver las cosas por completo y de forma más clara, y el futuro era el nivel máximo de lo que intentaba aprender, su plan era aprender sobre el futuro para ver que cosas podría advertirle a Kecia, y hallar la forma de salvar a Bethan. 

Bethan, cada vez que pensaba en él por alguna razón su piel se erizaba, y sentía una profunda soledad, había aprendido a vivir lejos de sus amigos, pero no de él, rodaba sus ojos cada vez que pensaba en ello.

Dos perros entraron al mismo tiempo en que entraban los dos niños con los que llevaba coviviendo dos meses y unos días más.

—¡Daniel, Dylan!.—Los saludo al tiempo en el que ambos niños la abrazaban, le recordaban a Storm, si que extrañaba al pequeño.

Lira se quedo mirando fijamente a un lado de la cueva, los niños y Megan ya estaban acostumbrados a ello, Lira estaba viendo una mancha del futuro, pues ver el futuro no es algo así como, simplemente querer saber lo que pasara mañana o cuando quiera, las premoniciones vienen por si solas y no siempre dan la información que se desea.

Lira era una anciana de cabello blanco, uno que una vez fue rojo, se acerco a los demás con paso preocupante y coloco la canasta con las frutillas en una mesa de roca, pues vivían en una cueva. Por la expresión en su rostro Megan supo que no eran cosas buenas lo que le diría. Se acerco a Lira mientras los niños se comian las frutillas.

—¿Que has visto Lira?

Lira parecía estar asustada.

—Suelen decir mi niña, que lo horrible de tener el palpito es cuando ves tu propia muerte, pero esto que ví no se trato de mi muerte pero aún así, fue algo horrible. No es Sakara lo que nos debería de preocupar, es lo que ella esta haciendo ahora mismo, no es conciente del gran error que va a cometer, despertará  a las bestias comemundos. 

—He oído de ellas.—Dijo Megan en tono preocupante.—Pero, ¿no se supone que estaban extinguidas? ¿Cómo las traera de vuela?

—El gran señor de los cambiaformas esta aquí...sangre de algún descendiente del primer gran héroe, sólo un brujo de la noche sabé como traerlos, uno que se halla adentrado mucho más en eso, alguien loco por poder, alguien como Sakara.



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En el texto hay: aventura, amor, magia

Editado: 02.01.2020

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