· KENSHIN- Quiero evitar que veas la apariencia que tendré... cuando me convierta en el verdadero Dios de la Guerra. Ahora entra ahí. Por mí.
Kenshin me sujetó y me arrastró hacia él en un movimiento repentino. De repente, me besó.
· KENSHIN- ...te veré pronto, MC.
Me empujó adentro del almacén. Antes de que pudiera reaccionar, cerró la puerta detrás de mí.
· MC- ¡Kenshin!
(¿Qué quiere decir? ¡¿Qué está planeando hacer?! No va a usar esa habitación llena de espadas para luchar contra un ejército, ¿verdad?)
Encontré el panel de la puerta en la oscuridad, y podría haberlo deslizado para abrirla, pero me detuve.
(...confío en él)
Esperando que me oyera, llamé desde el otro lado de la puerta.
· MC- ¿Kenshin? Cuando esto termine, volvamos a casa juntos.
· VOZ DE KENSHIN- ...de acuerdo. Siempre sabes qué decir.
(Desearía haberme tomado un momento para mirarte una vez más. Para ver tu rostro).
El golpeteo de las pisadas se hizo cada vez más fuerte.
(¡Están aquí!)
Estaba oscuro en el almacén. No podía ver nada. Escuchando, traté de imaginarme lo que estaba pasando detrás de esta, puerta delgada.
------------------------------------------------------------------------------------------------
Mientras tanto, Kenshin esperaba - con la mente tranquila - a que llegaran sus enemigos.
· KENSHIN- Les te tomó bastante tiempo. Me estaba aburriendo.
· SOLDADO 1- ¡Está aquí dentro! He encontrado al Dios de... ¿Qué demonios pasa con esta habitación?
Varios soldados irrumpieron, sólo para dar un paso atrás al ver el campo de espadas. Pero la ambición venció al miedo. Entraron en el campo de juego de su objetivo.
· SOLDADO 2- Es una amenaza vacía. ¡Intenta asustarnos! Dios de la Guerra, prepa...
· KENSHIN- Mala elección.
Kenshin tomó una de las espadas desnudas de la estera con una gracia fluida y lánguida. En una fracción de segundo, la hoja fue envainada una vez más... esta vez, en el pecho del atacante.
· SOLDADO 2- ¡Gh-ack!
Con un quejido, el hombre cayó al suelo, sin utilizar su propia espada... Ningún hombre que entró sobrevivió para describir el infierno de la furia que el Dios desatada en esa habitación. Cuando una espada estaba llena de sangre para ser útil, Kenshin la tiraba y tomaba otra.
· SOLDADO 3- ¡No se acerques a él solos! ¡Rodéenlo!
· SOLDADO 4- ¡¿Cómo lo haremos?! Estas estúpidas espadas están en el camino. ¡Está custodiado por ellas!
Los hombres cayeron, llenando la habitación con tantos cuerpos como espadas había. Kenshin descartó otra espada, una con un broche en el filo y sangre en el mango. En el momento en que busco otra espada, uno de los soldados lo golpeó. Kenshin contuvo un sonido de dolor, la herida en su brazo ardía... Lo hizo todo para que la mujer que lo esperaba detrás de la puerta no tuviera que oírlo gritar.
· SOLDADO 5- ¡Muy bien! ¡Lo tienes!
· KENSHIN- Esto no ha terminado, para mí. Pero sí para ti.
Kenshin entrecerró los ojos y sonrió.
------------------------------------------------------------------------------------------------
(...los gritos han parado, gracias a Dios. Pero ahora está casi demasiado tranquilo)
Kenshin me dijo que no saliera hasta que él lo dijera, pero no puedo esperar aquí.
· MC- ¿Kenshin? No oigo nada. ¿Estás bien?
Susurré a través de la puerta.
· VOZ DE KENSHIN- ...¿MC? Necesito que esperes un poco más. Voy a... llamar a alguien...
(No suena bien)
La forma en que la voz de Kenshin sonaba me asustó. Abrí la puerta un poco...
(¡Oh, Dios mío...!)
Me cubrí la boca; había abierto la puerta a una escena verdaderamente espantosa.
· KENSHIN- ...te dije que no salieras... hasta que yo lo dijera.
Junto a las espadas rotas - el doble de la cantidad que había cuando me escondí - había cuerpos, inmóviles. En medio de todo esto estaba Kenshin. Se giró lentamente para mirarme.
(¿Está herido?)
...no podría decirlo. Parecía bañado en sangre. Había tanta sangre que no sabía si era de él.
· MC- Kenshin, ¿estás bien?
· KENSHIN- Estoy bien.
Corrí hacia él. Me sonrió, pero era una sonrisa de dolor.
· KENSHIN- No quería que vieras esto. O a mí. Por eso iba a llamar a alguien más para que te buscara...
Sus ojos se pusieron en blanco y sus piernas cedieron bajo su peso; Kenshin cayó al suelo.
· MC- ¡Kenshin!
Traté de atraparlo, pero era un peso muerto en mis brazos, más pesado de lo que yo estaba preparada para soportar. Me caí al suelo con él.
(Está vivo, pero frío y sudoroso. Y esta sangre esta tibia. ¡Definitivamente es de él!)
Intenté poner una tira de tela alrededor de la herida que aún estaba sangrando. Pero requería más que eso, necesitaba encontrarle ayuda. Pero cuando me levanté para buscar a alguien, Kenshin tiró débilmente de mi manga.
· MC- ¿Kenshin? ¿Qué ocurre?
· KENSHIN- No... no me dejes.
· MC- Sólo voy a buscar ayuda... por supuesto que no voy a dejarte.
Nunca lo había visto así: débil y pálido, su voz era una delgada y ansiosa súplica.
(Creo que está en shock)
· KENSHIN- Tienes razón... eso no es lo que quería decir. En cambio... Quería decir... que... Estoy tan contento de haber sido... capaz de protegerte... esta vez.