KENSHIN- Nunca habrá una batalla "final" para mí. Mi único lugar de descanso... es en los cálidos brazos de mi amada después de una victoria.
KENNYO- ¡Eres un tonto!
Kennyo golpeó con su espada oculta, un golpe que Kenshin bloqueó con fluida gracia.
KENSHIN- No tanto como tú, si crees que tienes alguna oportunidad contra mí en una pelea.
Al ver el bastón de Kennyo repelido, Kenshin se movió para acortar la distancia entre ellos... Pero Kennyo no se lo permitió.
KENNYO- No soy tan temerario como para enfrentarte de frente.
KENSHIN- Entonces...
KENNYO- ¡Fuego!
KENSHIN- ¡Tch!
SOLDADO UESUGI 1- ¡Agh!
SOLDADO UESUGI 2- ¡Hey! ¡¿Estás bien?! ¡Aguanta!
Kenshin escapó ileso, pero varios hombres detrás de él habían sido golpeados y estaban cerca de un estado de shock.
KENSHINI- ¡Concéntrate! Los rifles Matchlock no pueden disparar rápidamente. ¡Usa este tiempo y muévete!
SOLDADO UESUGI 2- ¡De acuerdo!
KENSHIN- Lleva a los heridos atrás. Agarren todo lo que crean que pueda ser...
KENNYO- ¿Quién ha perdido la concentración ahora?
Kennyo volvió a balancearse, viendo como Kenshin se giraba para dirigir a sus tropas.
KENSIN- ¡Rgh!
Cada vez que Kenshin se acercaba, Kennyo aprovechaba para hacer llover balas sobre sus hombres. Tenía que protegerlos, pero eso lo ponía a la defensiva contra el monje guerrero.
KENSHIN- Has perdido todo honor, Kennyo.
KENNYO- ¡Lo deseché voluntariamente cuando emprendí el camino de la venganza...!
DISCIPULO 1- ¡Sigue al Maestro Kennyo!
DISCIPULO 2- ¡No tememos nada! Nuestros camaradas nos esperan en el más allá.
SOLDADO UESUGI 2- ¡Es como si no tuvieran miedo!
SOLDADO UESUGI 3- ¡Van a morir! ¡¿No se dan cuenta?!
SOLDADO UESUGI 2- ¡Pueden pensar lo que quieran, pero el resto de nosotros tenemos familias esperando en casa! ¡Queremos vivir!
Los discípulos de Kennyo parecían preparados para la muerte. Nada podía detenerlos. Pero los Uesugi, como el propio Kenshin, luchaban ahora por la vida; una batalla en la que estaban perdiendo terreno constantemente.
KENSHIN- Aguanta. ¡Nuestra hora llegará!
Sus hombres dieron un grito enérgico. Continuaron luchando lo mejor que pudieron. Por fin...
DISCIPULO 1- ¡Maestro Kennyo! Han llegado refuerzos... ¡para los Uesugi!
KENNYO- ¡¿Qué?!
DISCIPULO 1- ¡Las banderas de Oda al sur y las de los Takeda al norte!
DISCIPULO 2- Los Uesugi están empezando a cambiar de formación. ¡Nos están cortando el paso!
KENNYO- ¿Shingen uniéndose a Nobunaga...?
KENSHIN- ¡Hmph!
Era el turno de Kenshin de vengarse de él, moviéndose rápidamente mientras Kennyo se distraía.
KENNYO- ¡Urgh!
Le quitó de las manos el bastón al ex abad y colocó la punta de su espada en la garganta de Kennyo.
KENYO- ...Adelante. Mátame entonces.
Kenshin lo miró fijamente.
KENSHIN- A ti también te asusta la pérdida... ¿O quizás el resentimiento?
KENNYO- ¿De qué hablas?
KENSHIN- Guardas demasiado dolor en ti. La ira y la tristeza de tus hermanos. Te sometes a cosas peores para soportar su dolor. Pero no te das cuenta de la verdad. No salvas a nadie destruyéndote a ti mismo.
KENNYO- No sabes nada de mí.
KENSHIN- Sé lo que es transformarte en demonio por aquellos a los que amas. Como tú has hecho... Si no fuera por una cosa, tú y yo seríamos exactamente iguales, Kennyo. Deberías saber lo que es.
KENNYO- ¿Qué es, entonces?
KENSHIN- ...Kismet. Que uno puede tener la suerte de conocer a la persona que le guiará a la salvación. Todo lo que se necesita es uno.
Los ojos oscurecidos de Kennyo mostraron un destello de una emoción muy humana.
KENSHIN- No tengo piedad por alguien que hizo daño a MC. Pero... no me interesa matarte.
SOLDADO UESUGI 2- ¡Captúrenlo!
Varios soldados se movieron para hacerlo. Kennyo no se resistió. Estaba desarmado y atado. Y la larga batalla por fin había llegado a su fin.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
MC- ¡Kenshin!
KENSHIN- ¡MC...!
MC- Estoy tan contenta de que estés... ¡guau!
Kenshin corrió hacia mí, abrazándome y barriéndome de mis pies.
KENSHIN- ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Estás herida? ¿Te han hecho algo raro esos Oda por lo que tenga que matarlos?
¡MC- Uh, veamos: bien, bien, nope y definitivamente no!
Nos miramos el uno al otro en busca de nuevas heridas y ambos suspiramos, al no detectar ninguna.
(¿Lo he cogido todo? Oh, espera, sé que lo olvidé. Me tomo un momento para apreciar el hecho de que él también está vivo y bien).
Lo hice descansando tranquilamente en sus brazos.
KENSHIN- Realmente pareces estar a salvo.
MC- ...Y tú.
El resto de los ejércitos nos alcanzó. Pasaron varios soldados. Además... Un par de ojos oscuros captaron los míos.
(Ah. Kennyo...)
Me miró mientras se lo llevaban. Esa mirada se transformó en una de sorpresa.
KENNYO- ¿Eres tú, entonces...? ¿Eres tú quien transformó al Dios de la Guerra?
MC- ¿Eh?
KENNYO- Corres a un campo de batalla que apenas ha terminado y miras a alguien como yo sin miedo... Hah. Creo que ahora lo veo. Tu... herida. ¿Te estás recuperando bien?
MC- Uh, sí. La verdad es que sí.
KENNYO- ...Bien. Y lo siento.
(Vaya. En realidad está...)
Era una disculpa que sólo yo podía oír, pero era una disculpa. Una afligida. Shingen se acercó a mí.
SHINGEN- La vida es un camino lleno de ramas. Siempre puedes tomar un nuevo camino. Siempre. No está apartado de la salvación. Esperemos que llegue el momento en que esté listo para tomarla.
MC- ...Yo también lo espero.
Kenshin se limitó a mirar, en silencio. Todos observamos sin decir una palabra cómo se llevaban a Kennyo.
(Esto pone fin a la guerra...)
Fue una suerte que Kenshin aún me sostuviera cerca, ya que mis pies se tambaleaban rápidamente debajo de mí.