A estas alturas, la historia ya es fácil de predecir; mi gran amor por Lucia evito que disfrutara del gran recibimiento que tuvimos. No me divertí ni contemple como un bobo a cada mujer alienígena y por su puesto que no se me olvido que mi principal objetivo era averiguar que carajos estaba pasando y encontrar la forma de volver a mi cuerpo; porque eso es lo que haría cualquier personaje principal ¿no?
Y claro esta, ese era mi principal objetivo pero disimule muy bien lo contrario; solo para confundir y reinar, ya saben, el dicho ese.
Aparecimos en medio de una plataforma lumínica, circular y de color blanco. Una suave brisa me acariciaba el rostro al tiempo que pétalos de distintos colores y formas caían sobre nosotros al son de los aplausos Y gritos de alegría. Un gran orgullo me embargo al ver como la plataforma se iba alzando sobre la gran multitud de seres que nos recibían.
< Esto es lo que debió de haber pasado desde un principio> pensé mientras dejaba que mi vista se desviara a las hermosas mujeres de la extraña raza de la que ahora hacia parte.
― ¡Como siempre! buen trabajo Keratox. Te debemos nuestras vidas ―dijo el soldado anciano colocando su mano sobre mi hombro.
Y pues todo bien, para eso estaba, para salvar vidas.
Sin embargo, preferí guardar silencio; no se por qué, pero mis instintos evitaron que salieran esas palabras de mi boca.
― ¡Lo logramos hermano! ― me abrazó la hermosa extraterrestre que había llorado cuando me desperté.
Perfecto, ahora soy un pervertido que piensa en incesto.
― ¡Espero haber sido de ayuda! ― se inclino el soldado más joven. A lo que le devolví una sonrisa aun disfrutando del abrazo de... de... mi hermana. =(
―Sabia que terminarías mal de la cabeza en algún momento, pero no pensé que fuera a suceder tan pronto ― sonrió Galban ― ¡Sin sangre no hay gloria! ― gritó extendiéndome su puño.
Me derretí, el rubio gay del espacio exterior de ojos espectaculares me ofrecía un Bro Fist. No se confundan, soy heterosexual pero jamás en mi vida había tenido un mejor amigo y pues mi súper cerebro me acaba de informar que lo éramos. Solté a mi hermana y miré a Galban a los ojos, tenía total confianza en mi y le sonreí mostrando que yo también confiaba totalmente en él, aunque no me acordara de nada.
Empecé a alargar mi brazo y como todo momento especial en una película, todo se torno en cámara lenta. Los únicos Bro Fist de mi vida se los había dado a mi ordenador, tras cada video de Pewdiepie; y hoy por fin podría realizar el gesto de amistad más grande entre los hombres.
― ¡Sin sangre no hay gloria! ― repetí, nuestros puños chocaron y la velocidad de la plataforma aumento. ― De nuevo has salvado el día Keratox ― me abrazo la otra mujer de improvisto.
―Y para mi campeón su premio.
Cerré los ojos sabiendo a lo que se refería. Hermafrodita me iba a besar, los nervios se apoderaron de mi... uno... dos... tres... y nada, abrí un poco los ojos para ver que me encontraba solo y con los labios en el aire. La hermosa Atenea de cabellera negra se encontraba besando al soldadito simplón.
Nota mental, no asumas que todas las mujeres alienígenas del espacio te quieren besar.
Si, dije alienígenas del espacio ¿y que? Una doble afirmación cuenta como una sola afirmación, y estoy seguro porque es la propiedad conmutativa de matemáticas... o eso creo. En fin, es ciencia y no me molesten.
La plataforma circular llego a un escenario en el que al parecer nos esperaba una comitiva de gente importante y al parecer nada divertida.
Mientras las estructuras se acoplaban, yo solo maldecía al karma; dentro del grupo de soldados tenia a mi sensei, a mi discípulo, a mi hermosa hermana, a mi mejor amigo, pero no a mi novia; por que claro, no todo puede ser perfecto y el personaje más débil es el que se tiene que llevar a la chica.
La plataforma tambaleo levemente y un puente lumínico se formo entre las estructuras ya acopladas. Y pues cuando tienes un puente de luz por primera vez delante de ti; lo primero que quieres probar es: si funciona ¿o me equivoco?
Sin embargo, el soldado anciano me agarro del hombro antes de poder saltar sobre el puente y me corrió hacia atrás.
―Keratox, ya que tienes amnesia es mejor que vayas de ultimo. Haz lo mismo que nosotros, yo me encargare de explicar tu situación.
Me limite a hacerle mala cara, tenía enfrente el puente futurista que aparece en todos los vídeo juegos y no me podía subir sobre el. Pero ya saben, soy muy humilde y eso; por lo que me distraje haciéndole ojitos a las necesitadas damas de la multitud.
El anciano atravesó el puente, erguido y orgulloso. Saludo con un apretón de manos al primer hombre que se encontró y repitió lo mismo con todos los mis importantes.
― Ni que fuera tan difícil dar la mano― murmuré enfadado.
A este lo siguió Galban, que antes de pasar por el puente colocó su mano sobre mi hombro y me sonrió; saludó a los princesos y le siguieron mi hermana, la novia del soldadito y el cascanueces. Para cuando llego mi turno, estaba tan concentrado que decidí esperar 5 minutos a que me pidieran pasar. Y obviamente, repetí la escena del niño que prueba el agua de la piscina con la punta de su pie para averiguar que tan fría esta. Pero en vez de un niño, yo era el héroe de la galaxia; y en vez de una piscina, había un puente lumínico. El cual probé a ver si en verdad funcionaba.
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Editado: 21.02.2018