Keratox

Capítulo 4

En estos momentos deben estarse preguntando 2 cosas: ¿Por qué aun siendo Keratox me encuentro en un McDonalds en medio de Tokyo? Y ¿Cómo supere la depresión extrema en la que me encontraba?

Y aquí entre nos, como todos hemos cometido un genocidio sin querer queriendo; me saltare la parte de la depresión y la lloradera.

Y no, no es que me de pena ni nada de eso. Soy un macho alfa que no le teme a nada, ni siquiera a sus lectores.

Como sé que lo que les interesa a ustedes es el precio de la cajita feliz les resumiré los acontecimientos.

Todo comenzó cuando mi súper cerebro se encontraba filosofando sobre nuestra razón de existir y el porqué de todo; que de pronto recordé las palabras de Galban "El brillo en tus ojos me dice que aun te encanta destruir naves de las razas que estamos a punto de invadir" que me acorde que mi mejor amigo era gay.

Por dios ¿es que no puedo tener confianza con mi amigo sin que malinterprete las cosas?

En fin, tratando de evitar al irresistible extraterrestre gay de ojos azules termine de nuevo en la cámara de torturas...

― ¿Vienes a hacerte un chequeo? ― me pregunto la encargada del lugar, aun vistiendo su disfraz de enfermera.

Y cuando una sexy enfermera te pregunta eso hay tres opciones:

1) Es profesional y solo hace su trabajo

2) Se te esta insinuando

3) O puede...si, se te esta insinuando

Obviamente se me esta insinuando.

Luego de la intensa meditación le respondí.

―Si

Pero cuando sacó la aguja de 15 centímetros fue fácil deducir que era la primera opción...

Salí corriendo de la habitación...

Pero como todo me sale bien, me resbale y quede frente a la mujer alienígena.

¿Qué mejor momento para usar mi mejor técnica de Playboy?

La agarré del brazo, la jalé hacia mí y la besé apasionadamente... y horas después volamos hacia el atardecer.

... O algo así: la agarré, la jalé, pero no pasó nada.

Nota mental, las diosas amazonas del espacio son más fuertes de lo que parecen. No juegues al señor galán.

Luego de que me inserto el objeto de 15 centímetros... eso sonó mal.

Luego de aplicada la inyección que tanto les fascina a estas interesantes criaturas, salí de la cámara de torturas tan rápido como pude. Y como me conozco la nave de memoria, termine en un laberinto de pasillos en el que cuando me canse de caminar, me recosté entre una puerta roja y una azul.

Igualito que Matrix, si consideramos esta nave un negro calvo con gafas para sol.

Y de pin mari de don pingue, abrí la azul y me entré.

Adivinen con que me encontré...

Si...

Eso mismo...

Una reunión secreta en la que se estaba planeando la siguiente invasión planetaria para reunir recursos, nada especial.

Solo se molestaron un poquito hasta que se dieron cuenta que era Keraton...Keratox, perdón, sé que es el titulo del libro pero es que es difícil.

En fin, los respetados, poderosos y adinerados payasos del lugar, pufff es que enserio sus ropas eran ridículas. Pero para no herir sensibilidades hipies, déjemelos en ropas muy vistosas de estilo muy original y único.

Eso, ya ven que se me sale el poeta que tengo dentro.

¿Qué estaba diciendo?

Si, interrumpí la reunión, me tropecé, tumbé a los presentes, varias sillas y una mesa; todos se enfadaron conmigo, luego se dieron cuenta que soy bonito y especial, y me perdonaron.

Solo que se tardaron un poquito.

Tiempo en el que me enfrente por 5 minutos con dos de los guardias, dándoles 5 minutos de ventaja.

Ya saben, soy súper generoso y todo eso.

Por lo que luego de sus disculpas, una explicación súper NERD que a nadie le interesa y la visualización de varias pistolas enormes... si, enormes...

― ¿Entonces que piensas de nuestro plan Keratox?

― Muy bien, muy bonito. Si yo estuviera a cargo seria mejor, pero es bueno que se estén esforzando ― respondí intentando tocar las armas holográficas en el centro de la mesa.

Por dios, eran armas enormes y súper geniales...

―Keratox tiene toda la razón, él es el indicado para hacer el reconocimiento...

―Tiene que descansar, acabo con la colmena principal solo. Lo mínimo que podemos darle es tiempo de descanso.

―Precisamente, la guerra de los vórtices nos ha dejado casi sin suministros o planetas de recolección. Además un héroe como Keratox no le interesa descansar ¿o me equivoco?

― Aja, si... si

¡FUCK! Una pistolita pequeña igual que la de la película de hombres de negro...

―Pero el problema en su cabeza...

―No pasa nada, en el planeta al que vamos, utilizan armas de calor...

Todos se empezaron a reír en la habitación, y pues como todo un buen emperador galáctico les acompañe en las risas...

―Entonces no se diga más― me agarro un rechoncho del hombro.

―Keratox parte hoy mismo.

Y así fue como termine de nuevo metido en el disfraz de Daft Punk, con una espada de starwars y una pistola de agua... literal, y es enserio... igualita a las que tienen por debajo "Made in China".




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