Khalid Cafiero.

Capítulo 3

—Aquí estará a salvo, ¿Quiere algo para tomar? ¿Agua?

Él me guio a una pequeña habitación donde se encuentran una mesa cuadrada con tres sillas. Observo que el oficial toma la silla que se encuentra al frente de las otras dos, camino hasta ella y me deslizo colocando mis manos en la mesa.

—Solo quiero un celular —menciono agotada.

—¿Y ese? —señala mi mano.

Bajo la cabeza un poco confusa y veo el celular de la chica que aún tengo en mis manos, sujetándolo con mucha fuerza.

—Oh, no tiene batería.

Puedo ver como frunce su ceño, levanta una de sus cejas con mucha gracia.

—Empecemos desde el comienzo, ¿sí?

—Pero necesito llamar a mis padres primero, necesito decirle que me encuentro bien, que estoy bien.

—Primero necesito sus declaraciones, señorita —indica él.

—¿Declaraciones?

—¿Me está tomando el pelo, señorita? —me acusa con una voz autoritaria y al no entender me explica—: en el camino usted mencionó que fue raptada en el día de su boda.

«¿Lo había hecho?» hay una posibilidad de que pueda ser posible al recordar muy poco el trayecto hasta acá, «¿algo está mal en mi cabeza?» me ofendo antes aquella pregunta hacia mí misma.

—Estaba en el hotel, a punto de celebrar mi boda…

—¿En qué lugar se estaba realizando la ceremonia?

—En Melody Hotel.

—Prosiga —dice mientras escribe.

—Las últimas personas que vi fue a mi mejor amiga y a mi madre…

—Sus nombres —me interrumpe.

—Gabriela Sandoval y Carli Gray.

Cuando escucha el apellido de mi madre, este levanta el rostro, pero no hay rastro de emoción en ellos.

—¿Fueron las últimas a las que vio?

—Sí.

—¿Qué pasó después?

—Se supone que me quedaba en la habitación hasta que mi padre viniera por mí… —digo y hubo una sensación rara—. ¿Tiene un celular?

—Le dije que…

—Sé lo que me dijo, pero mientras estoy dando mis declaraciones, puedo llamar a mis padres para que venga en mi búsqueda.

El sonido de una puerta abrirse y cerrarse a los segundos interrumpe el ambiente, el oficial se levanta de la silla y abre la puerta dejando una pequeña abertura para él. Detrás de aquella puerta se encuentra una gran pantalla donde visualizan todas las cámaras que tiene el aeropuerto.

—Mike, que bueno que vuelves —dice el oficial—, será que puedes contactarte con la familia de… —gira su rostro hacia mí, esperando mi nombre.

—Odette Gray —pronuncio.

—Los familiares de Odette Gray —vuelve el oficial hacia el tal Mike—, dile que tenemos a su hija en el aeropuerto de San Francisco.

—Ahora, siga contándome —comenta al volver a cerrar la puerta y sentarse con calma.

Ruedo los ojos.

—Luego alguien tocó mi puerta, cuando gire la manija una persona entró con brusquedad a la habitación —recuerdo—, luego me amenazó con su arma.

—¿Me puede describir aquel hombre que entró en la habitación?

—Cabello rubio oscuro, alto como un metro ochenta o más; su traje se podía confundir como el de los meseros, creo que por eso logró entrar sin problemas.

—¿Tiene nombre de esta persona?

—Sí, Sebastián, es lo que logré entender.

—¿Logró entender? —pregunta confundido.

—Hablan otro idioma, no estoy segura de cuál es, no lo había escuchado antes.

—¿Ese Sebastián, es el líder?

Me encojo de hombros.

—No lo sé, creo que no.

—¿Sospecha de otro?

—Hay uno, transmitía esa esencia de peligro y superioridad.

—¿Puede describirlo? —«oh, por favor, no».

—Su cabello es de un marrón oscuro, peinado hacia atrás, es más pequeño que Sebastián, pero más alto que yo; su traje es similar a la de un mesero y usa guantes de cuero.

—¿Algún nombre?

—No.

—¿Me puede decir cuántos hombres había con usted?

Hago un rápido cálculo.

—Ocho hombres.

Hubo un momento de silencio.

—¿Y nunca había visto a estos hombres? ¿Ni una vez en su vida? —niego de inmediato—. ¿Ha visto o escuchado conversaciones o conductas extrañas, de una persona cercana a usted? ¿Sabe si algún familiar suyo anda en malos pasos?

—¿Malos pasos? —no entiendo lo que dice.

—La mayoría de los secuestros son planeados —comienza a darme una charla el oficial—, es casi imposible que un secuestro no planeado salga bien. Su caso indica que el secuestro fue planeado por varios días antes de su boda… lo que puede indicarme es que algún amigo o familiar muy cercano a usted, este en malos pasos.



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En el texto hay: mafia, drama, accion

Editado: 16.06.2022

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