Ahora lo más difícil seria pensar en la manera de sortear a ese gran lobo para poder llevarme sin problemas a Mikhen; después de todo mi estúpido trabajo me obliga a llevármela hacia el castillo. Pensé en desenvainar mi espada y amenazar a Khana, aunque por su tamaño dudo que algo así sea siquiera posible, solo de verla tengo más miedo yo de lo que puede sentir cualquiera por su imponente presencia.
Mientras me quedaba inmerso en mis pensamientos Khana se echó en el suelo y Mikhen camino hacia mí, tomo mi mano y dijo: “Vámonos”, yo me quede completamente estupefacto y no comprendía, ¿irnos a dónde?
Yo me quede quieto y solo la miraba, después regrese la mirada hacia Khana, quien se encontraba echada en el agua con sus ojos observándome fijamente.
Mikhen estaba muy insistente en que nos fuéramos y el hecho de que Khana no hiciera algo para detenerme es lo que más incómodo me ponía.
Ellas dos se quedaron quietas sin decir una sola palabra, Mikhen solo intento tomarme la mano una vez y al ver que no tuvo éxito no volvió a intentarlo y Khana se irguió para sentarse pero se quedó donde mismo, no se movió un solo centímetro de allá.
En mi caso, solo me dirigí hacia los árboles y me escabullí entre ellos, no podía llevarme a esa mujer de allí, algo no estaba bien, el hecho de que no ofreciera resistencia me hacía pensar que yo estaba en una gran equivocación y si he de ser sincero desde el primer momento en que la vi al darme cuenta de que era ella, algo dentro de mí me dijo que no debía hacerlo, pero como era mi deber, por mis pensamientos solo pasaban las ordenes de mi capitán que decían claramente: “Encuentra al ser mágico y tráelo hacia aquí.” Y básicamente a eso se resumen mis órdenes, ahora resulta que después de unos días logro encontrar al ser mágico, ¡Oh sorpresa!, esa criatura está custodiada por un monstruo (hermoso), y ¡Oh segunda sorpresa!, tanto el monstruo como la criatura quieren que las lleve y complete mi tarea… ¿Qué les sucede?
Haciendo esta pequeña rabieta alcance a escuchar unos pasos que se iban alejando de mi al girar mi cabeza en las direcciones de las que pensaba aquellos pasos podían provenir, vi a un pequeño grupo de 6 hombres armados que iban en la dirección exacta en la que aquel lago se encontraba; la verdad es que no me preocupe mucho porque cuando salía del lago y e intentaba regresar no importa que hiciera nunca lo lograba por lo que aunque esos sujetos caminaran hacia aquel sitio, dudo que puedan encontrarlo. Uno de ellos me vio, pero al ver que soy humano simplemente desvió su mirada sin prestarme atención y continuaron su trayecto, ignorando yo también al grupo simplemente decidí salir de aquel bosque. “Lo que tenga que ser, será.”, pensaba ocasionalmente, pero… La imagen de aquella chica y del gran lobo se apoderaba de mi mente… Mis piernas dieron vuelta y comenzaron a correr hacia aquel lago, no quería quedarme con el crédito por la captura de la criatura, no… Lo que quería es avisarle a la criatura que algo iba tras ellas. Por más extraño que parezca esta vez y a diferencia de las anteriores logre llegar al lago y allí estaban las dos, una junto de la otra mirando en la dirección exacta por donde yo llegue, era como si siempre hubieran sabido que volvería y no solo eso, sino además la dirección, pero no estaba solo, de donde yo me encontraba a varios pasos hacia mi derecha el resplandor del brillo de las espadas y armaduras de aquel grupo me encandilaba ocasionalmente… las encontraron.
Apenas verlos, pensé que Khana se lanzaría sobre ellos y los aniquilaría, pues sus intenciones no son buenas, pero en cambio solo se volvió a echar al suelo y se recostó, justo como antes cuando yo planeaba llevarme a Mikhen.
Editado: 12.05.2022