Tras el golpe que he dado mi cuerpo quedo demasiado cansado, Khana arribó conmigo, me cargó y me alejo de aquel temible dragón. Este a su vez se levantó sacudiendo su cabeza y volteó a mirar a Khana de una forma un poco… Invasiva.
Khana por otro lado, sólo mantuvo la distancia, y le gruñía con mucha fuerza a aquel dragón.
Al momento de escucharlo, supe de inmediato que la cosa estaría peligrosa… Me dejé caer del lomo de Khana y le dije que se alejara lo más que pudiera. Ella se negó evidentemente, y tras gritarle de una forma que incluso ella podría entender, me obedeció. El dragón que volaba a lo alto suspiro de una forma profunda y calmada, en su cuerpo, específicamente en la parte de su estómago, podía verse como el fuego comenzaba a acumularse y a intensificarse. Algunos segundos después, tras haberse elevado quizás 10 metros, soltó una fuerte llamarada que en vez de tomar los colores normales del fuego; azul, amarillo, naranja y rojo; se volvió completamente negro. Este es el verdadero fuego de dragón y un fuego que no suele verse, ya que los suele dejar demasiado vulnerables.
El fuego tocó el suelo y se comenzó a extender a lo largo de kilómetros y kilómetros hacia todas las direcciones. Aun y cuando Khana se fue con mucha anticipación espero que se encuentre bien, ya que este tipo de fuego puede derretir hasta el alma misma y aun en mi mejor estado resistir algo así me hubiera sido demasiado difícil… El fuego entró en contacto con mi cuerpo y me empezó a arder como nunca antes. Las escamas de mi piel se endurecieron a causa del mismo calor y poco a poco me fue siendo completamente imposible moverme, alcancé a cubrir mi rostro con mis brazos, pero el calor era completamente insoportable; el dragón continuaba escupiendo este fuego negro y el suelo ya se encontraba completamente en llamas. La tierra misma estaba siendo derretida y el calor era tan exagerado que toda vida que habitaba a lo largo de estos kilómetros que estaban siendo atacados por el fuego simplemente ya no existían más... Llego un punto en el que mi cuerpo ya no pudo resistir más la presión y todo se volvió oscuro. Lo último que vi, fue como el dragón después de estar completamente agotado por la enorme fuerza que había requerido aquello, cayó al suelo causando un estruendo y nada más.
NARRACIÓN POR PARTE DE LOAN
Mis piernas estaban completamente agotadas, correr hacia aquel sitio donde todos se encontraban, me era algo parcialmente imposible, por lo que me estaba exigiendo quizás mucho más de lo que mis propias piernas podían otorgarme. De pronto, un escenario completamente ajeno a lo que mis ojos podrían creer como real se hizo presente. El cielo se tornó completamente iluminado y se sintió un calor demasiado abrasador, frente a mi, pude ver como un fuego negro acariciaba el suelo y comenzaba a derretirlo. Yo completamente asustado di algunos pasos hacia atrás ya que pensé que ese fuego me alcanzaría. Sin embargo no se acercó demasiado a mí, simplemente se quedó a lo lejos y de entre el fuego vi como Khana salió dando un gran salto. Ella estaba muy dañada, su pelaje tenía demasiadas quemaduras, así como su piel misma, y después de caer al suelo se quedó tumbada. Me asuste de ver aquello, por lo que sin pensarlo demasiado, corrí hacia allí donde ella se encontraba. Por fortuna, al momento de llegar hasta donde ella se encontraba, lo cual me tomo algunos minutos, el fuego cesó por completo, y fue soportable permanecer ahí, ya que el calor que el fuego emitía era demasiado y estar muy cerca de él hubiera sido realmente imposible para un simple humano como yo.
Estaba ya frente a Khana y podía verla respirar muy agitadamente, su piel estaba demasiado dañada, igual que su pelaje y las piezas de madera que recubrían algunas partes de su cuerpo se encontraban todavía un poco encendidas con aquel extraño fuego negro, que intenté apagar palpando con mi mano, pero al momento de estar cerca de intentarlo, éste me quemó. Solo tuve la opción de esperar a que se apagara por sí mismo…
Al mirar note algo importante.
Al decirlo, y como pude, intenté ayudar a Khana para que siguiéramos el camino e ir a encontrar a Ryu, o ya mínimo su cadáver, este fuego fue sin lugar a dudas causado por aquél dragón del que Ryu nos quería salvar, pero sólo con ver la escena se nota que nada pudo haber sobrevivido a ello. Me atrevo a decir que incluso otro dragón no podría hacerlo; la imagen que perciben mis ojos es completamente ajena al entendimiento humano. La tierra misma esta derretida, y aunque ya todo acabó, el calor que todo esto emana es simplemente exagerado. Khana estaba caminando detrás de mí a una velocidad algo lenta por todo lo que su cuerpo había sufrido, pero podía ver cómo cada minuto que pasaba su cuerpo se iba curando poco a poco.
Editado: 12.05.2022