Kicho

CAPITULO 4 (1-5)

¿?- ...Maldita sea. Vivieron. ¡Nunca seremos libres!

Oí un grito desesperado detrás de mí y me giré para ver. Varios aldeanos, incluidos los que habían evacuado a la casa del jefe, se habían reunido.

(Están hablando de los bandidos, ¿verdad?)

MC- ¡Todo está bien! Hemos espantado a los bandidos y creo que esta vez no tendrán prisa por volver. ¡Y hemos rescatado a la chica que se quedó atrás! ¡Así que todo el mundo está a salvo!

Mis palabras no dieron ánimos. Una docena de miradas frías me atravesaron. Algunos me miraban con lástima. Otros como si fuera un tonto. Algunos me maldecían con la mirada. El grito de desesperación, empecé a darme cuenta, no era por los bandidos... sino por los niños.

NIÑO- Señorita...

(A mí... no me gusta esto. Es la misma actitud de "dar la espalda y esperar a que se vaya" que mostraron en la casa del jefe cuando el niño llegó por primera vez)

Empezando a preocuparme, guardé a los niños a mis espaldas, por si acaso.

KICHO- MC.

MC- ¿Por qué está... todo el mundo tan alterado?

MUJER VIEJA- Interviniste en nombre del demonio.

De entre la multitud, la anciana dio un paso al frente, señalándome, las arrugas de su rostro profundizando su ceño fruncido.

MC- Yo... no creo que lo hiciera. No con intención. Pero... quiero saber por qué lo crees...

VIEJA- Porque te lo advertí y a ese niño maldito el pequeño engendro del diablo no merece la pena salvarlo.

CHICA- Ahh...

("Engendro del diablo"? ¿Esta niña? No puede ser en serio. El siglo XVI es un poco pronto para las películas de terror, señora)

MC- NO la llames así.

VIEJA- ¡Llamaré a la criatura como quiera! ¡Eres tú la que tiene que cuidar su lengua, intrusa! Son gemelas. Y no han traído más que desgracias a nuestro pueblo desde que salieron del vientre de mi pobre hija.

Gemelos fraternos, pero parecían tener la misma edad. Los niños se abrazaban como si fueran todo lo que tenía el otro.

MC- ¿Los gemelos traen desgracias...? ¿Cómo...?

VIEJA- Si hubieras estado allí para verlos salir al mismo tiempo... ¡Es antinatural! ¡Un espíritu maligno, sorprendido colándose en nuestro mundo...! Ohh, qué susto. ¡Nunca olvidaré esa visión! ¡Y es sólo cuestión de tiempo que ese cachorro inhumano nos mate a todos...!

MC- ¡Estás diciendo tonterías...! ¡Debe parecerte extraño, pero te aseguro que estos niños son completamente naturales! Y no deberías...

Volví la mirada hacia los demás aldeanos, con la esperanza de persuadirlos de que no se tragaran esa patraña trasnochada. Pero las miradas que recibí me dijeron claramente...

(Ya se lo creen. La falta de información les ha convencido de lo contrario. Al fin y al cabo, la jefa de eventos no dudó en repetirnos su enloquecida retórica...)

----------------------------------------------------------------------------------------

JEFE- Y volverán. Mientras esa lacra siga viva. Todos sabemos quién es el verdadero culpable de que las cosechas se marchiten, de los incendios y de los ataques de los bandidos. ¿Qué será lo próximo, pregunto...?

--------------------------------------------------------------------------------------

(Realmente creen que dos niños inocentes son la causa de su mala suerte. Estaban dispuestos a dejarlos morir por ello)

ALDEANO 1- ¿Por qué no pudieron simplemente morir...?

Una voz cobarde resonó entre la multitud. Los demás, envalentonados, empezaron a unirse.

ALDEANO 2- Iban a... Pero ahora... ¿Cómo puedes intentar salvar nuestro pueblo pero dejarnos con los que van a condenarnos?

ALDEANO 3- ¡No es demasiado tarde! ¡Rápido! ¡Enciérrenlos a ambos en la casa! ¡Aún hay tiempo para que el fuego los purifique!

ALDEANO 4- No deberían haber escapado más allá de las cerraduras en primer lugar. ¡Es la magia del engendro del demonio!

(¿Qué están diciendo? Basta...)

Casi podía verlo, era tan palpable. Más espeso que el humo del fuego, el miedo los había atrapado con su yugo. Convirtiendo a un grupo de individuos en una masa de pensamientos viles. Una turba que, presa del pánico, haría CUALQUIER COSA que la voz les ordenara. Y así fue como su líder pronunció las palabras que yo sabía que condenarían a los niños.

JEFE- ... Todos ustedes tienen razón. Deben morir... hoy.

(¡No mientras estemos cerca! Tenemos que correr. ¡Kicho y yo tenemos que llevar a los niños a un lugar seguro antes de que hagan algo imperdonable...!)

Agarré al joven hermano y a la hermana por las manos y lancé una mirada de intención hacia Kicho, pero él...

KICHO- ¡¡¡Si vosotros, bestias ignorantes, decís UNA palabra MÁS, os disparo a todos donde estáis!!!

MC- Kicho?!

La voz que cortó el aire parecía un disparo. Una metáfora apropiada cuando vi lo que Kicho estaba apuntando a los aldeanos...

ALDEANO 1- ¡Aahh!

(¡Él... tiene un arma de verdad!)

KICHO- ¡¿Los portadores de la desgracia?! ¡¿Espíritus malignos?! ¡¿Por qué ninguno de ustedes puede preocuparse por la vida real de las personas por un segundo?! ¡Es por ustedes y sus creencias supersticiosas que...! ¡Ojalá os callarais todos!

(¡Su dedo del gatillo se mueve!)

MC- ¡No lo hagas!

Me lancé sobre ese brazo que emanaba tanta rabia y me agarré fuerte.

(Nunca le había visto tan emocionado. ¡Tiene que parar antes de que se haga daño!)

MC- Por favor, mantén la calma y baja el arma.

KICHO- ¿Por qué me detienes? ¡¿Estás de acuerdo con ellos?! ¡¿Estás de su lado?!



#6547 en Novela romántica
#2871 en Otros
#410 en Novela histórica

En el texto hay: ikemen sengoku, cybird, kicho

Editado: 18.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.