Hombre- Feh. Sabía que habían mantenido con vida al otro gemelo...
El hombre que se había colado en la habitación de Kicho chasqueó la lengua y avanzó hacia él.
(Está hablando como alguien que acaba de enterarse y no está contento con ello.)
MC- Kicho, por aquí.
KICHO- Ah...
Hombre- ¿Eh?! ¿Quién eres tú?
Tomé la bandeja del desayuno y la estrellé contra la cabeza del hombre.
¡CLANG!
Hombre- ¡Gah?!
(Está distraído. ¡Ahora!)
MC- ¡Corre!
Tomando la mano de Kicho, corrí hacia la puerta desbloqueada.
(Todo estará bien, Kicho. Juro que te protegeré.)
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Una ventaja de los castillos japoneses es que no era difícil encontrar la salida. Tomé un caballo de los establos... y con Kicho en mi regazo, salí cabalgando del complejo y no miré atrás. Cuando llegamos a un tramo de llanuras vacías, finalmente reduje la velocidad a un trote tranquilo.
MC- D-Dime... ¿crees que estaremos a salvo aquí...?
KICHO- Estamos a salvo. Ya lo han atrapado.
MC- ¿Qué?! ¿Cómo lo sabes?
KICHO- Vi a los vasallos de la casa sujetándolo mientras salíamos corriendo del castillo. Creo que pensaron que era mi hermana, de lo contrario, también nos habrían detenido.
MC- Oh... Vaya.
KICHO- A veces vale la pena verse de esta manera.
Kicho sonrió con labios de color rojo.
MC- ¡Podrías habérmelo dicho antes...!
(Si piensan que tomé a Nohime al azar y salí corriendo del castillo con ella, ¡eso me haría parecer un secuestrador! ...Además del robo de caballos que cometí.)
KICHO- Pude haberlo hecho. Pero solo era cuestión de tiempo antes de que TÚ fueras capturado por los guardias. Además, quería ver cómo se veía...
MC- ¿Cómo se veía qué?
KICHO- Todo. El mundo fuera de mi habitación.
Kicho levantó la cabeza hacia el cielo y se deslizó del caballo. Lo seguí hacia abajo.
(...A pesar de todos sus defectos, es un mundo hermoso...)
El viento barrió las llanuras, uniendo su oscuro cabello con la fragante hierba en una danza ondulante. Después de tanto tiempo en esa habitación, cada sonido crujiente era un placer para los oídos. Una parte del mundo que tanto había extrañado. Una parte del mundo que Kicho nunca había experimentado. No había nada allí, pero al mismo tiempo, lo era todo.
(Pensar que esta podría ser la primera vez que siente el viento a través de su cabello.)
KICHO- ...¿Qué... le hice a alguien...?
MC- Kicho?
KICHO- Solo nací... Eso fue todo lo que hice... No lastimé a nadie, ¿verdad? ¿Cómo podría hacerlo? Ni siquiera tuve la oportunidad de...
Se giró para mirarme, como si yo tuviera una respuesta para la crueldad a la que había sido sometido toda su vida. Desearía haber podido hacer más por él que solo simpatizar mientras lloraba. Ojalá pudiera abrir todas las puertas en su vida para que nunca más tuviera que llorar de esta manera.
KICHO- Y-yo... no quiero morir... No quiero morir ahí dentro... Quiero... ¡Quiero vivir...! No soy mi hermana. No soy una sombra. Existo... ¿Verdad? Quiero existir... ¡Yo...!
MC- Kicho. Tú existes.
Lo envolví en mis brazos.
MC- Eres alguien. Eres Kicho. No sé lo suficiente sobre este mundo, pero sé quién eres tú.
Sostuve su cuerpo tembloroso con fuerza.
MC- Estoy tomando esto prestado de un hombre muy inteligente, pero lo que nos convertimos a menudo se forma alrededor de los valores y juicios de los demás. Pero, sin importar las etiquetas que la gente te ponga, siempre serás Kicho y nadie más.
MC- Todo lo que realmente necesitas hacer es vivir y ser fiel a la persona que sabes que eres.
(Espero que estas palabras tengan significado. Tuvieron significado para mí cuando me las compartiste por primera vez. Ahora es el momento de devolverlas.)
MC- Es hora... de vivir tu vida como Kicho. Así es como quiero que vivas también. Por favor, sigue adelante y vive por ti mismo...
KICHO- ¿Tú... crees que debería?
MC- Por supuesto. ¿No te lo dije?
MC- Nunca te engañaría.
(Recuerdo cómo nos conocimos por primera vez. Ninguno de los dos podía confiar en el otro con nuestros secretos. Dudas y engaños. Y... como resultado, nunca llegamos a comprendernos.)
MC- Y no lo digo por ti, sino por mí. Quiero ser sincera. Por eso ahora estoy siendo honesta.
KICHO- ...Eres... extraña.
MC- ¿Oh?
KICHO- No es solo lo que dices. Apareciste en mi habitación de la nada, me llevaste fuera del castillo... Y durante todo ese tiempo, no has hecho más que apoyarme.
(Heh.)
Kicho bajó la mirada a sus manos y las apretó en puños decididos.
(Eso es correcto. Recuerda eso. Desde el fondo de mi corazón, quiero apoyarte a TI.)
Lo abracé como el tesoro que era. Un alma preciosa, única en todo el mundo. Kicho nunca sería el reemplazo de nadie para mí. Escuché los latidos de su corazón, suaves pero firmes.
KICHO- No entiendo... por qué me ves como alguien tan importante, pero... Confío en ti. Y juro que viviré.
MC- Me aseguraré de que cumplas esa promesa. Solo recuerda que si algo te pasara, rompería mi corazón.
Lo solté para mirarlo a los ojos. Estaban un poco rojos debido a las lágrimas, pero brillaban mucho más intensamente a la luz que en aquella oscura habitación.