Seguí a Kennyo bajando la montaña hasta el pueblo. La situación en el suelo era peor de lo que había pensado.
Kennyo- Parece que los alborotadores se han ido.
MC- Sí, pero dejaron un desastre a su paso. Todos siguen en pánico. Necesitamos evacuarlos a algún lugar seguro...
Kennyo- Diles que se reúnan en el borde norte del pueblo. Ese lugar no fue alcanzado por el fuego.
MC- Entendido. ¿A dónde vas?
Kennyo- A detener a los alborotadores para que no causen más daño.
MC- Está bien... Ten cuidado, ¿de acuerdo?
Kennyo- Tú también.
Observé cómo Kennyo se alejaba a caballo y luego miré mis alrededores actuales. Con todos los gemidos, el fuego y el humo, la ciudad parecía haberse transformado en un horrible y torpe monstruo.
Deseaba poder cerrar los ojos. Cerrar mi nariz, mis oídos, apagar mi cerebro.
(Quiero encontrar a Kicho, pero no puedo darle la espalda a la situación frente a mí. Nuestro objetivo es salvar vidas. Eso significa salvar a la gente aquí y ahora.)
Me di una fuerte palmada en las mejillas, como despertando de una somnolienta mañana llena de sueños, solo que los sueños eran pesadillas.
(¡Es hora de ponerse a trabajar, MC! ¡Estás aquí por una razón, recuerda!)
MC- ¡Todos! ¡Escuchen! ¡Necesito que todos vayan al borde norte de la ciudad!
Kennyo había dejado algunos discípulos atrás para que los utilizara, y los reuní para ayudar a difundir el mensaje a los asustados habitantes del pueblo.
Aldeano 1- ¿¡Qué?! ¿¡Vienen desde el norte!?
Aldeano 2- ¡No! Ella está hablando de correr hacia allí.
Aldeano 3- ¿Es seguro allí? ¡Gracias a Dios que hay un lugar seguro! ¿Qué estamos esperando entonces? ¡Vamos!
(Uf. Me preocupaba que fuera más difícil hacer que la gente entendiera. Y los discípulos ya están trabajando para guiar a la gente. Ahora al siguiente...)
MC- ¿¡Whoa!?
Casi me caigo por la oleada de personas que ahora corrían para ponerse a salvo. Retrocediendo y saliendo de su camino, choqué con una mujer que llevaba a un niño pequeño.
(¡Ay! Espero no haber lastimado a ella o al niño).
MC- ¡Lo siento mucho! ¿Están bien tú y tu hijo?
Mujer- Sí. Gracias por tu preocupación. ¿Estás bien?
MC- Oh, sí, estoy bien. De todos modos, deberías dirigirte al norte como los demás. ¡Buena suerte!
Mujer- ¡E-Espera! ¿A dónde vas? ¡Tú también necesitas salir de aquí! ¡Es peligroso aquí!
MC- Lo sé. Por eso todos necesitan a alguien que los ayude a guiarlos.
Mujer- ¡Pero ese trabajo es demasiado peligroso! ¡Deberías correr con nosotros! ¡La última persona que vi tratando de ayudar a todos parecía estar muy malherida! Sangrando del hombro. Insistió en que tenía que irse y no lo he vuelto a ver desde entonces.
MC- ¿Una persona herida, dices?
(Me pregunto si está tan mal que no puede moverse. Necesitamos pensar también en las personas que no pueden huir por su cuenta. Veamos si puedo encontrar a este tipo.)
MC- ¡Gracias por el consejo!
Mujer- Pero... ¡espera!
Salí corriendo a buscar en las áreas cercanas, enviando a tantas personas como pude hacia el refugio. Logramos reunir un pequeño grupo de aldeanos en buena condición física y encontramos no pocas personas heridas que necesitaban ayuda. Tomó toda la tarde. La noche estaba llegando. La ciudad en llamas pasó de ser un monstruo rugiente a un fantasma quejumbroso...
MC- ¿Hay alguien ahí? ¡Haz un sonido si puedes! ¡Un golpe o lo que sea!
Sostuve una lámpara de vela en mis manos, continuando la búsqueda de personas heridas que no pudieran moverse por sí solas. Algunas personas que encontré nunca volverían a moverse... Mi corazón había sido exprimido, de un lado a otro...
(...Mañana, encontraré a Kicho. Esta noche, tendré que conformarme con hacer lo que pueda. Tal vez... tal vez alguien tenga información sobre él...)
MC- Supongo que esta área está despejada.
(Vamos hacia el norte y empecemos a ayudar con la atención de emergencia.)
Finalmente estaba listo para regresar, cuando...
(Hmm?)
Un aroma llegó a mi nariz. Era refrescante oler algo, cualquier cosa que no fuera madera y carne quemada. Y este aroma era tan refinado. Increíble cómo podía detectarlo entre todo lo que estaba ocurriendo. Casi como si... hubiera viajado con el viento para llegar hasta mí.
(Lo sé... este aroma.)
Comencé a perseguir la fuente.
-----------------------------------------------------------------------------
(Juraría que es el mismo perfume. El aire está sorprendentemente impregnado con él.)
Cuanto más me acercaba, más sentía que podía ahogarme con él, había demasiado. De repente, pisé algo con un crujido.
(¡Ah! ¿Qué pisé?)
Levanté mi sandalia para ver fragmentos de vidrio coloridos aplastados en el suelo debajo. El agua del perfume se acumuló alrededor del vidrio, mezclada con rojo... rastros de sangre.
MC- Esta botella estaba en mi...
...La última persona que vi tratando de ayudar a todos parecía estar muy malherida. Sangraba del hombro. Insistió en que tenía que irse y no lo he visto desde entonces.
(¿Podría haber visto...?)
Iluminé el suelo con mi vela. Asustada, avancé lentamente, siguiendo la sangre hasta que encontré un cuerpo... Era Kicho. Estaba desplomado, apoyado contra el callejón, tan pálido que casi parecía azul.
MC- Kicho!
Corrí hacia él, levanté su rostro, revisé sus ojos y labios en busca de signos de vida y respiración.
(...¡Está inconsciente! ¡Oh, hay mucha sangre en su ropa! No puedo cargarlo solo. Necesitaré a alguien que me ayude a llevarlo a...)