Kicho

ROMANTIC ROUTE - CAPITULO 11 (6-10)

Mitsuhide debió de haber despejado ya un camino para salir de la ciudad. Escapamos sin muchos más problemas. No me resistí ni pregunté adónde me llevaba. Por fin, llegamos a...

Mitsunari- ¡MC! ¡Estás a salvo!

MC- ¡Oh, Mitsunari!

Mitsuhide- Supongo que puedo confiarte su cuidado.

Mitsunari- ¡Por supuesto! Ven, MC.

MC- ...Gracias.

El gentil Mitsuhide me ayudó a bajar del caballo. Necesitaba una mano firme. Este campamento parece bastante grande. ¿También están aquí los demás?

Mitsunari- Sí. Aunque en este momento, están liderando las fuerzas para sofocar los disturbios y confiscar el armamento de los agresores. La operación debía comenzar al amanecer, pero recibimos la noticia de que la situación se había intensificado repentinamente.

MC- Eso fue lo que pareció para mí...

Mitsuhide- Parece que tienes todo bajo control aquí. Debo regresar a mi labor. Envía un mensajero si me necesitas.

Mitsunari- Entendido, Lord Mitsuhide.

Mitsuhide espoleó su montura y se marchó de nuevo.

(Mitsuhide parece tan ocupado, y aun así encontró tiempo para traerme de regreso aquí. Bueno, dijo que me llevaría a un lugar seguro, y esto parece bastante seguro. No puedo quejarme realmente. Aunque...)

Mitsunari- ¿Crees que puedes descansar un poco, MC? Te ves terriblemente pálida. Debe haber sido aterrador allá afuera.

MC- Sí, o sea, lo fue. Solo estaba pensando que... No. Olvídalo. Eh, um... esto puede sonar extraño, pero ¿hay algo en lo que pueda ayudar? ¿Cargar cosas o preparar comida o... literalmente lo que sea?

Mitsunari- MC. Creo que lo entiendo... Es muy amable de tu parte. Estoy seguro de que los cocineros agradecerían una mano extra.

Mitsunari- Pero por favor, trabaja solo lo que sientas necesario y no más, ¿sí?

MC- Entendido. Gracias.

(En serio. Gracias por dejarme tener esta distracción. Ya que estoy segura de que no les agradará que me vaya corriendo a buscar a Kicho, necesito algo que me mantenga ocupada...)

Trabajé en todo lo que me permitían, dejando mis preocupaciones al paso del tiempo. La noche cayó...

(Me pregunto si a los Oda les estará yendo bien allá afuera. Sus oponentes no son soldados entrenados, pero las armas se supone que son el gran igualador justo por esa razón...)

???- ¡Oye, si dejas de revolver esa olla, lo bueno que está en el fondo se va a quemar. ¡Déjame intentarlo!

MC- ¿Hmm?

Una gran mano se extendió desde detrás de mí y tomó la espátula de arroz de mis manos. Me di la vuelta y vi a un hombre igualmente grande con una cara grande y sonriente.

MC- ¡Keiji!

Keiji- ¡Hola, princesa! Me alegra verte viva y con todas tus partes intactas.

MC- Pensé que estarías peleando con los demás. O espera, ¿ya terminó?

Keiji- Temporalmente. O algo así. Tendrás que escuchar los detalles de los tipos con cerebros grandes. Hablando de eso, no se puede pensar mucho sin comida. ¡Así que terminemos esta comida!

MC- Claro. Si me pasas la espátula de arroz...

Keiji- ¿Esta cosa tan grande? Necesitarías músculos sobre tus músculos para remover todo esto. ¿Por qué no me dejas hacer esta parte? Mientras tanto, si quieres encontrar algo delicioso para agregar, yo encantado. ¡Cuanto más, mejor, cuando se trata de añadir cosas a la bandeja de la cena!

MC- Está bien. Entonces déjame picar algunas verduras.

Estaba agradecida de que me siguiera dejando ayudar. Juntos, armamos una comida de buen aspecto justo a tiempo para el regreso de todos.

Hideyoshi- ¡MC! ¡Estás a salvo!

MC- ¡Whoa!

Hideyoshi se acercó a mí y me dio un abrazo, luego una palmada en el pecho y finalmente una caricia en la cabeza. Solo podía pensar que debía haber estado guardando esos gestos durante meses.

(¡Ese es un Hideyoshi demasiado preocupado...!)

MC- Me alegra que tú también estés a salvo. ¡Parece que todos los demás también han vuelto!

Nobunaga- ¿Había alguna duda? No puedo presumir de unificar esta tierra si no soy capaz de sofocar una sola revuelta violenta.

MC- ¡Ya no dudo más! ¿Dónde están los demás? ¿Están bien?

Hideyoshi- Ieyasu está en Azuchi, junto con Masamune y Ranmaru. El señor Nobunaga fue sabio al dejarlo bien protegido, dada la anterior ofensiva de Kicho.

(Es todos. Excepto ese...)

Mitsunari- ¿El señor Mitsuhide no regresó contigo? Tampoco ha enviado noticias. Espero que no haya tenido problemas.

Nobunaga- ¿Problemas, hmm? MC, tras reunirte con Mitsuhide y dejar Sakai hace varios días, tomaste la decisión de volver al lado de Kicho.

MC- S-sí...

Hideyoshi- ¿¡Qué?! ¿Lo hiciste? ¿Por qué harías algo tan peligroso?

MC- Lo siento. Sé que no tiene sentido, pero había algo que tenía que hacer.

Nobunaga- ¿Y qué es eso exactamente? Existe la posibilidad de que te hayas convertido en su espía para traicionarnos.

MC- ¡No!

Nobunaga- Si no lo has hecho, entonces dinos. ¿Dónde está él? Mitsuhide me dijo que habías desaparecido. Ahora, estás de vuelta. Mitsuhide ha estado rastreando a Kicho y fue al lado de Kicho donde se te vio por última vez.

Me miró con los ojos de un halcón y me sentí pequeña y como una presa.

(Cuando lo pones así, debo parecer bastante sospechosa, sí.)

MC- ...Está bien. Te lo diré.

Expliqué que había estado con Kicho hasta que otro brote de disturbios nos obligó a huir de la ciudad. En pleno escape, Mitsuhide me encontró, me salvó y me trajo aquí.



#5776 en Novela romántica
#2437 en Otros
#368 en Novela histórica

En el texto hay: ikemen sengoku, cybird, kicho

Editado: 18.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.