King Of My Heart (serie Bad Reputation)

Capítulo 1

Ada

Miro a mi alrededor, todo es oscuro, a pesar de que el sol alumbra Nueva York esta mañana. Pero alumbra solo la vista de los demás, no la mía. Tengo muchos sentimientos encontrados; tristeza, coraje, odio... detesto a la persona que me arrebató a mi padre. Él era lo mas preciado que tenía, y tan solo en unos minutos un estúpido asaltante jaló el gatillo frente a él quitándole la vida al hombre más bueno del mundo.

Comienzo a pensar que dios se lleva a las personas buenas, y deja aquí en la tierra a toda la mierda. Parece que en mis ojos está lloviendo porque no han parado de arrojar lagrimas desde que supe de la muerte de papá. En mi memoria quedan todos los momentos que pasamos juntos que eran maravillosos, recuerdo que le encantaba fumar pipa dentro de su oficina, aunque a mi madre le fastidiara, a veces pienso que lo hacía al propósito, pero ya no lo sabré porque él se ha ido. A parte de tener odio por el imbécil que disparó en el pecho de mi padre cuatro veces, tengo odio por los que estamos presentes, realmente no entiendo qué pasa. Él era un hombre bueno y aquí solo estamos mi madre, William y Oscar el chofer. Nadie más, y parece que están solo por que tienen que estar, por lo menos mamá y William. Ni siquiera fingen tristeza, parece que les desagrada estar presentes, como si mi padre hubiera sido fastidio para ellos.

—Basta de esto, no puedo más —dice mi madre—, vámonos de una vez de aquí, no tenemos que seguir en este lugar tan... deprimente.

Volteo a verla con desprecio, para colmo William le sigue el juego.

—Te doy la palabra, tengo muchas cosas que hacer.

Se dan la vuelta dejándome aquí, no me interesa que se vayan, lo que me enoja es que no les importe que mi padre murió de forma tan trágica y que me esté doliendo más que a nada. Dejo una rosa blanca sobre su tumba, quiero tomarme mi tiempo, pero mamá me jala del brazo y me obliga a levantarme, me arrastra por todo el camino e ignora mis suplicas de quererme quedar unos minutos más. Es el último adiós a mi padre y no puedo dárselo como quiero.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué me tratas así?

—No hagas drama, estuvimos bastante tiempo ahí, después regresas si tú quieres.

Oscar arranca el auto y nos vamos del cementerio, no era así como me quería ir, ni siquiera me dejaron despedirme de papá como yo quería. Volteo a ver a William para que me apoye, pero a él parece no importarle y se pone sus audífonos. Nunca me había sentido tan sola como ahora, George Claire era mi mejor amigo. Quiero olvidarme de lo que he vivido las ultima 24 horas y llegar a casa a dormir, me recargo sobre el vidrio de la ventana y miro al exterior. De pronto noto que Oscar se desvía del camino a casa, volteo a verlo y luego a mi madre.

—¿No íbamos a casa? —pregunto.

—Nosotros sí, tú regresarás al colegio.

¿Qué? No pueden tratarme así.

—Quiero regresar a casa, no quiero volver al colegio, no estoy preparada.

—No vas a regresar a casa —levanta la voz—, cariño, volver a tu rutina te hará bien.

Después baja su tono conmigo e intenta ser dulce, si supiera que su actitud me está doliendo demasiado, me está quebrando. Tendríamos que estar los tres juntos para superar este trago amargo, pero creo que es lo mejor. Regresar al colegio y ahí poderme desahogar. Creo que no cuento con mi familia para esto. Regreso a mi posición y William suelta una mala palabra.

—¿Qué diablos está pasando? Quiero llegar rápido —dice y se quita los audífonos.

Oscar se pone tenso y se acomoda en el asiento, sostiene con más fuerza el volante y las venas de sus manos se saltan. Algo no anda bien. Volteo hacia atrás y me entra mucho miedo, Oscar se ha dado cuenta de que nos están siguiendo, dos autos negros parecidos al nuestro vienen persiguiéndonos.

—Sosténganse fuerte —advierte y pisa el acelerador.

Las llantas chirrean y tengo que taparme los oídos cuando empiezan a escucharse disparos, mis fosas nasales comienzan a reconocer el olor a quemado y se escucha claramente como el metal del coche recibe las balas.

—¿Qué pasa? —grito.

William se pone a chillar como niña y se esconde detrás del asiento del copiloto. Mamá empieza a gritar y sigue a su hijo. Yo no sé que hacer, solo me tapo los oídos y cierro los ojos muy fuerte pidiendo no morir; todavía no he cumplido mis sueños. No me quiero morir ahora.

—Nos están siguiendo, no entiendo por qué.

—¡Nos van a matar, nos van a matar! —grita William.

Oscar está poniendo todo de su parte para que no nos alcancen, acelera lo mas que puede y antes de dar vuelta en U un hombre en motocicleta nos alcanza, maneja justamente del lado donde vengo sentada, abro un poco mas los ojos y me doy cuenta que también está tan tenso, voltea solo un poco y me quedo viendo sus ojos marrones. Lleva una camiseta blanca y sus brazos están llenos de tatuajes, se me hace tan desagradable, su cuerpo parece pared de cárcel. Pero eso no es lo importante, sino el por qué nos atacan. Mientras todo es tensión aquí adentro yo siento que mi corazón comienza a latir más rápido de lo normal, el muchacho me mira fijamente a los ojos como si no le diera miedo lo que tuviera en frente, como si solo se centrara en mi mirada, da una sonrisa de lado y regresa la vista hacia al frente. Damos vuelta y no puedo quedarme así, subo las rodillas sobre el asiento y me fijo atrás, él también ha desistido, los autos se detienen junto con él y por fin nos dejan en paz. Siento que voy a caer a un vacío profundo, me duele demasiado la cabeza y puedo escuchar perfectamente los latidos de mi corazón.

—¿Qué diablos fue eso? —grita William con el rostro lleno de lágrimas.

Se las limpia con vergüenza pensando que todos estábamos tan afectados que no nos dimos cuenta que empezó a llorar como niñita asustada.

—No lo sé —responde Oscar desde adelante.

Mi madre regresa al asiento y se acomoda el cabello. La agarro del brazo e intento que me diga si ella sabe por qué nos estaban siguiendo, pero no dice nada. Todo fue tan rápido y tan raro que no puedo calmar a mi corazón, la respiración me falla y tengo que intentar calmarme como lo ha hecho Oscar, o mi madre. El chofer toma otro camino hacia el colegio, conozco este camino, solo lo tomo cuando salgo los sábados y no tengo ganas de llegar a mi casa. Las cosas en mi casa eran normales, mamá se la pasaba afuera haciendo compras innecesarias al igual que William, y mi papá en la oficina. El negocio de la familia es una empresa de exportaciones e importaciones y no sé ahora quien se hará cargo de todo, dudo que William sea capaz; solo tiene 15 años. Y yo ni qué decir. A mi siempre me dijeron que mi única obligación era la escuela y siempre he intentado hacer las cosas bien, llevo buenas notas y me esfuerzo por nunca bajar mi promedio.




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