Kingdom of Dragonye. Novela Ligera.

2

Capítulo 2: La verdad.

—Estoy confundido, Gran Héroe—dijo Bruno, con la duda carcomiéndole—. ¿Cómo que soy el elegido para ser el próximo héroe? ¿Y que no habías acabado con el Círculo de los Demonios? ¡No entiendo nada!

Yato, con esa serenidad reposando en su temple que lo categorizada como el Héroe más fuerte que ha existido, solo se rio.

—Entiendo todas tus dudas, Bruno—dijo—. Pero hay algo que todavía no te has enterado.

—¿Qué cosa? —preguntó Bruno, con un gesto de embrollo.

—Tu padre nunca te contó que él pertenecía a la Estirpe Sagrada Imperial, la ESI de la Alianza de las Razas.

—¿Qué? —Bruno dio un respingo. No sé creía nada—. Eso no es cierto. Mi padre solo era un mero pueblerino que tomó el cargo de nuestro pueblo por tratar bien a los pueblerinos. Los mismos pueblerinos decidieron que ya era hora de que un buen hombre los guiara del mal que se propagaba por nuestras tierras. Él no puede pertenecer a la Sangre de los Nobles.

—Siento decepcionarte, Bruno, pero todo lo que te digo es verdad. Y tengo prueba para demostrártelo. Pero te digo: ¿Estás preparado para saber la verdad?

—¿La verdad? ¿Cuál verdad?

Yato cambió rápidamente su temple, ahora estaba serio. Bruno tragó saliva al notar la seriedad del Gran Héroe.

—Hace 20 años atrás—Yato se volvió y fijo su mirada en las hermosas aguas de la fuente, comenzando a relatar—, cuando tú padre estaba encargado de realizar sus labores como el Primer Príncipe de la Sangre de los Lenuxs de la ESI del Sur, ya habían conflictos dentro de la familia. Tu padre se negaba a su hermano segundo, el Segundo Príncipe de los Lenuxs, porque sus pensamientos no eran adecuados para el beneficio de su familia. En esos tiempos, tu madre era una mera sirvienta que había venido por encargo desde la ESI del Norte; ella era buena en lo que hacia, fue por eso que tú padre se fijó en ella en el primer día que la vio trabajar, y la reclamó rápidamente para que trabajara en su espacio en el Palacio Real.

»» Pasaron algunos meses y tú padre se había enamorado ciegamente de tu madre. No obstante. En la ESI estaba totalmente prohibido que un Noble de alto rango no podía enamorarse de una Sangre Insignificante como solían llamarles a las personas que vivían bajo la sombra de los más grandes. El hermano de tu padre se enteró de ese menudo error y lo amenazó en decirle a toda la ESI de su amor; el muy cabrón pedía a cambio por mantener silencio que tú padre dejara su cargo y se fuera lejos. Tu padre, indignado, porque tenía muchos planes que beneficiarían a muchos pueblos del Sur, no tuvo más opciones que aceptar. Entre una malévola sonrisa dibujada en el rostro de su hermano, tu padre se marchó en compañía de tu madre muy lejos, dejando atrás sueños que fueron opacados por solo un error.

—¿Cómo sabes todo eso? —preguntó Bruno, tranquilo al escuchar el relato de Yato.

—Te noto tranquilo, Bruno—dijo Yato, todavía manteniendo esa seriedad—. Puedo viajar al pasado con mi poder y averiguar cualquier cosa que me interese en un plazo largo entre el Espacio y Tiempo. Presentía desde que arrasaron este pueblo que tus padres dieron la vida no solo por amor de una sola persona, si no por la salvación de un mundo entero.

—¿Qué intentas decirme, Gran Héroe del Infinito? Estoy muy confundido.

—Nada que pudiera resolver con solo un discurso. Pero…—hizo un silencio por un momento. Respiró hondo y luego continuo: —Tu pueblo no fue arrasado por Demonios. Fue el hermano de tu padre que lo hizo—desenlazó como si fuera terminado de una novela completa.

—¿Qué? —Bruno se hincó de repente—. ¡No creo que la organización que nos juro protección hayan arrasado a nuestro pueblo así como si nada! ¡No digas mentiras!

—No te estoy mintiendo, Bruno—se volvió para ver a Bruno de frente—. Desde que destruí el Gran Artefacto que tenía abierta a las Puertas del Infierno, los Demonios no han podido salir de su círculo. Si fueran logrado salir de su círculo, tampoco fueran llegado a la Alianza de las Razas, porque al Círculo de las Razas lo rodea por completo un fuerte escudo transparente mágico que no deja que ningún Demonio llegué a nuestras tierras. Siempre hemos estado a salvo en estas tierras. Desde que se creo este reino, nunca ha habido ataques relacionados con Demonios, es por eso que existe el Círculo de las Razas, para rechazar cualquier ataque que provenga del Círculo de los Demonios.

—Entonces… —en ese momento le llegó un recuerdo.

FLASH BACK:

Padre. Tengo miedo. Los Demonios son horribles y pueden hacerle daño a nuestra gente.

—No te preocupes, hijo mío. Estamos seguro en estás tierras. Lamentablemente las personas que viven en el Círculo de las Razas son lo que sufren ataques a diario de Demonios. Démosles las gracias a Dios por haber nacido en este reino.

—Si.

FIN DEL FLAS BACK.

Yato observó a Bruno con algo de preocupación, pues no sabía cómo iba a reaccionar después que su poder interior le hiciera ver la verdadera verdad.

—No puede ser… esos malditos… ¡NO DEBERÍAN VIVIR!

De repente, un aura de negación absoluta comenzó a envolver a Bruno; sus ojos se encendieron de una flama ardiente. A causa del aura de negación, la tierra bajo sus pies comenzó a sufrir por el intenso poder que desprendía el aura de negación. Yato actuó rápidamente y absorbió esa aura con su poder; finalmente había echó que se rompieran las Cadenas Espirituales que tenían sellado su poder interior.



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En el texto hay: demonios, novela ligera, aventura fantasia

Editado: 06.10.2025

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