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Capítulo 3: Un nuevo héroe ha despertado.

Bruno comenzó a abrir los ojos poco a poco; le dolía mucho la cabeza.

« ¿Qué ha pasado conmigo?» se preguntó en su mente, mientras se tocaba la frente.

Bruno no tardó en darse cuenta que estaba acostado cerca de la fuente; desde que se desmayó nunca se había mudado de lugar.

—¿Te sientes mejor? —le preguntó Yato, al acatarse de que Bruno ya había despertado. Bruno logró sentarse sobre la hierva tupida.

—¿Qué ha pasado? —le devolvió la pregunta—. ¿Por qué estaba acostado?

—Te desmayaste cuando rompiste las Cadenas Espirituales que tenían sellado tu poder interior—respondió, con serenidad—. Ahora podemos pasar a la última fase.

—¿Última fase? —estaba muy confundido.

—Si—afirmó—. Ya es hora que recibas todo mi poder. Debes emprender un nuevo viaje por todo Dragonye y acabar con los Demonios.

—¿Qué? ¡Espera, espera! Yo no puedo recibir tu poder, y tampoco estoy preparado para acabar con los Demonios. Esto es mucho para mí.

Yato se rio, como de costumbre.

—Desde que naciste siempre has estado preparado. A veces el destino puede ser cruel, pero a veces puede ser beneficiosa. —Le extendió la mano a Bruno. —Vamos Bruno, no tenemos mucho tiempo.

Bruno no dudó más y cogió la mano de Yato, este lo ayudó a colocarse entre sus pies.

—Mi poder es uno de los arcanos más rotundos que ha pasado en generación en generación desde la Primera Guerra de los Demonios—relató—. Ahora es tu turno que lleves nuestro legado y sigas con la misión de exterminar todo mal que pueda hacerle daño al mundo exterior. ¿Estás preparado?

Bruno asintió a medias; desde su interior sabía que no estaba preparado para una misión de ese calibre, pero tampoco podía negarse. Yato aceptó esa actitud.

—Se que no te sientes preparado para recibir mi poder—intuyó cuando Bruno asintió con la cabeza—. Pero no te preocupes. Cuando recibas mi poder, te sentirás diferente.

—¿Diferente? —preguntó Bruno, confundido.

—Si. Los poderes que residen en Dragonye provienen de los Dragones Antiguos que lucharon hasta la muerte para que los Demonios no cumplieran con su objetivo: destruir el mundo exterior y esclavizar a la humanidad. Existen varios tipos de poderes, pero los más comunes son las Bendiciones de los Dragones y la Maldiciones de los Demonios; también existen poderes desconocidos que superan a los poderes de los dragones y de los demonios, pero en estos tiempos sigue siendo un misterio. En estás tierras, hay pocos aventureros que poseen estos poderes, así que algunos encantan sus armas y armaduras para la defensa. El ser viviente posee dos Focos anclados en su interior; uno que almacena Maná y el otro dónde descansa su poder. El Foco que almacena Maná mantiene en funcionamiento el cuerpo viviente, mientras el Foco donde descansa el poder otorgado se encarga se fortalecerlo. No obstante. Existe seres vivientes que poseen doble Foco de Poder.

—¿Doble Foco de Poder? —ya le estaba interesando el tema a Bruno.

—Exactamente. Estos pueden dominar dos poderes a la vez, y su Foco Principal de Maná puede evolucionar varias veces hasta dividirse en cinco partes. Pero hay pocos seres vivientes que nacen con esa rareza. Ahí es donde entras tú.

—¿No me digas que…?

—Si. Tu posees doble Foco de Poder—lo sacó de sus dudas.

—¿Cómo puede ser posible todo eso? —no se lo creía—. No puede ser posible que yo sea tan maravilloso para poseer una rareza de esa categoría.

—Aunque es difícil de creerlo, es cierto. Dentro de ti llevas un gran legado que tu no te imaginas que existe. Cuando conozcas toda la verdad, te darás cuenta de muchas cosas. Mi poder solo te ayudará a despertar tu otro poder oculto, por eso tienes que emprender un nuevo viaje fuera de estas tierras.

Bruno, conmovido por todo lo escuchado, no dudó más y dijo con determinación:

—Si ese es mi destino, no queda más que aceptarlo. Muy bien. Comencemos. Estoy ansioso de saber toda la verdad de mi Sangre.

Yato sonrió al ver la determinación del joven.

—Bien.

Yato hizo aparecer una afilada daga espiritual y, sin dudarlo, le hizo una profunda herida en forma vertical en el ojo derecho de Bruno en un golpe perfecto; Bruno se retorció del dolor.

—¿Qué mierda has echo? —reprendió Bruno, furioso, mientras trataba de parar el sangrado con su mano. Su ojo derecho lo había perdido.

—Cálmate, Bruno—lo trató de calmar—. Ese no es nada para ti.

Yato comenzó a abrir poco a poco el ojo donde surcaba en forma vertical la cicatriz.

—¿No habías perdido ese ojo? —preguntó Bruno, desconcertado, mientras admiraba el brillo rojizo que brotaba del ojo de Bruno.

—Este es mi poder: el Poder Astral del Infinito. Ahora te pertenece, Bruno.

Yato, sin dudarlo, se arrancó a sangre fría el ojo mágico.

—¿Cómo es eso posible? —exclamó Bruno, sorprendido—. ¿Y donde está la sangre?

—Ya cuando eres un ente espiritual, tu cuerpo pierde muchas cualidades mortales—respondió, calmado, con el ojo mágico en su mano—. Ya lo entenderás a su tiempo. Bueno. —se acercó a Bruno. —Basta de charla.

Yato extendió su mano y le colocó el ojo mágico en la frente de Bruno; cerró los ojos ( Bueno, el que le restaba), y entró en modo meditativo. Yato pudo conectarse con las energías naturales del Foco Principal de Bruno.

—¡Oh, grandes dioses de Dragonye! —comenzó a recitar un encantamiento—. ¡Creadores de los Supremos Guardianes! ¡Otorgo mi poder al próximo héroe que acabará con los Demonios! ¡DESPIERTA! ¡CONTROL ABSOLUTO DEL INFINITO!

De repente, el ojo mágico reaccionó y comenzó a brillar intensamente; Bruno comenzó a sentir como su Foco Principal era sometido por una energía nueva, el sacudimiento de su cuerpo denotaba ese hecho. Después de un rato, el ojo mágico desapareció en una explosión mágica. El encantamiento había sido todo un éxito.

Bruno cayó hincado de una rodilla; rápidamente se colocó su mano en el ojo dañado, pero se sorprendió que todavía permanecía ahí como estaba antes.