Al salir de aquel lugar, comenzaron a dirigirse hasta lograr llegar a ver que los monstruos estaban esperando a sus nuevas presas con tanta paciencia que no podrían decir si esto era como la hora de casería. El premio que estaba en juego en este momento era algo mayor a lo que ellos habían sentido antes. Sus instintos les decía que debían de estar preparados para todo lo que venia y si lograban su objetivo terminarían con una amenaza mayor a la que podrían haber imaginado antes.
Por ello, sin hacer ruido, Kir tomo la mano de Guk y no dejo que hiciera ni un ruido mientras analizaba con una detallada mirada lo que hacían ellos. Viendo que no sería tan fácil el pasar a través de ellos sin tener que exponerse al peligro, esto era sin mencionar que toda la adrenalina que tuvo el día anterior no le ayudaría en esta ocasión y seria algo descabellado el tratar de jugar con la suerte que tuvo la vez pasada. Kir, también tomando en cuenta que en esta ocasión no andaba solo, aunque lograse volver a sacar toda la adrenalina que tuvo el día anterior, no podría protegerla ya que su razonamiento se perdería con ello y esto terminaría en una tragedia más que lamentaría por toda su vida.
Así que, viendo que todos comenzaron a juntarse en ese punto, le hizo una seña con la mano a Guk para que le siguiera y lo rodearan. Pero Guk, viendo que no seria buena idea lo que pasaba por su mente, le susurro – hey, no vayas por ahí. Yo conozco el lugar indicado para poder salir de este lugar y poder cambiar nuestra suerte. Pero debes de seguirme. Si no lo hacer, no puedo asegurar que puedas quedar ileso de esto – Kir, pensando – cierto, no puedo negarme a lo que ella dice. Además, no puedo hacerme el listo cuando apenas llevo unos días desde que entre en esta cueva, sin mencionar que sólo llevo un día, bueno, dos con el día de hoy aquí abajo. Y, en el caso de Guk, tiene mucho más tiempo y conoce el lugar mejor que yo. Si no fuese así, ella ya no estaría viva en este momento –, luego susurro – esta bien, te sigo – Guk asintió con la cabeza y lo guio por el lado izquierdo, que era el lado contrario del que deseaba tomar Kir.
Comenzaron a caminar sin hacer mucho ruido y, aprovechando que los monstruos por alguna extraña razón no lograban prestarles atención a sus presencias, era la mejor oportunidad que podrían tener para salir sin tener que pelear y tener una mala forma el final de este. Sin embargo, bajo la guía de Guk, ahora ya se encontraba yendo por otro camino el cual era completamente seguro.
Mientras estaban pasando de un lugar a otro, Kir noto que en ni un momento se encontraron con monstruos o algún otro obstáculo. A pesar de ser esto algo muy sospechoso, Kir siguió sus instintos que le decía que en este momento puede confiar completamente en Guk y que todo saldría bien.
Conforme pasaban de un lugar a otra, tuvieron que caminar por bastante tiempo. Subieron algunos lugares montañosos como el bajar por algunos barrancos. Esto, hasta cierto punto, era un poco increíble el que todo esto fuese posible dentro de una cueva, sin mencionar que la iluminación que era conforme le día de afuera. Por ello es que se podía distinguir bien el día y la noche. Había algo que hacia que todo lo que contemplaba era lo suficientemente preparado para la supervivencia y la coexistencia de todos los que habitaban en aquel lugar. Pero, el conocer que este lugar era el más peligroso para los humanos, no se podía ignorar que se encontraba en una clase de guardería de los que después de que logren salir de ese lugar se convertiría en una completa locura y destrucción para ellos. Kir, tomando como base el destruir a Gurak, no pensaba que era necesariamente tomarlos a la ligera. En su mente tenía que, después de tratar con Gurak, él tendría que volver y encargarse ellos también para que no llegase hacer ni un estrago en el reino.
Luego de haber pasado ya unos cinco días, al fin se vieron frente a la gran pared que deberían de escalar para salir de es lugar. Lo que quedaba ahora era conseguir la forma de poder subir sin que los atacaran y más importante aún, el poder resistir escalar sin para por unos dos o tres días seguidos. Puesto que la inmensa pared era lo suficientemente alto que no sería posible conseguir como descansar. Era como una trampa mortal y, a pesar de haber logrado sobrevivir una vez, no significa que lo haría una segunda vez como fue la vez anterior.
Guk, mirando la pared como algo insignificante, dijo – toma mi mano y no la sueltes por nada. A partir de ahora yo me encargare de todo – Kir, sin dudar un momento en sus palabras, tomo con fuerza la mano de Guk. Ella, teniendo en cuenta la fuerza de Kir, se preparó para saltar. Guk, cerrando sus ojos por unos segundos, mientras en su mente comenzaba a calcular las coordenadas para que esta acción no fuese en vano. Luego, abriendo sus ojos, miro fijamente la pared y visualizo su objetivo que era el llegar a la cima de esta.
Guk, saltando con fuerza, jalo a Kir como si se tratase de una hoja de papel. Guk, con tan sólo un salto, con la fuerza que empleo, logro llegar hasta la mitad de la pared. Al tocar la pared, como si se tratase de un camino completamente recto, ella dio inicio el escalar en esta. Guk, corriendo con una gran velocidad, se vio una gran ventisca de polvo que se levantaba detrás de ella.
Esta pared, que Kir había creído que era completamente imposible o un gran reto el poder escalarla, ahora lo veía desde otro punto de vista. Kir, sin soltar para nada la mano de Guk, miro por un instante su rostro y la expresión que tenia en ese momento. Kir, mientras se fijó en esto, pensó – no me había dado cuenta que ella tenia una expresión de estar determinada y que nadie se lo puede quitar. Al parecer tiene una línea trazada que nadie podrá llegar a borrarlo tan fácilmente. Sin mencionar que – por un momento pudo notar algo que nunca había hecho, era sus ojos azules que cambiaban de un momento a otro en rojo y viceversa – esto me recuerda que... esos ojos los había visto en algún lado. Pero nunca creí ver unos ojos que cambien tan repentinamente de color. ¿por qué no lo pude notar antes? – de pronto se vio la cima de esta gran pared.