Haruto Maruyama, el magnate hombre de negocios conocido en todo Japón, y no precisamente por sus obras de beneficencia o por sus negocios lícitos. Sino por lo contrario: fabricación ilegal de armas, encargo de "desechos tóxicos", y la fabricación de partes de cometas prohibidas en las Kite Wars. Incursionó precisamente en las Kite Wars para entrar al negocio naciente de los juguetes electrónicos y llevarse una tajada del pastel, pero se retiró cuando Kite Incorporated le insistió en dejar de fabricar partes para cometas que adjuntaran armas. Armas que más adelante le fueron confiscadas en un puerto mercantil con rumbo a países del tercer mundo, además de alianzas con el crimen organizado en cada uno de los países en los que quería "negociar".
Fue gracias a sus abogados que Maruyama no pisó la cárcel, pero tal pareciera que desde las sombras planea muchas cosas más. Algunas inimaginables.
-----------------------------------------
Kaito no pudo dormir esa noche. Estaba pensando en todas las situaciones en las que se había vuelto involucrado desde ese fin de semana. Unos sujetos de traje que estuvieron a punto de secuestrarlo, un sujeto extraño con pintas de ser todo un delincuente entregándole unos Kite Cores, y ahora con más razón lo estaban buscando.
—¿Qué es lo que está pasando? —se preguntó a sí mismo.
------------------------------------------
Mientras tanto, en la oscura noche, tres figuras aparecían en la cuadra donde se encontraba la casa de Kaito.
—¿Aquí es? —preguntó una voz femenina.
—Sí. —respondió otro. —Es la dirección que nos dio Maruyama.
—¿Buscaban algo? —respondió una voz a lo lejos.
Los tres sujetos se voltearon asustados para tratar de buscar aquella misteriosa voz. Al voltear hacia arriba, se dieron cuenta de una extraña figura parada sobre la lámpara que iluminaba la calle.
—Otra vez tú, Justice Kiter. —respondió el líder del trío. —Sabes bien que Maruyama está muy molesto por lo que hiciste.
—Solo hice lo que creí correcto. —respondió el Justice Kiter. —Y ni piensen que le harán daño al hijo de Ichihara.
—¿Ahora te convertiste en el guardaespaldas de Ichihara? —preguntó la bella damisela. —¿Por él le diste la espalda a Maruyama? ¡Sabes bien que no te convenía liberarlo de su celda! ¡Por él perdiste todo lo que alguna vez Maruyama te dio!
—Debo reconocer que Haruto me dio la mano cuando todos me dieron la espalda, pero no pude pasar por alto lo que estaba haciendo con el profesor Ichihara. —respondió el Justice Kiter. —Por eso lo liberé, a pesar de que ahora Haruto esté buscando mi cabeza.
En ese momento, el líder del trío y el Justice Kiter sacaron sus cometas y comenzaron a pelear. El estadio: la ciudad entera.
----------------------------------------------------
Era la hora del descanso, y Kaito seguía pensando en lo que había pasado hasta entonces. La forma tan extraña de haber conseguido su cometa, aquella pelea contra Hayato...
—¡Kaito! —gritó Ai llevando su celular en mano. —¡Tienes que ver esto!
Su voz se escuchaba nerviosa, como si hubiera visto algo impactante. Kaito tomó el celular de Ai y leyó el contenido de este.
—"Misterioso sujeto de negro aterroriza el vecindario". —recitó en voz alta. —"Una lucha de cometas se ha desatado cada noche en lo que parece ser una oleada de delincuencia. Cada noche se han desarrollado peleas de cometas, los vecinos han escuchado choques metálicos que corren en la calle, así como robos a diferentes casas. El equipo de Noticias de la Mañana ha tomado en exclusiva una fotografía del presunto responsable".
Kaito pasó el dedo sobre el celular de Ai y vio ahí una figura totalmente familiar.
—El Justice Kiter... —respondió. —No puede ser...
—Sí. —respondió Ai. —Es probable que ese "Justice Kiter" en realidad sea un delincuente. Y seguramente a alguien le robó esos Kite Cores que tienes en tu poder.
—Si esto sigue pasando, es probable que cancelen el Ultimate Tournament. —dijo Hayato regresando al salón.
—¿Cancelar el Ultimate Tournament? —gritó Kaito aterrorizado. —¿Pero por qué? ¿Qué tiene que ver el Ultimate Tournament en esto?
—Los cometas y los Kiters están empezando a tener mala fama por esto. —respondió Hayato sentándose cerca de los demás chicos. —El presidente de Kite Incorporated habló esta mañana en televisión y dijo que ellos no tenían que ver con este incidente, pero...
—¿Pero? —preguntó Ai algo desconcertada.
Hayato sacó su calculadora de bolsillo y comenzó a hacer operaciones matemáticas cual hacker se tratase.
—Las acciones de Kite Incorporated se han desplomado un 5% después de las declaraciones de su presidente. Normalmente solo se desplomarían un 2% cada vez que da una conferencia de prensa...
—Y así se hace llamar "presidente"... —respondió Ai en voz baja un poco desconfiada.
—¿Es normal que las acciones de una empresa se desplomen cada vez que su presidente habla? —le preguntó Kaito a Ai en voz baja.
—Ni en la China... —dijo Ai.