Hayato y el Justice Kiter se encontraban rodeados por el trío Maruyama, esos sujetos extraños vestidos de negro que habían hecho de las suyas en varias ocasiones. Hayato estaba asustado, la sensación húmeda del lugar combinada con el calor del clima no era para nada agradable, eso sin contar que unos sujetos que había visto anteriormente y que sabía que eran peligrosos lo tenían rodeado.
—Tengo miedo... —dijo Hayato asustado, temblando inclusive, sin siquiera poder sostener con facilidad su mochila.
—Este es un riesgo que debemos correr, Hayato. —le respondió el Justice Kiter con un tono de voz serio.
A pesar de que el Justice Kiter se mostraba sereno ante Hayato y ante sus enemigos, la verdad es que la preocupación le bajaba de la cabeza a los pies. No por él, claro. No sería la primera vez que se enfrentaba a esta clase de peligros. Era Hayato quien le preocupaba. "¿Tal vez esto era mucho para el niño?", se preguntaba a sí mismo. Tenía que hacer algo, y pronto. Ya no tenía una, sino dos vidas a su cargo.
Metió la mano en uno de sus bolsillos y sacó una bomba de humo, la cual explotó en el suelo. En medio de la conmoción, tomó rápido a Hayato, abrió la celda donde se encontraba el doctor Ichihara, sacó una navaja y la colocó sobre su cuello.
—No creo que a Maruyama le guste ver a su rehén muerto por su culpa. —mencionó el Justice Kiter. —Hayato, móntate en ese carro.
—¿Eh? —gritó Hayato al ver cómo se comportaba el Justice Kiter en ese momento.
—¡Súbete de una maldita vez! —gritó nuevamente el Justice Kiter.
—No queremos problemas contigo. —respondió la chica del Maruyama Trio.
El Justice Kiter montó al doctor Ichihara sobre el carro donde se encontraba Hayato, y luego se subió, lanzó otra bomba de humo hacia el Maruyama Trio y se dio impulso para mover el carro sobre los rieles.
—¿Qué rayos es esto? —gritaba Hayato asustado.
—Son minas abandonadas. —dijo el Justice Kiter. —Maruyama utilizaba estas instalaciones para sacar materia prima para sus componentes.
—¡No estaba hablando de eso! —gritó Hayato. —¡¿Qué fue eso de hace rato?!
—¿Cómo está el doctor Ichihara? —preguntó el Justice Kiter, tratando de esquivar la pregunta de Hayato.
Hayato le tocó la frente al doctor Ichihara.
—Está ardiendo en fiebre y está inconsciente. —dijo Hayato. —Deberíamos llevarlo a un hospital.
—Así es, pero primero debemos escapar de aquí.
El Justice Kiter volteó hacia arriba y notó que había un cometa siguiéndolos.
—Maldita sea... —dijo por lo bajo. —¡Hayato, vas a tener que pelear contra el cometa que nos está siguiendo!
—¿Nos están siguiendo? —preguntó Hayato asustado. —¿Qué hacemos?
—¿Conoces a dónde nos dirigimos? —preguntó el Justice Kiter.
—No...
—¡Entonces pelea!
—De... De acuerdo.
Hayato tomó su celular y comenzó a controlar su cometa. La maniobra era complicada, Hayato jamás había intentado pilotear su cometa en movimiento, y al parecer ese sujeto del Maruyama Trio era una experta en eso, ya que con cada intento de movimiento de Hayato, el oponente le daba otro golpe.
—¡No eres más que un aprendiz! —gritaba ese hombre del Maruyama Trio.
—No lo soy. —dijo Hayato en voz baja, para luego terminar gritando. —¡Si quiero rescatar al padre de mi mejor amigo, no puedo ser un novato!
—¡Hayato! —gritó el Justice Kiter. —¡Un golpe por debajo, ahora!
—¿Por debajo? —preguntó Hayato.
Hayato miró hacia adelante, y finalmente logró comprender a lo que se refería el Justice Kiter. La verdad era que ese túnel que los llevaba a todos hacia rumbos desconocidos, en realidad iba cuesta abajo, por lo que, al ver una saliente, Hayato se hizo hacia abajo del cometa enemigo, haciendo que este último alzara el vuelo e inmediatamente chocara contra dicha saliente.
El cometa enemigo terminó con los alerones destrozados, cayendo justo sobre el Maruyama Trio.
—¡Deberías aprender a manejar un cometa, imbécil! —gritó la chica del grupo.
—¡No es mi culpa que no me des lugar para maniobrar con facilidad! —gritó el otro sujeto.
—¡¿Me estás diciendo gorda?! —gritó la chica enfurecida ante tales comentarios.
El tercer sujeto solo asentía con la cabeza, lo que enfureció más a aquella damisela.
—¡Los voy a matar a los dos! —gritó nuevamente.
El Maruyama Trio se enfrascó en una pelea interna, lo que hacía ganar un poco de tiempo al Justice Kiter y a Hayato. De repente, el celular de Hayato comenzó a vibrar y a sonar. Hayato tomó su celular y leyó el aviso que decía: "Felicidades, tu equipo ha conseguido la victoria número 15. Tu equipo es el último en llegar a los octavos de final del Ultimate Tournament, suerte.".
El semblante de Hayato cambió de un instante para otro. No lo podía creer, había ganado ese duelo de cometas y con ello el pase de los "Sun Kiters" al Ultimate Tournament.