—Lo sabía... —respondió Ryuusei en voz baja.
—¿Sabías qué? —preguntó Ai.
—No le digan al doctor Ichihara que les hablé sobre todo esto, pues es un secreto. —dijo Ryuusei. —Pero al parecer alguien quiere sabotear el Ultimate Tournament, los objetivos son ustedes, los "Sun Kiters" y en especial tú, Kaito.
—Pero ¿cómo? —gritó Kaito asustado.
—Sabotearon el tablero A. —respondió Ryuusei. —Tu padre, esperando que llegaran más lejos, pidió que se intercambiaran los jugadores. Pero pensó mucho más allá y avisó a último minuto que el duelo sería aquí mismo. Es bastante inteligente, al parecer cortaron los reflectores que estaban justo arriba de los jugadores.
—Imposible... —respondió Sayaka asustada, pensando que podría haber salido lastimada.
—Pero ¿qué podemos hacer? —preguntó Kaito.
—Por ahora, nada. —dijo Ryuusei. —Pero lo ideal sería que no nos precipitemos. Debemos dejar que los directivos de Kite Incorporated digan qué hacer.
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—¡Atención a todos los participantes! —gritó Maeda en una grada improvisada que se había construido en la explanada del Estadio.
Los participantes, así como el público y la prensa, se reunieron para escuchar lo que iba a decir el director de la corporación.
—Señores, debo informar que, debido a las circunstancias dadas, el XVI Ultimate Tournament debe cancelarse. Nos vemos el próximo año...
Así, Maeda trató de bajar los escalones del estrado con toda rapidez, pero los participantes del torneo se lo impidieron. El resto de los espectadores, reporteros y demás, no sabían cómo reaccionar ante las declaraciones del director de Kite Incorporated.
—Ryuusei, di algo. —trató Kaito de presionar a su amigo, pero este solo negó con la cabeza.
—Solo soy un simple vendedor, mi palabra no tiene valor aquí.
—Señor Maeda, con todo respeto... —trató el doctor Ichihara de hacer entrar en razón a su jefe. —Cancelar el Ultimate Tournament sería un grave error, los inversionistas se aterrarían.
—No pueden estar más aterrados. —respondió Maeda con su volumen de voz muy bajo. —Ya se enteraron de los problemas del Estadio Principal.
—Claro que pueden estar más aterrados. —respondió Ichihara. —Si se cancela el Ultimate Tournament, los patrocinios se irán. Nunca habíamos cancelado un torneo así y no deberíamos hacerlo.
—Los hemos cancelado antes.
—Solo ante desastres naturales, y solo se han pospuesto. Los patrocinadores lo han entendido bien al respecto, aquí no tenemos nada de eso.
—Esto es una falta de respeto para los jugadores. —gritó uno de los "Berserkiters".
—¿Peleamos tanto para no poder jugar el torneo? —preguntó Elena.
—Un momento... —dijo Karen. —El problema es el Estadio Principal, ¿verdad? ¿Entonces por qué no buscamos otro recinto para los duelos en lo que se aclara la situación del estadio?
Los demás participantes no podían estar más de acuerdo ante las declaraciones de Karen.
—Pero... el Estadio Principal... —dijo Maeda tratando de excusarse.
—El estadio es lo de menos. —dijo uno de los Genie Pilots. —Podríamos hacerlos en esta explanada, como en el último duelo.
—Si Nito no tiene problemas... —dijo Maeda en voz baja.
—¡No tengo problemas con casi nada! —gritó Nito.
—Entonces... no me queda más opción que retomar el Ultimate Tournament, solo si tú te encargas del torneo, Nito.
—¿Eh? ¿Yo? ¡Pero yo solo soy un locutor, no un organizador!
—Y ahora el jefe interino del torneo. —dijo Maeda. —¿Hay alguna objeción?
—Supongo que no...
—Entonces está decidido, tú reorganizarás el torneo en lo que se busca al responsable de los daños en el Estadio Principal. —respondió Ichihara. —No se preocupe, Maeda, ya llamé a la Policía para que nos ayude.
—¿Policía? ¿Ayudarnos? ¿Responsable? —preguntó Maeda un tanto asustado de las declaraciones de Ichihara.
—Si permite dar mi opinión, creo que los problemas del Estadio Principal son causados por alguien que está adentro de la compañía. —respondió Ichihara.
De pronto, uno de los guardias de seguridad del Estadio corrió hacia donde se encontraban Ichihara y Maeda.
—¡Presidente Maeda, doctor Ichihara! —gritó el guardia. —¡Unos policías quieren verlos, están en la sala de vigilancia!
—Yo... recordé que tenía que ver que pusiera la marrana... Si me disculpan... —dijo Maeda demasiado nervioso, e Ichihara solo se quedaba mirándolo con un poco de desconfianza.
—Será mejor que ambos vayan, los policías están algo inquietos. —respondió el guardia.
Ichihara, Maeda y el guardia llegaron a la sala de vigilancia del estadio. Adentro, estaban dos oficiales uniformados.
—Capitán Nakamura, y él es mi oficial en entrenamiento, Takeda. —habló uno de los dos, el que se notaba que tenía más experiencia.