Kite Wars: Ultimate Tournament

Capítulo 23: Amor versus Muerte

Karen y Ai se encontraban mirándose fijamente la una a la otra. Ninguna se dijo nada, pero esa mirada lo indicaba todo. Solo una de ellas sería la ganadora de este duelo, pero en el fondo, ambas sentían un gusto de pensar que una de ellas pasaría a la final, aunque no fueran la misma persona.

Ai sabía que Karen era una rival muy difícil de vencer. Ella no tenía la experiencia que “La Segadora” tenía. De hecho, solo había entrado al Ultimate Tournament por seguir a Kaito. “Sí, ese Kaito”, se dijo a sí misma. No entendía por qué lo había seguido en su locura de unirse a este torneo tan importante. ¿Acaso era porque no quería dejarlo solo en su sueño y quería ayudarlo a tener un equipo para clasificar al torneo? ¿O era algo más? Inmediatamente, Ai sacudió la cabeza, con las mejillas ruborizadas, no era momento para distraerse en algo tan banal.

Pero Karen no subestimaba para nada a Ai. Ella había visto la evolución en su estilo de combate, desde ser prácticamente una novata en este deporte, hasta coronarse en la ronda pasada como la “Kiter del Amor”. “Si está en la semifinal del Ultimate Tournament, es porque se ha ganado su lugar”, se dijo para sí misma. Y en parte tenía razón, subestimar el poder y habilidad de Ai era, para Karen, subestimar su propia destreza.

Así, los cometas de Karen y de Ai empezaron a flotar en el aire. Una vez que Nito dio el banderazo de salida, ambas chicas comenzaron a perseguirse la una a la otra. Ninguna cedía, ninguna parecía cansada. Esa persecución se daba la vuelta constantemente, en ocasiones Karen era la que parecía dominar, y en otros instantes era Ai la que llevaba la delantera.

Karen estaba sorprendida del nivel de destreza que había adquirido Ai con tan solo unos meses de entrenamiento. Pero tenía explicaciones, Ai había seguido el consejo de Kaito de estudiar los videos de los duelos pasados de Karen, lo que la ayudó a detectar cuando su rival comenzaba a realizar sus movimientos.

Cuando notó que Karen empezaba a bajar la velocidad de su cometa, fue que se dijo a sí misma:

—Es hora.

Así, Ai comenzó a realizar sutiles movimientos en el tablero, haciendo que su cometa comenzara a duplicarse, luego a triplicarse, hasta perder la cuenta de cuántos cometas espejismo se formaron en el aire. Todos ellos en formación de corazón dando frente a su rival.

—¡Heart Shoot! —gritó Ai.

Los cometas de Ai comenzaron a salir uno por uno, de manera asíncrona, disparados hacia el cometa de Karen, quien luchó para tratar de esquivarlos uno por uno. Sin embargo, uno de esos cometas ilusorios llegó a rozar el equipo de Karen, haciendo que esta perdiera por un instante el control de su aparato.

—¡Miren ese ataque ilusorio! —gritó Nito narrando con mucha emoción este duelo. —¡Señoras y señores, no esperábamos que Ai diera todo al principio, pero lo está haciendo! ¿Cómo responderá Karen ante esto?

Karen, por dentro, estaba desesperada. Sabía que algo que tenía Ai era resistencia. Había entrenado arduamente en la pista de obstáculos y nunca paraba el ritmo de su vuelo. Pero ella también tenía resistencia, aunque había dejado de lado el fútbol por un tiempo para dedicarse a las Kite Wars, Karen podía comprender de dónde sacaba ese esfuerzo que Ai ponía en cada uno de sus vuelos.

—Nada mal... —dijo apenas logró estabilizar nuevamente su vuelo. —¡Pero no pienses que sacando la artillería pesada al inicio podrás ganar!

Fue así como Karen intentó darle la vuelta al asunto y comenzó a ser más rápida, más ágil, y tratar de adivinar los movimientos de su rival. Sabe que no puede cansar a Ai fácilmente, así que tendrá que provocarla por otros métodos.

Luego, recordó que los ataques ilusorios son cansados, puesto que se pone en juego la destreza del jugador en el tablero. Pero el jugador no es eterno, y puede cansarse.

—Eso es... —dijo al ver cómo los movimientos de Ai en su tablero se volvían ligeramente más lentos. —Necesito hacer que tire más ataques ilusorios.

Así, Karen comenzó a fingir. Fingió que ese ataque, aunque en realidad la había desestabilizado en su vuelo, la habría destrozado un poco en su moral. “Eso es”, se dijo a sí misma. Fingiría que se encontraría muy sorprendida por el ataque de Ai y actuaría como si tuviera algo de miedo. “Debo hacerla que me acorrale para tomarla de sorpresa”, se dijo nuevamente.

Ai, por otro lado, estaba decepcionada de ella misma. “Estuvo a punto de ser perfecto ese ataque”, se dijo. Ai había notado que Karen habría percibido su cansancio, y tenía que acabar con esto de inmediato.

Fue entonces que Karen y Ai volvieron a jugar al “corre que te alcanzo”, con Karen siendo la presa de Ai.

—Si crees que vas a fatigarme escapando, estás muy equivocada. —dijo Ai un poco desesperada. —¡Heart Shoot!

Ai volvió a lanzar nuevamente su ataque especial con intención de atacar a Karen.

—¡Miren esto! —gritó Nito.—¡Si estuvieran aquí, estimada audiencia, podrían sentir esa tensión que se vive en este estadio! ¡Dos grandes diosas de las Kite Wars están peleando y dando sus mejores ataques en este lugar! ¿Podrá Karen sobrevivir a la fuerza de Ai?

Pero Karen solo estaba fingiendo que la habían tomado por sorpresa. Mientras Ai lanzaba su ataque asíncrono de cometas, esta vez con una velocidad ligeramente menor a la del primer ataque, Karen pudo esquivar los cometas y cruzar la “onda” que provocaba el corazón destructor de Ai.




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