K'lisn

La noche de Myor

La luna llena reluce en la noche estrellada y una suave brisa les lleva el olor fragante de los pinos. Por el camino se ven a los últimos rezagados, el recital de agradecimiento ya ha empezado y mecidas por el viento escuchan las palabras de gratitud.

- Gracias almas puras por vuestro sacrificio. Gracias por darnos la oportunidad de vivir. Gracias por mostrarnos que el bien puede vencer el mal. Gracias por protegernos— Ivy se une a la multitud lejana.

Greyn se une a ella, sus voces vibran por la emoción. Su pueblo no olvida, no puede cuando esa frágil barrera es lo que los mantiene con vida.

Cuando llegan, la fiesta ha comenzado, la gente baila alrededor de las fogatas, el vino y la comida corren libremente. A lo lejos la enorme hoguera de la  familia de Ivy arde en el centro de todas las demás. El Capitán cambia de dirección y se dirige hacia la barrera, aunque es pronto para la ceremonia en la que honran a sus antepasados ya hay personas esperando para poner sus manos en ella. Se paran a admirarla, a simple vista no se ve nada, es invisible, pero cada pocos segundos luces brillantes la recorren como estrellas fugaces. Pasan un rato viéndolas moverse, luego Greyn se baja del caballo y ata las riendas de Desiree en un árbol.

- Apóyate, en mis hombros- le dice amablemente, para ayudarla a bajar.

Son las primeras palabras que le dirige. Imágenes de cuando se pasaban horas hablando mirando las estrellas aparecen en su memoria. Cierra los ojos un instante para alejar el recuerdo de esos momentos, no puede permitírselo, no puede hacerle más daño del que ya le ha hecho a Greyn.
Hace lo que le dice y apoya sus manos en sus hombros, él sin ningún esfuerzo la baja del caballo quedando entre sus brazos. En el suelo hay una manta preparada donde la deposita, al lado hay una cesta con comida y bebida, él toma una botella de vino y dos copas y se coloca junto a ella.

- No quiero vino, gracias- rompe ella el tenso silencio.

- Pensaba que te gustaba, es de las viñas de las montañas enanas— le enseña el emblema del viñedo.

- Fill dice que no es conveniente en mi estado, podría quitar el efecto de los tónicos— rechaza la copa que le ofrece.

- ¿Desde cuando te has vuelto tan obediente?- suena enojado— Me encantaba tu carácter desafiante y rebelde, has cambiado mucho.

Ivy aparta la mirada, sus ojos le han traicionado y se han llenado de lágrimas que no quiere que vea. Greyn le coge suavemente la barbilla y gira con cuidado su cabeza quedándose de frente, con su pulgar limpia sus incipientes lágrimas.

- ¿Dónde está la valiente chica que conocí?- sus palabras duelen a Ivy pero prefiere callarse y ocultar el dolor que le producen.
-La chica de la que me enamoré, lucharía con uñas y dientes, no se quedaría encerrada en su habitación esperando la muerte, consumiéndose sin hacer nada, escondiéndose de todos, huyendo de la realidad.

El corazón de ella late agitádamente al escuchar sus palabras ¡cuánto deseó en el pasado escuchar que la amaba! ahora le hacen hundir en la desesperación, lo ama, lo quiere desde la primera vez que lo vió cuando todavía era un simple aspirante a soldado, cómo olvidar su risa descarada desafiando a su superior en un reto a espada, cómo olvidar su mirada la primera vez que se besaron, cómo olvidar los momentos que compartieron cuando lo asignaron para enseñarla a luchar y el día en que se convirtieron en uno, siempre juntos. No olvida que no puede permitir que la quiera, no tiene derecho a que sacrifique su vida y su futuro por ella, no puede condenarlo a estar siempre cuidándola hasta que se vaya.
Prefiere pudrirse sola en su habitación que ver el dolor que le produce.

- ¿Qué quieres de mí Greyn? Creo que te he dejado claro numerosas veces que no quiero estar contigo- le contesta con un desprecio que no siente. Hoy va acabar de una vez por todas con él, está convencida de que no se merece a alguien cómo ella.

El la rodea con sus brazos, apoyando su cabeza en su amplio pecho.

- Por favor, no te rindas, sé que me quieres, me lo has demostrado de muchas maneras, luchemos contra esto juntos, he estado investigando, hay un sanador en Marfek, Fill le ha hablado de lo que te pasa, cree que puede tener la solución. Tu padre me ha dado permiso para que vayamos, saldremos dentro de dos semanas.

- No iré- le contesta separándose de él- No volveré a pasar por lo mismo, no tengo cura ¿Lo entiendes? ¿O tu dura cabezota no es capaz de comprender que no tengo solución? ni haciéndome entrenar, ni obligándome a andar, cada vez estaré más débil... hasta que mi cuerpo aguante.

- No me apartes- estira su brazo- Te quiero, quiero vivir lo que te quede contigo, disfrutando de los momentos que nos queden juntos— para dudando de decirle algo, pero al final se decide— Tu padre me ha dado permiso para casarme contigo.

Ivy se queda conmocionada, no puede respirar, el corazón parece que se le quiere salir del pecho para decirle que sí.

- No Greyn, no puedo casarme contigo, no te quiero— es lo que su boca dice mientras su corazón se rompe en mil pedazos.

- Se lo que quieres hacer, quieres apartarme.

- Es la verdad, fuiste un entretenimiento mientras conseguía un esposo apropiado. En tu interior sabes que entre nosotros no podía haber nada, sólo eres un soldado, mi padre nunca te hubiera dado permiso ni siquiera para cortejarme, si lo ha hecho ahora es porque sabe que me queda poco y cree que siento algo por tí.



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En el texto hay: aventuras magia fantasa

Editado: 16.02.2020

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