CAPITULO 3

BLYS 
Blys era un gran militar, muy bien entrenado subió de puestos participando en muchas misiones y muchas de ellas eran clasificadas, tenía un excelente historial, fue enviado a los países más peligrosos y de su equipo era el único que volvía sin un rasguño, pero en una serie de misiones clasificadas a la Antártida descubrieron cosas sobre unos dioses que para ellos no era más que basura mitológica y seguiría así de no ser porque encontraron pruebas de que esos dioses sí existieron, eran como una clase de huellas que los guiaron al desierto del Saara, en el lugar más caliente del desierto, ahí había hielo, una gigantesca pelota de hielo que podría llevar varias decadas ahí y no solo eso poco después descubrieron que en ese hielo pudieron estar atrapados algunos seres, a unos 100 Km de distancia se encontraba una masa similar de hielo a diferencia de que esta era un cubo y en esta había alguien atrapado vivo. Podría llevar varias decadas ahí encerrado, nadie estaba seguro, ni siquiera sabían si eso realmente era hielo, o de donde provenía, no podían hacerle ningún daño al hielo, decidieron crear una base militar a su al rededor y marcaron el área para que así no se pudiera acercar ningún civil y borraron el área de todo mapa, ahora solo es un mito. 
Al saber estas cosas el equipo secreto empezó a ir a misiones en busca de información de este tipo de cosas, en especial de los dioses, aunque no eran los únicos. en una batalla contra otro grupo el Blys perdió su brazo derecho, esa pelea la estaban perdiendo, como a su brazo, los estaban matando y cuando Blys vio cerca su fin pasó algo inimaginable, una figura femenina con armadura plateada se hizo visible, ella ágil y velozmente acabó con todos los enemigos de Blys, la mujer de la armadura se acercó a Blys con un paso firme y sensual, tomó a Blys por su hombro derecho, Blys no sabía que hacer, pensó que la mujer le iba a matar como a los demás hasta que vio como algo líquido tomaba forma en su brazo, era frio y extraño, era increíble, ella le estaba haciendo un nuevo brazo, Blys lo podía sentir y pensó en moverlo, pero por miedo no lo hizo, creyó que era mejor esperar, cuando se terminó de formar su brazo el líquido cambio a un estado solido, Blys lo podía mover, sentía como la fuerza fluía en gran medida en su brazo; de repente recordó que vio algo similar en los registros, eso debía ser el metal líquido que el vio en los jeroglíficos que encontraron y si no era eso debía ser algo muy similar, Blys le tenía miles de preguntas a la mujer de la armadura, pero ella solo dio media vuelta y se fue sin decir nada mientras a él le surgían miles de preguntas por segundo. 
Blys ahora es el oficial a cargo del área Z, bajo su cargo tenía a Sara que ya para este momento la daban por muerta, una de las bajas más dolorosas para Blys, Sara era más que una oficial bajo su mando, era su amiga y en lo más profundo llegaba a ser incluso algo más, pero él era un guerrero, él tenía que hacer a un lado su dolor y aprender de su derrota frente a los Knight, superar las perdidas y hacer un nuevo plan infalible, tenía que capturar al menos a uno de ellos, aunque eso llevara a un sacrificio mayor de vidas, depués de Sara él sabía que podía enviar a cualquiera y no le importaría. 

PRAKO 
 -  ¡Ah! Esta desgraciada no va a hablar, ya me cansó, ¡niño hazla cenizas! – dijo Prako fuera de sí  
 - Como digas Prako – dijo Neir entusiasmado 
 - ¡No! si la matas de nada habría servido todo ese desastre, así que será mejor que te calmes Prako – dijo Blas tranquilizando a Prako en un tono amenazante 
 - ¡No tienes idea de lo frustrante que es Blas! Tengo que saber donde se encuentran esos dioses, y esa desgraciada debe de tener información al respecto y tu mejor que nadie sabes que tengo que encontrar a Shell para que me diga donde está… – Prako se dejó de hablar al notar que iba a revelar información que no debía 
 - Yo digo que la torturemos un poco Blas, no al punto de matarla, pero sí llevarla al borde – dijo Neir aun ancioso por torturar a la mujer, tanto que pasó por alto lo que recién había dicho Prako  
- Aun no, hay que pensar mejor las cosas – Dijo Rago 
- De acuerdo yo voto por quemarla y que el que lo haga sea yo – el niño lo dijo con una gran sonrisa en su rostro  
 - No, tú seguro que la matas, mejor dejemos eso para el final – dijo Rago, él y Blas eran los que estaban más calmados, por eso Rago era el que hablaba con Neir y Blas con Prako 
 - ¡Ahg! por favor llevamos una semana con ella y aún no dice lo que queremos oír – Prako estaba perdiendo la paciencia algo que no era habitual en él, realmente estaba desesperado por la información 
 - A mí también me molesta, pero tenemos que pensar en que hacer para optener información – Blas estaba tranquilo algo que también era extraño ya que él era el de poca paciencia 
 - Y si hacemos que la rescaten y capturamos a los que lo intenten ¿así sí la podría quemar? – dijo Neir como si fuese la mejor ia idea del mundo 
 - Neir tu de veras haces lo que sea con tal de quemar a alguien – dijo Rago en tono de ragaño 
 - No es mala idea en realidad – reflexionó Prako 
- Cierto, pero no creo que la intenten rescatar, ya ellos vieron la supremacía nuestra, es mejor perder un buen soldado en batalla que a un ejército antes de la guerra, eso es lo que ellos quieren – reflexionó Blas  
 - Típico, se me ocurre una buena idea y risitas dice que no sirve – el niño golpeo el aire molesto 
 - Nunca dijo que fuera mala niño, solo que no lo haremos así – De pronto Prako se calmó y volvió a ser el tranquilo estratega de siempre 
 - Entonces que crees que dijo pálido – dijo Neir a manera de queja 
 - Ya tengo un plan – Prako se escuchó muy seguro y eso daba seguridad a todos 
 - Bien Prako habla – Blas era mandón incluso con Prako 
 - Niño te vas a divertir mucho con esa tarada, ve a jugar – la cara de asombro de Rago y Neir fue la prueba de que son hermanos, fue igual y al mismo tiempo, a Blas no pareció sorprenderle, aunque talvez sí lo hacía, pero ocultaba sus expresiónes bajo su casco, Blas y Prako nunca se quitaban la armadura y de todas formas Blas y Prako se conocían muy bien, después de tanto tiempo juntos talvez hasta pensaban lo mismo 
 - ¿Estás seguro Prako? – Rago aún no lo creía 
 - Sí, ve niño antes de que me arrepienta – el niño se echó a correr, antes de que saliera del cuarto en el que estaban reunidos Prako lo llamó. – ¡Ah! Y niño asegurate de que no vea tu rostro – Lo último le extrañó a Neir, pero sus ganas de torturar a esa mujer que se creía muy fuerte pudo más que su curiosidad y salió de la habitación para ir a toturar a la mujer. 

 SARA 
Sara no veía nada, suponía que estaba en un lugar muy oscuro porque no sentía nada que la rozara siquiera, tampoco tenía forma de saber cuanto tiempo llevaba ahí, no había dormido o visto alguna luz solo brillos blancos y negros de las armaduras, aunque en las últimas ocaciones no los veía, seguramente no las tenían puestas, extrañamente se podían ver brillos negros. Ellos únicamente preguntaban sobre dioses y sobre más Knight, Sara sabía algunas cosas, pero sabía que cuando dijera todo no habría razón para tenerla viva y ya sabía bien que a ellos no les gustaba dejar testigos de su existencia, pero si no hablaba pronto la matarían, Sara solo podía tener fe en que Blys la buscaría.  
Sara escuchó como se habría la puerta, después de tantas ocaciones el sonido era inconfundible, Sara sin poder ver qué o quién era solo pudo escuchar risas que parecían de un niño. 

 NEIR 
Neir entró en la habitación donde tenían a la mujer, era donde siempre metían a los que capturaban casi siempre por información y esta vez no era la excepción; la habitación la había hecho, Blas la hizo con unas runas especiales con las que concentraba gran cantidad de "sombra" o así era como Blas le llamaba, eso hacía que no se pudiera ver nada por eso solo Blas y Prako entraban a Neir y a Rago les costaba ver, pero lo lograban, veían al menos un poco a exepción de Mant y Cassie que no veían nada en absoluto por eso no se metian en temas que tuvieran que ver con esa habitación, extrañamente Myr podía ver a la perfección, pero no le gustaba tener nada que ver con esa habitación y sus habilidades tampoco eran requeridas, o no de forma recurrente, usualmente Blas y Prako sacaban toda la información y después entraba Neir o Rago para matar al que tuvieran, pero Sara hizo cambiar todo en esta ocación, ellos no pudieron obtener mucho dado que no podían usar sus típicos métodos o la matarían y enviaron al niño, solo se podía esperar a que no matara a la mujer.  
Neir cerró la puerta a sus espaldas y no pudo contener su emoción era la primera vez que le pedían torturar a alguien, era como un niño esperando a abrir su regalo de navidad, Neir empezó a reir mientras se acercaba a Sara que estaba sentada en una simple silla y no había nada más en la habitación, solo Sara el niño y la silla, vio a Sara un poco nerviosa con sus manos en la espalda unidas por el turt que era el metal que creaba Mant. 
 - Hola tarada – dijo Neir a manera de insulto 
 - ¿Quién eres? suenas como un niño – la mujer tenía curiosidad con este, él no había venido antes y no podía diferenciar ningún brillo con este 
 - Claro que sí, de poder verme seguramente me calcularías unos diez años – dijo Neir mirando su cuerpo  
 - ¿Y estás con ellos? – preguntó la mujer curiosa y temerosa 
 - Claro – Neir hizo una pequeña pausa, pensó en que ella no sabía nada así que podía decir lo que le diera la gana. – Jmmm… Después de todo soy el más fuerte de ellos – Neir hizo una pose heroica, pero al instante se sintió estúpido al recordar que ella no lo vería 
A Sara le sorprendió escuchar que un niño era el más fuerte 
 - ¿Y tú me podrías ayudar a escapar? – Sara intentó aprovecharse de que era un niño e hizo un tono de voz más suave para intentar hacer sentir lastima al niño, pero el niño se puso a reír a carcajadas 
 -  Hasta crees que te voy a ayudar, vaya que eres una estúpida – a Sara se le fue la última esperanza. 
 - ¿Entonces a qué vienes niño? – lo dijo con una voz muy temblorosa cosa que no era propio en ella, no entendía por qué le tenía miedo al niño, apenas terminó de decir su pregunta se sintió estúpida y con miedo de la respuesta 
 - Pues es simple, estoy aquí para torturarte – Neir tomó la espada que llevaba en la parte derecha de su espalda, la apretó con fuerza y de inmediato la espada se prendió en fuego; la mujer sintió un calor enorme y el ambiente se tornó aún más tenso. 

MYR 
Tres chicas, Cassie, Mant y Myr caminaban por la ciuda, Myr de cabello verde y ojos del mismo color, tenía una expreción de inocencia en su rostro joven, era de al menos 1,57m de estatura, era de cara algo redonda y un poco cachetona, era delgada; Mant, de cabello blanco como la nieve que le llegaba hasta media espalda, se veía muy joven tenía un rostro alaragado con una expresión de aburrimiento, se le veía seria con sus grandes ojos azules, tenía un cuerpo tonificado, con al menos un 1,60m de estatura y Cassie de cabello castaño muy claro que le llegaba hasta la cadera, se veía mayor que las otras dos, con al menos 1,82m de estatura, tenía una expresión seria, con un rostro fino y un semblante fuerte, era más musculosa que las otras dos, de lo que más la destacaba eran sus piernas largas y gruesas. 
 - Mira Cassie, estan dando la notica de la ciudad de Kus – señaló Myr un televisor de una tienda, esa era la noticia del momento, en todos los noticieros se hablaba de la destrucción de un tercio de la ciudad de Kus 
 - Sí, ya lo había visto, llevan mucho hablando de eso – dijo Cassie sin darle mayor importancia 
 - ¿Qué debemos hacer? Odio que nos quiten el credito de eso – dijo Myr a modo de berrinche 
 - Tan típico de ti Myr – Mant usaba el mismo tono cansado con Myr que con Neir, ellos eran muy similares a excepción que a Myr le daba lo mismo matar, ella solo quería ser reconocida y recuperar sus recuerdos, pero ella era tan inmadura como Neir 
 - Mant tiene razón, eso no nos importa, obtuvimos lo que queríamos y eso es todo – dijo Cassie intentando hacer cambiar el pensar de Myr 
 - Hablen por ustedes, a mí sí me gustaría que todo el mundo me conozca – dijo Myr mirando al cielo 
 - Ya sabes las reglas ¿o no? O acaso ocupas que te las recuerde – dijo Cassie seria. – además de todos tú eres la que tiene el menor poder destructivo, en realidad tu poder no tiene nada que ver con destrucción – dijo Cassie mirando a Myr a los ojos 
- Eso solo depende de como lo utilice, recuerda mis flechas de energía, puedo incluso dañar los cuerpos con mi poder – dijo Myr orgullosa de sí misma 
- No sabía eso, pensé que solo podías hacer las flechas y sanar – dijo Mant con una expresión de curiosidad 
- Es igual, solo puedes dañar a una persona a la vez – dijo Cassie haciendo que Myr dejara su expresión de orgullo 
 - ¡Agh! si el niño estuviera aquí de seguro que me apoyaría – dijo Myr en otro berrinche 
 - Claro, él es el único más inmaduro que tú Myr – dijo Mant entre risas 
 - Tú lo dices porque eres una abuela aburrida – dijo Myr en un tono burlista 
 - ¡No te atrevas a decirme abuela otra vez Myr! – Mant odiaba que le dijeran abuela, le recordaba que tenía cientos de años y aunque no los aparentera ella tenía esa idea en la cabeza 
 - De acuerdo Mant no te enojes, aunque igual sería más entretenido que el niño estuviera aquí – reflexionó Myr 
 - Eso no, ese niño es insoportable, nunca se calla – se quejó Mant  
 - Ustedes lo dicen porque él les dice ancianas, pero no importa ¿Qué estarán haciendo ahora? – pensó por un momento Myr 
 - Pues pregunta a Mant, ella pasa hablando mucho con Rago – dijo Cassie con una leve sonrisa en su boca 
 - No empieces con eso Cassie – dijo Mant sonrojándose un poco  
 - ¿Con qué? ¡¿Por qué a mí nadie me dice nada?! – dijo Myr molesta y con curiosidad  
 - Me sorprendes Myr, llevas viva cientos de años y aún eres muy inocente – dijo Cassie sonriendo 
 - Porque en vez de decir eso no me dices mejor que sucede con Mant y Ra… – Myr dejó de hablar por un moemnto y miró rápidamente a Mant, como si buscara algo. – ¡ah! ¡ya entendí!, Mant y Rago se gustan – dijo Myr riendo, mientras Mant se sonrojaba más, mientras Myr se reía, Cassie no pudo contener su risa al ver esa escena 
 - ¡Ya dejen eso! – gruñó Mant molesta  
 - Bien, pero solo si nos dices ¿qué están haciendo con la tipa que capturamos? – preguntó Cassie 
 - De acuerdo, esto me dijo Rago, la tipa esa no les a soltado toda la información a Blas ni a Prako y Prako ya se está volviendo loco, a mencionado de enviar al niño – Myr y Cassie se sorprendieron, nunca enviaban al niño a hacer eso, la única vez que lo hizo mató al que torturaba y casi destruyó la habitación oscura. 
 - ¿Estás segura de eso Mant? – preguntó Cassie sorprendida  
 - Sí, eso me dijo Rago y suena logico, esa sería la única razón para que el niño no viniera con nosotras esta vez – dijo Mant 
  - ¿Y nada más eso te dijo Rago? – Myr se adelantó a la misma pregunta que iba hacer Cassie 
 - Dijo que el plan de Prako es que esa tipa como sea que se llame.. 
 - Sara – dijo Myr interrumpiendo a Mant 
 - ¿ Qué? ¿Cómo sabes su nombre Myr? –  Myr mostro una gran sonrisa de muela a muela antes de responder la pregunta de Mant 
- Tomé su cartera, ese es el único dinero que ando, además no le va hacer falta – dijo Myr 
 - Myr no deberías… ¡Agh! no importa sigue con lo que decías Mant – dijo Cassie sin querer entrar en una explicación aburrida 
 - Bien, según Prako dejar a… Sara casi muerta va a hacer que vaya a un lugar donde se sienta segura, donde tiene que haber alguien que sepa más que… Sara – dijo Mant mirando a Myr que asentía cada vez que decía el nombre de la mujer 
 - ¿Y ustedes creen que funcione? – Myr confiaba en los planes se Blas, mas no creía tanto en Prako 
 - Pues me da igual, yo solo voy hacer lo que me pidan y listo, mientras al final tenga lo que quiero – dijo Mant 
 - ¿Y tú Cassie? – preguntó Myr curiosa 
- Pues siendo un plan de Prako estoy segura que no fallará, yo confío plenamente en Prako, lo ayudaré si él me lo pide – dijo Cassie con mucha tranquilidad  
 - Bien, pues entonces yo también les ayudo – Myr ya estaba segura de que podía creer en el plan de Prako 
- Compremos la comida y volvamos al casco – dijo Cassie 
 - Sí, yo quiero ver como Neir explota la habitación oscura – dijo Myr con mucho entusiasmo 
 - Si eso pasa, yo quiero ver como Blas mata a ese mocoso – dijo Mant con el mismo entusiasmo que con el que había hablado Myr 

DIEGO BLYS 
El Blys caminaba por las instalaciones, esperaba al equipo que envió en busqueda de sobrevivientes o información del paradero de los Knight, mientras repasaba lo sucedido en su mente, Naga la que él puso a cargo de la comunicación con todo lo que pasara con los ONU y otras operaciones relacionadas con los Knight le interrumpió sus pensamientos 
 - Señor, el líder de ONU quiere hablar con usted –dijo Naga en un tono que evocaba la calma  
 - Bien por ahora estoy ocupado así que agendalo – dijo Blya intentando volver a entrar en ese rincón de su mente de donde Naga le había sacado 
 - Señor, él quiere hablar con usted ahora – insistió Naga 
 - Ya te dije, estoy ocupado. Si se presenta algo importante estaré en mi oficina – dijo Blys dirigiéndose a la puerta de su oficina  
- Pero, señor, el presidente está en su oficina – Blys respiró hondo 
 - Naga, quiero que vayas y averigÜes si ya avanzaron con el H.1 – ordenó Blys antes de entrar a su oficina 
 - Sí señor –Naga giró en dirección al ascensor y se fue 
Blys abrió la puerta y vio a un hombre sentado de espalda, con un corte militar y bastante musculoso, en efecto no podía ser nadie más que Diego el presidente de ONU y de E.E.U.U, Blys entró en su oficina y cerró la puerta a sus espaldas, apenas la puerta se cerró Diego soltó las primeras palabras 
- Me imagino que sabes que hago aquí Blys –  dijo Diego sin moverse de su asiento  
- Pues me imagino que vienes a tomar un trago conmigo ¿o no? – Blys se dirigió a una cava donde tenía varias botellas de vino y unas fotos con algunos de los equipos que había trabajado, algunas con Sara y con Diego, se sirvió un trago 
- Sabes que no es por eso que estoy aquí – sentenció Diego 
- ¿Entonces no quieres? – dijo Blys antes servir otro trago para Diego  
- Claro, no le negaría un trago a mí hermano – Blys tomó otra copa, sirvió otro trago para Diego. – ahora vamos a hablar – dijo Diego dando un sorbo al trago que le había servido Blys. – dime ¿qué sucedió en Kus? 
- Pues parece que una explosión ¿no? – dijo Blys en un tono bromista ya que eso era lo que habían ordenado que dijeran los noticieros 
- No bromees conmigo – dijo Diego en un tono molesto. –  Blys, dime la verdad ¿qué pasó? 
- Bien – dijo Blys pioniéndose serio. – hice un plan para capturar a uno de los Knight… y lo hicimos por un breve tiempo, teníamos a la verde, que es el mayor misterio de todos esos, como sabes nunca hemos encontrado nada con respecto a un Kngiht verde, era nuestra oportunidad para poder duplicar esas armaduras, hasta que aparecieron el de negro, el de blanco y el amarillo, aplastaron el frente y lo que no esperabamos y, más temíamos, aparecieron el de rojo, la café y la plateada 
- Entonces están casi todos juntos –dijo Diego con un atisbo de temor en su voz  
- Sí, al principio pensabamos que eran solo el de negro y la de verde, pero ahora confirmamos que están juntos – dijo Blys con un tono apagado 
- Según lo que encontraste con tu equipo en esos jeroglíficos, el de negro se llama Blas, el blanco Prako, el rojo Neir, el amarillo Rago, la plateada Mant, la café Gravel – dijo Diego mientras Blys asentía con la cabeza tras escuchar cada nombre. – nunca se dijo que estuvieran juntos ¿por qué hacerlo ahora? – se preguntó Diego más a sí mismo que a Blys 
- Ellos quieren la información que tenemos sobre los dioses y al no entregársela nos hicieron una declaración de guerra, o eso imagino ya que no son muy abiertos a la charla – dijo Blys con mucha tranquilidad 
- Entiendo, ¿son ellos los mismos portadores que en los jeroglíficos? – preguntó Diego pensativo 
- No lo sé y no lo creo, principalmente por el de rojo – dijo Blys mientras sacaba un portafoleo y lo ponía sobre la mesa, Diego empezó a echarle un vistazo, eran fotos de los jeroglíficos y los Knight que habían atacado Kus. – como puedes ver, el rojo es mucho más pequeño, se podría decir que es un niño, mientras que en los jeroglíficos no es así, y la café ahora es una mujer y antes era un hombre, creo que los portadores pasan de generación en generación – concluyó Blys 
- Creo que entiendo, ¿qué hay con la Knight verde? – preguntó Diego que seguía pensativo 
- No sabemos absolutamnete nada de ella, creo que ella es un nuevo Knight, por eso quiero caturarla a ella como prioridad, ella podría desvelar los secretos de los Knight  
- Claro, es totalmente comprensible 
- Aunque ahora nos enfrentamos a muchos de ellos y son mucho más fuertes de lo que creíamos – se adelantó Blys antes de que Diego dijera algo 
 - Al menos sabemos que no son todos ya que tenemos a uno de ellos, por cierto ¿cómo vas con eso? – preguntó Diego saliendo de sus pensamientos y entrando en su curiosidad dando un sorbo más al trago que le había servido Blys 
 - No muy bien, aún no sabemos como quitar ese hielo – dijo Blys frustrado  
 - ¿Y Sara dónde está? Siempre era la primera en saludar y esta vez no apareció – Byls apretó los puños, mordió fuerte y su semblante se volvió más oscuro y tenso 
 - Sara está muerta Diego – Diego no lo podía creer, incluso una lagrima se le escapó, se llenó de ira, tuvo la misma racción que Blys excepto que Diego soltó unas cuantas maldiciones hacia los Knight, cuando se pudo controlar un poco mejor vio a Blys a los ojos, le vio un par de lagrimas que se escaparon 
 - Lo siento Blys, de verdad lamento lo que pasó, sé lo mucho que ella significaba para ti incluso más que para mí – dijo Diego en un tono de lastima 
 - No tienes porque disculparte, no fue tú culpa, fue mía, aun sabiendo que podía pasar la dejé ir – dijo Blys con un dolor que solo Diego podía escuchar, un dolor que se ocultaba tras un muro de ira, un muro de indiferencia, un muro de fuerza y fortaleza que Blys siempre mantenía para cuidar de sí mismo 
 - No había forma de saber que pasaría, además aunque le hubieses dicho a Sara que no fuera ella habría ido de todas formas, ambos sabemos lo terca que es… era ella – dijo Diego que aún no se acostumbraba a la idea de que ella ya no estaba 
 - Como sea lo único que quiero es acabar con ellos – dijo Blys con odio en su mirada 
 - Blys cuentas conmigo, yo también quiero ver morir a esos desgraciados, cambiando un poco, ¿puedo ver el cuerpo? – dijo  Diego con tristeza 
 - No – dijo Blys cortante. – no pongas esa cara Diego, no es porque no quiera, es porque no han encontrado su cuerpo, no hay rastro de ella – dijo Blys al mirar la expresión que le hacía Diego 
 - Entonces como estas tan seguro que está muerta, ella es fuerte, recuerda aquel pueblo, ella fue la única sobreviviente, por eso y el odio al blanco se unió a esto  
 - Es lo más logico, pensar que está muerta en vez de alimentar falsas esperanzas, ya envié a un equipo de rescate y busqueda cinco veces y aún no encuentran nada – se podía sentir el odio en las palabras de Blys a pesar de que sus facciones no cambiaban en lo más mínimo  
 - Entiendo, escucha Blys no dejes de buscar, yo me encargo de cubrir todo esto, tú encargate de los Knight – dijo Diego terminando de beber el trago que le había servido Blys 
En ese momento entró Jhon, el líder del equipo de rescate y busqueda, se le veía muy agitado, de seguro venía corriendo 
- Jefe tenemos a uno por fin – dijo tomando enormes bocanadas de aire 
 - ¿Un qué Jhon? se más específico – dijo Blys en un tono molesto 
- Lo siento señor – Jhon tomó aire, se tranquilizó, mientras Diego y Blys lo observaban con desesperación. – Señor encontramos un sobreviviente, aunque está vivo de milagro – Diego y Blys se quedaron con la boca abierta al escuchar eso 
- ¿Y quién es? ¿Sara o algún otro militar? – Diego no pudo contener su pregunta, pero de no hacerlo él, lo haría Blys 
 - No señor no es ningún militar, es un niño señor, está en la enfermería – cuando Jhon dijo eso Blys y Diego salieron disparados hacia la enfermería, tuvieron que subir 5 pisos para llegar, una vez allí Blys se dio cuenta de por qué Jhon dijo que “estaba vivo de milagro” mientras miraba unas fotografías, en realidad nadie entendía como el niño estaba vivo, el doctor a cargo era Mark, se acercaba hacia Blys y Diego  
 - Señor presidente – dijo Mark refiriéndose a Diego. – jefe Blys – Mark hizo un saludo a ambos  
 - Mark dime todo sobre el niño – dijo Blys con algo de desesperación 
 - Enseguida señor, lo trajeron a las tres de la mañana con una pulsación por minuto, respira de milagro para ser sincero – dijo Mark entragando a Blys una tablet con la información acerca del niño 
 - ¿Entonces morirá el niño? – preguntó Diego 
 - Talvez señor presidente, todo depende de ustedes, si me dejan utilizar el Hiru con él podría haber una oportunidad de salvarlo y de probar el Hiru – Blys despegó los ojos de la tablet para mirar a Mark, era una petición que él llevaba haciendo hacía mucho tiempo, pero después de los primeros resultados tan catastróficos no había forma de permitirlo una vez más 
 - ¿Qué es Hiru Blys? – preguntó Diego molesto ya que odiaba no estar al tanto de todo 
 - Es el nombre del hielo que tiene atrapado al Knight – dijo Blys regañando a Mark con la mirada 
 - ¿Y a qué se refiere con "utilizarlo"? – preguntó Diego con el mismo tono molesto 
 - Yo contesto si me permite jefe – se adelantó Mark 
 - Adelante – dijo Diego dirigiendo su mirada hacia Mark 
 - Señor presidente, creemos que podemos manipular el Hiru, algo así como el brazo del jefe, así podríamos recuparar al niño – finalizó Mark 
 - ¿Por qué lo piensan tanto? – preguntó Diego imaginando ya lo malo que debía de ser el hacer eso 
 - Pues en las pruebas todos han muerto – dijo Mark desviando un poco la mirada 
 - ¿Cuantos han sido los de las pruebas? – preguntó Diego en su tono molesto y regañando a Blys con la mirada 
 - Setenta y dos señor – Dijo Mark mirando al suelo 
 - Blys ¿por qué yo no sabía nada de eso? – Diego estaba rojo de ira, Blys nunca le dijo nada de eso y no había nada que le molestara tanto como no tener información, y más cuando es tan importante 
 - Nunca te dije porque se como eres, estoy seguro que no lo habrías aprobado y esos experimentos eran necesarios para el progreso de nuestras investigaciones – dijo Blys teniendo un encuentro de miradas con Diego 
 - Pues claro, ¡es una locura!, estás matando gente sin ningúna razón y sin mi consentimiento – dijo Diego bastante enojado ya que Blys le había pasado por encima 
 - ¡Te parece poca razón los enemigos que tenemos! – rugió Blys; al ver como el jefe le contestaba al presidente y viceversa Mark se sintió como en medio de una balacera 
 - No me parece poco, me parece un abuso a tu autoridad y me pasas por encima al someter a tantas personas en experimentos inútiles y más ahora que no hay alguien capaz de hacerle frente a esos tipos  
 - Y no lo habrá hasta que esto se perfeccione, hay sacrificios que tenemos que hacer para luchar, entiende eso Diego – ambos empezaron a usar un tono más suave 
 - Bien por ahora lo dejaré pasar, pero después hablaremos de eso – dijo Diego tranquilizándose 
 - Bien, ¿qué deciden? ¿usaremos el Hiru con el niño? – preguntó Mark una vez que vio a ambos más calmados 
 - Decide tú Diego – dijo Blys dejándole las culpas a Diego 
 - Claro que lo voy hacer, ¿qué tan mal está el niño? – preguntó Diego analizando en su mente que hacer 
 - Pues de no hacer eso morirá – dijo Mark. – aunque de hacerlo seguramente también morirá 
 - ¿Qué posibilidades hay de que muera? – preguntó Diego jugueteando con sus manos, cosa que solía hacer desde niño cuando se dedicaba a pensar 
 - Pues yo diría que… – Mark lo pensó unos segundos. – Pues diría que un cien porciento con y sin el hiru ya que todos los que reciben el hiru mueren 
Las opciones para Diego eran muy simples y ambas tenían la misma conclusión, sino hacían nada moriría y si hacían algo también 
- Ya decidí, quiero que le hagan esa cosa con el Hiru – Blys esbozó una leve sonrisa al ver que Diego se tomaba el tiempo para pensar a pesar de que no tenía opción 
- De acuerdo señor, lo llevaremos de inmediato a la habitación para empezar 
Mark entró donde tenían al niño y se lo llevaron, al momento en que Diego por fin lo vio entendió significado de “milagro que estuviera vivo” le faltaba el brazo y pierna izquierda, además solo tenía una pequeña parte de su pie derecho y eso era solo una parte, también tenía un agujero en el centro de su pecho muy grande que pasaba de lado a lado.