La gente suele quedarse mirándome cuando voy caminando, ya que no era alguien común de ver por estos lados,
Por el simple hecho de que todos ellos eran altos, rubios, con ojos claros, suelo pensar que ellos son los raros aquí.
Estando en un pueblo pequeño, todos se creen de Broadway.
Y yo soy todo lo contrarió en su estándar de persona corriente, de estatura pequeña, cabello castaño de ojos café claro.
Mi madre siempre dice que somos únicas en este lugar y aunque nos miren raramente Nosotras debemos estar alagadas, ya que ser raro no era malo.
Nunca me paseo por la ciudad, pero hoy era distinto, ya qué tengo que abrir la florería de mi madre.
Ella fue de viaje a Grecia, no me dijo por qué ni a que, Solo me dijo "cuídate" y se fue.
La verdad me preocupa un poco, pero sé que estará todo bien.
Al llegar al local, está Alicia, esperando a que yo habrá la florería y ella pueda trabajar como normalmente hace.
La saludo con un beso en la mejilla, algo que ella hace igual.
Abro la puerta del local, ella sonríe y me invita a pasar.
La verdad amó las flores.