Siento que me falta la respiración y que mis lágrimas no tardarán en aparecer.
Todas las flores, todo lo verde que había,
Está completamente...
Muerto...
Lloro sin emoción alguna.
Camino con cuidado hacia el muro, aquel muro que es escombro de una casa que alguna vez estuvo hay,
Y que ahora solo queda ese muro, firme, donde no sé, cómo, ni porqué o si fue solo casualidad el que mi nombre estuviera marcado hay.
Me apoyo en este y admiro el lugar,
El cual ahora es silencioso como un cementerio,
El cual era vivo y cálido,
Y que ahora está muerto y apagado.
Siento que alguien se aproxima,
Pero no miro,
Tampoco me altero,
Solo me quedo en silencio
Porque la verdad, ya sé quién es.