Kull-Dan: La Búsqueda de las 7 Máscaras Perdidas

Final Alternativo: Deseos de Vivir.

 

 En el interior de una humilde cabaña, Robert Schmitt se encuentra inconsciente mientras mueve sus brazos y piernas de manera incontrolable (como si quisiera despertar urgentemente).

 

- Robert: Ah… *Jadeo* ¿Ah?

 

   Cuando el muchacho se despierta de su letargo, éste revisa el nuevo panorama que hay en frente, notando una chimenea con el fuego más regulado junto con una mesa de madera y un sofá bordado a base de pelaje sintético, muchos espejos decoran la sala de estar y el techo está sostenido por troncos de roble. Sin embargo, el joven Schmitt siente que algo extraño está sucediendo a su alrededor, dado que mira sus manos y piernas, las cuales están sostenidas por una fuerza invisible totalmente desconocida por el chico.

 

*Kush*

 

 - Robert: *Jadeo*

 

  En ese momento, se escucha a lo lejos de la sala un sonido de ruedas siendo manejada por algún sujeto, por lo que Robert trata de impulsarse hacia delante para que la fuerza lo deje libre.

 

- Robert: Ah… (Vamos…)

 

    Tras intentar salir de la cabaña, la puerta es abierta por una linda sirvienta uniformada y al ver que está acercando un carrito de bebidas calientes al interior, éste muchacho cierra los ojos para fingir estar inconsciente mientras que la enigmática chica vuelve el artículo con ruedas hacia la izquierda, después cierra la puerta para no dejar huir el calor y regresa a sostener el manubrio del carrito para llevarlo hacia el joven Schmitt, por lo que ésta misma retrocede al puesto dónde éste se encuentra.

 

    Al llegar a la zona donde Robert se localiza, la sirvienta recoge una taza de la plataforma intermedia del carrito y toma una tetera de té dulce a temperatura común, y verte 200 mililitros en el interior del objeto, luego lo dirige hacia sí misma para soplarle debido a lo caliente que está y con mucha delicadeza, introduce la abertura dentro de los labios del joven Schmitt para que se beba el líquido.

 

*Luj*

 

   Después de beberse el té, la inocente dama vuelve a servir un poco más, considerando otro sabor y temperatura en este caso, así que sirve té rojo muy amargo a 65º grados Celsius y la verte dentro de la boca del chico. Sin embargo, por las características gustativas de Robert no están al nivel adecuado para resistir la intensa quemadura de 1er.º, éste procede a escupir la bebida directo a la joven sirvienta.

 

 - ¿?: Ya era hora…

 

    Con un pañuelo en la mano derecha, ésta chica la desecha tras haber recibido los desperdicios del muchacho. No obstante, ella vuelve a tomar el manubrio y procede a caminar hacia la puerta.

 

- Robert: *Koff* *Koff* ¿Para qué?

 

   En ese instante, el carrito de bebidas se detiene junto con su trasladante, quien fríamente contesta la pregunta reciente del joven vulnerable.

 

- ¿?: … Para que cediera ante mi amo. Ahora mismo está a su lado…

 

   Robert voltea lentamente hacia la izquierda, donde recibe un encantamiento de absorción, dejándolo con un jadeo y una dosis de sueño ligera.

 

- ¿?: Hm.

 

   Pese a lo sucedido, la joven enigmática se retira sin ninguna reacción ante los hechos esperados, de tal manera que mueve el carrito hacia la izquierda, abre la puerta, toma sus cosas y se va tranquilamente.

 

     En cuanto al adolescente, éste mismo se encuentra nervioso por el ser que está en frente de él, quien lleva una máscara de carnaval en el rostro y una túnica oscura en todo el cuerpo.

 

<< Finalmente… Tú búsqueda termina… Sólo algo falta para completar tu propósito... >>

 

- Robert: *Gulp* Disculpe… No entiendo…

 

<< … Claro que no… Y no me importa un bledo… Lo que usted no entienda… Yo soy el soberano de este universo… Soy el retador de las 7 máscaras perdidas… El asesino detrás de una en particular… Kull-Dan… >>

 

   Al escuchar el nombre del individuo, Robert tiembla sin cesar y no deja de suspirar hasta que es atraído por Kull-Dan por arte de magia. En el momento en que el muchacho llega a la mano del asesino, éste con su mano izquierda lo toma del hueso hioides y comienza a absorber toda la esencia del protagonista de forma lenta y prematura.

 

- Robert: ¡Ah…!

 

<< Ah… Al fin reconocerán mi nombre… Después de todo este tiempo… >>

 

  Como la esencia del joven Schmitt está siendo despojada por técnicas sustanciales, éste no puede mover ningún músculo por lo que es muy seguro que no vuelva a escapar sino sucede algo divino para salvarlo.




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