En una sala de espera de un aeropuerto, donde las personas aguardan un tiempo en que su viaje esperado llegue a comenzar, se encuentra Robert Schmitt tomando la siesta tranquilamente en una silla metálica de tal manera que ronca repetidas veces. Sin embargo, un extraño sujeto con traje de gala va caminando normalmente a un lado del joven mientras saca una carpeta amarilla de su saco y lo arroja contra el cuerpo del muchacho brutalmente. Tras recibir ese golpe, Robert despierta alarmado y por inercia visualiza hacia en frente de modo extrañado, seguido voltea a la izquierda y luego a la derecha.
- Robert: ¿Dónde estoy?
Sin saber exactamente su locación actual, el joven inclina su vista hacia abajo, de tal manera que descubre una carpeta amarilla en su regazo.
- Robert: Hm… una carpeta…
Curioso, Robert procede a abrir el portafolios, de tal manera que encuentra un pasaporte junto con un pase de abordaje aéreo en la parte de atrás.
- Robert: Un pasaporte.
Con su mano derecha, el joven tomó el librito para hacerle una verificación rápida, de modo que lo gira horizontalmente hacia la derecha y abre la abertura del objeto con tranquilidad.
Fijándose en el interior del pasaporte, éste mismo visualiza la foto integrada en la parte izquierda mientras se sorprende levemente por la impresión inesperada.
- Robert: Sí, soy yo. Robert Schmitt…
Al leer su nombre, se emociona mientras lo pronuncia con entonación y voltea con curiosidad el libreto de la información contada, de tal modo que se entera que hay un documento en forma de rectángulo que hace que se intrigue al verlo.
- Robert: ¿¡Será lo que creo qué es!?
Diciendo estas palabras, el muchacho procede a tomar con su mano izquierda el objeto mientras deja el pasaporte sobre la base de la carpeta, acercando su otra mano al boleto de abordaje.
- Robert: Oh… jeje… Un boleto de ida a Berlín. Que alguien me pellizque… a ver, ¿qué más información tiene incluida?
Con la increíble novedad que posee lo que soñó desde que tiene memoria, Robert revisa con interés la locación de la puerta para abordar el vuelo con destino a Berlín, encontrando de modo entusiasmado el pasaje denominado como D-77.
- Robert: ¿En qué parte estará esa puerta?
Volteando hacia enfrente, el joven Schmitt se encuentra dudoso por la ubicación de la entrada hacia su avión. De pronto, se escucha inesperadamente la voz de una joven, quien da un breve anuncio respecto al tiempo que falta para que los vuelos D-75, D-76 y D-77 zarpen hacia su destino, dando entender que sólo son 30 minutos los que sobran para cada viaje.
- Robert: Oh, no. Ya casi se irá mi esperado vuelo. *Jadeo* Tengo que encontrar ese acceso, ya…
Nervioso por perder su avión, el chico cierra la carpeta, de tal manera que deja el pase de abordar en su interior y voltea la plantilla superior contra la otra pero cuando trata de tomar el almacenador de documentos, lo empuja sin querer con la mano izquierda y causa que se esparzan a corta distancia por el suelo.
- Robert: ¡No!
Al suceder el breve accidente, el muchacho se resigna a recoger sus papeles de manera apresurada, poniéndose de rodillas sobre el suelo y recogiendo sus requerimientos de pasaje rápidamente. Una vez con los documentos en la carpeta, Robert se levanta y enseguida camina hacia delante con prisa mientras se habla así mismo para encontrar alguna solución a su plegaria.
- Robert: Necesito a alguien que me ayude…
Apurado, dice el joven caminando sin saber a quién consultar.
Sin embargo, un dúo de hombres con trajes casuales, se encuentran sentados con un menú de aperitivos en las manos de tal manera que no se visualizan sus rostros debido que las plantillas los cubren completamente. El sujeto de la izquierda, mira a Robert Schmitt de forma discreta desde su mesa mediante la abertura del documento, que está transparente como si no tuviera ningún color en especial.
- ¿?: ¿Jerry?
- Jerry: ¿Umh?
Sensato, este individuo le pregunta al de a lado que si está viendo al chico caminando hacia un guardia de seguridad, a lo que él le contesta:
- Jerry: ¿El rico exprés que voy a ordenar? Oh sí, Jeremy.
- Jeremy: *Suspiro* Baja el menú, por favor.
En ese entonces, el joven Jerry cierra su menú y lo coloca en la superficie de la mesa mientras mastica goma de mascar, no obstante Jeremy hace lo mismo de modo indignado ante su colega, quien le pregunta a éste mismo que si pedirá alguna bebida de forma normal.
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Editado: 23.01.2019