Kull-Dan: La Búsqueda de las 7 Máscaras Perdidas

El Misterioso Apocalipsis.

 

 En una regadera común y corriente, se encuentra un joven dormido en la superficie posterior de la ducha, la cual lo empieza a empapar con agua tibia, de tal manera que éste mismo se despierta a causa de los múltiples surtidos de agua que expulsan los orificios.

 

- A. Johann: *Jadeo* *Jadeo* Ah…

 

   No obstante, resulta que Angel Johann Dedecker está semidesnudo con ropa interior y se moviliza para cerrar las levas del agua para que deje de correr éste mismo.

 

    Sin embargo, al neutralizar el movimiento dinámico del líquido, el muchacho comienza a sentir frío en el ambiente.

 

- A. Johann: Ah… Qué frío está haciendo…

 

  Aunque no lo enfatiza por mucho tiempo, ya que decide inspeccionar la zona por algo de secar y vestir. De modo que al doblar a la derecha, se encuentra una estantería de toallas, donde toma una de éstas con un detalle excepcional: Son rompibles, esto hace que el chico triture un paño en dos pedazos y se frote el cuerpo con ellos para remover las gotas de humedad que tiene por encima.

 

  Una vez de haber extraído el agua, el joven Dedecker deja los trapos en el suelo y procede a buscar algún atuendo para vestir durante su estancia en el nuevo mundo.

 

   Al girar nuevamente a la derecha, se encuentra con otro estante, pero con ropa ligera puesta en éste mismo, por lo tanto comienza a ponérsela como si fuera suya, una camisa de tirantes, un pantalón de mezclilla rasgado y calzoncillos limpios.

 

   Después de vestirse, el adolescente se pregunta por la falta de calzado, de modo que se inquieta por un momento pero no por tanto tiempo. Así que le da igual y decide proseguir hacia la salida que se ubica en el siguiente pasaje a la izquierda, de tal manera que se encuentra una gran pared de ladrillos impenetrable con una nota colocada enfrente del muchacho, quien lee las siguientes palabras de forma dudosa: “No pases por esta pared, a menos que, quieras morir.”

 

- A. Johann: Ja… Qué estupidez…

 

  El mensaje no convence a Johann, persona que ejecuta un impulso de lado derecho para asestar al muro, pero no efectúa un daño mayor al mismo, por lo tanto lo vuelve a hacer sin tener resultados esperados.

 

- A. Johann: *Suspiro*

 

  De pronto, Angel da una fuerte patada a la pared, demoliendo toda la barrera en mil pedazos.

 

- A. Johann: *Jadeo* ¿En dónde estoy…?

 

   En medio de la oscuridad, el lugar parece ser una correccional para menores de edad, desde la perspectiva del joven Dedecker, quien sólo observa una unión de ventanas en la parte superior de otra pared que se encuentra en la parte frontal de un pasillo.

 

- A. Johann: Hm…

 

*Ah…*

 

  Inesperadamente, un lamento surge desde la izquierda, llamando la atención del personaje hasta hacerlo voltear a la misma dirección, donde se localiza una mano desaliñada.

 

- A. Johann: …

 

  No obstante, el joven Dedecker da un paso sobre un escombro y produce un crujido muy agudo.

 

*¡Ah…!*

 

   Moviendo la articulación del misterioso ente, éste mismo se desplaza hacia delante mediante el uso de la mano, haciendo que Angel se sienta intrigado por saber cómo es la criatura.

 

*¡Ah…!*

 

- A. Johann: Eso es un… ¿Zombi…?

 

  De pronto, el ser sin conducta muestra medio cuerpo deslizado sobre el suelo ante el chico, quien se emociona por verlo en persona.

 

- A. Johann: Oh… Me gustaría tener una ametralladora en este momento…

 

   Sin tener ningún arma de fuego, el muchacho mira hacia abajo y recoge un ladrillo para lanzarlo hacia el misterioso monstruo.

 

- A. Johann: (Si fui bueno para el béisbol…) ¡Ah!

 

*Push…*

 

  Ejecutando el golpe en muchos fragmentos en el suelo, uno de los escombros atraviesa el ojo derecho del muerto viviente.

 

*¡Ah…!*

 

- A. Johann: Ah… Le quería dar en la cabeza… *Jadeo*

 

   En ese entonces, Johann se fija a lo lejos, una hacha puesta dentro de un portador de extinguidor pero, con el detalle de estar cerca del ansioso cadáver, por lo que podría ser riesgoso.

 

- A. Johann: (¿Valdría la pena acercarme a esa hacha…?) Hm…

 

  Interesado, el individuo toma otro objeto sólido para usarlo al llegar al gabinete, de tal manera que se dispone a correr hacia el arma sin pensar en las consecuencias.

 

- A. Johann: (A ver quién llega primero…)

 

  Al llegar junto al cristal, éste personaje lo rompe con el escombro hasta conseguir la hacha, la cual lo dirige hacia el zombi lamentado para poder perjudicarlo.




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