Kull-Dan: La Búsqueda de las 7 Máscaras Perdidas

Buenas Nuevas, Robert Schmitt.

 

 En una noche de estrellas iluminantes. Se localiza una calle sin nombre (como si el dueño de la zona se le hubiera olvidado mencionar el detalle más importante de todos). Sin embargo todo el panorama está formado por edificios deshabitados y helados por la gradual brisa que corre alrededor.

 Entre estos elementos sombríos, se encuentra un teatro abierto con sus luces encendidas por alguna misteriosa razón. Incluso cuenta con una oficina taquillera para comprar entradas a los espectáculos. Aunque no esté el encargado para realizar tal obra.

 

 Repentinamente, el vapor del medio ambiente es atraído a través del recogedor de boletos. Luego mantiene el flujo por el aire hasta ser absorbido por un uniforme rojo con botones de oro, mientras la brisa va adentrándose al traje, va surgiendo un fantasma, convirtiéndolo posteriormente en una persona de complexión delgada en pleno descanso.

 

   Roncando plácidamente, el joven trabajador despierta de tal manera que parpadea varias veces hasta visualizar completamente la nueva perspectiva del lugar.

 

- Robert: Ah… ¿Qué? ¿qué…?

 

  Mientras intenta mirar sin tambaleo, este muchacho se entera que está sentado incómodamente sobre el suelo de una habitación (desde su punto de vista).

 

- Robert: Ah… ¿En dónde estoy?

 

   Al no reconocer ninguna característica de la taquilla. Robert se levanta, sujetándose de los muebles más cercanos hasta aproximarse a la ventanilla.

 

  No obstante, el joven Schmitt haya el cristal repleto de brisa. Por lo que, le disgusta al momento de verlo.

 

- Robert: ¿Por qué está muy borroso esto?

 

   Con la meta de obtener un mejor panorama, el chico tuerce la mano derecha para alcanzar la manga de la muñeca, utilizándose para limpiar el respaldo de la vitrina para poder ver.

 

   Después de limpiar el cristal, Robert sigue sin visualizar del todo el lugar del que proviene toda esa humedad por lo que acerca su rostro para apreciar mejor (supuestamente).

 

- Robert: *Jadeo* Oh… sí que está oscuro… Ja… Oh. Jejeje…

 

   Tras una ocurrencia irracional, Robert deja una marca sobre la capa de humedad (la cual resulta un mensaje simple y bastante obvio).

 

- Robert: Oh… Fire Art Team… Eh…

 

  Sin embargo, cuando este muchacho deja las travesuras de lado. Observa curiosamente la linterna que lleva colgada en el cinturón, de tal manera que le atrae su apariencia evidente. Así que, por tener ganas de tomarla, éste la agarra mientras se le va ocurriendo otra actividad irrelevante.

 

- Robert: Hmmm… Acaso…

 

   Tras encender el objeto, comienza a jugar con la iluminación que se proyecta en forma circular con figuras articuladas por la mano izquierda, realizando supuestos sonidos de animal al mismo tiempo en que los manifiesta.

 

- Robert: Ejeje… Woo… Jeje…

 

*Murmullos*

 

- Robert: *Jadeo*

 

   Debido a los misteriosos sonidos, Robert voltea hacia la derecha, de modo que se fija en una cortina de color roja, la cual detrás de ella provienen las voces agudas. Tras relajarse, el chico acerca su mano izquierda hacia el pliegue y lo desliza hacia la derecha para averiguar lo que hay detrás de éste mismo.

 

- Robert: Wow…

 

   En ese momento, se da cuenta que hay una puerta totalmente oscura al otro lado de la manta de tela. Sin embargo, Robert se fija en un pomo central de en frente, de tal manera que se extraña por la colocación de éste accesorio mientras intenta realizar su uso específico.

 

- Robert: Nunca he visto una perilla colocada de esa manera… Jeje…

 

*Murmullos*

 

- Robert: Ah…

 

  Al girar el picaporte, éste empuja la puerta levemente mientras acerca su vista hacia el otro lado. Robert queda asombrado cuando aprecia el sitio reciente, el cual resulta ser una sala enorme con un estilo cinematográfico en todo el lugar, pero sobre todo hay una barra de bebidas, golosinas y aperitivos al gusto en la parte frontal, la cual es la zona más visible.

 

- Robert: Esto parece una tienda de dulces. Aunque, un poco más… rara.

 

   De repente, las puertas del extremo izquierdo se abren sin ninguna razón. De modo que el chico se asusta y se pone detrás del acceso oscuro, observando temerosamente el interior de la imagen desconocida de las entradas posteriores.

 

- Robert: *Gulp*

 

   Tras dejar su miedo a un lado, decide aproximarse hacia las puertas de manera lenta y discreta posible, sin embargo desde el punto de entrada donde recientemente salió, se cierra por sí solo, haciendo que el muchacho se sorprenda y ladee su mirada por atrás. Dándose cuenta que el medio se cerró, éste corre hasta llegar a éste mismo.




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