—Lea, ayuda....
—¿Q-que?, ¿quién eres?
—Te necesito, tienes que venir....
—¿Me necesitas?
—Date prisa......
—¿Pero....que debo hacer? -dije mientras entrecerré los ojos-
Un destello me deslumbro y vi como una niña trato de tomar mi mano
—¡Lea! que no escuchas -grito mi madre enfadada y frunciendo el ceño- , ya es tarde levántate o llegaras tarde a la escuela
—Ya lo sé, pero no tienes que ser tan brusca -me rascaba la cabeza mientras bostezaba-
—Date prisa, Avery está abajo esperándote
—<<Vaya... al parecer Avery llego más temprano, que sorpresa...>> son las...8:25am
—No tardes mucho, está bien -dijo mi madre y salio de la habitacion-
Me levante de mi cama y comencé a buscar las cosas que necesitaba llevar hoy a la escuela. Era difícil saber dónde estaba cada cosa ya que todo mi cuarto era un desastre. Mientras metía mis cosas dentro de la mochila vi que algo cayó al suelo, lo mire y era una pequeña piedra con una cadena. La recogí del suelo y la mire un poco, entonces recordé que era el collar que mi abuelo me había regalo la última vez que lo vi que si mal no recuerdo fue hace como dos meses. Me puse el collar y entonces...lo escuche otra vez, una de las tantas voces que solía escuchar cuando era niño, solo que esta vez se sentía muy diferente...estaba escuchando la voz de una niña, dijo mi nombre una vez y después... nada, todo se quedó en completo silencio.
—¿Quien esta ahí? -mire alrededor de mi habitación- .
No había absolutamente nadie, yo era el único ahí y...sabía bien que no podían ser alucinaciones ya que no era la primera vez que escuchaba cosas así. Aliste mis cosas y rápidamente salí de mi habitación y baje con Avery.
—Ya era hora Lea, me dejas esperando mucho tiempo -Avery me miraba molesta mientras yo bajaba las escaleras-
—Es tu culpa por llegar tan temprano
—Pues esta vez quería llegar temprano !Así que vayámonos¡ -me tomo de la manga de mi chamarra y me jalo-
—!Lea, no llegues tan tarde a casa¡ -dijo mi mama desde la sala-
—Descuida mama, no lo haré.
Una de las mejores cosas que había es que las vacaciones se acercaban, aunque lo fastidioso seria que debo prepararme para los exámenes de admisión a la universidad. Yo y Avery caminábamos con prisa hacia la escuela, a pesar de que no estuviera tan lejos siempre llegábamos tarde y creo que hoy no sería la excepción. Lo que estuvo en mi cabeza durante todo el camino a la escuela fue la voz de aquella niña, después de todo eso no me había pasado en años ¿Por qué volvía a escuchar voces?
—Otra vez llegamos tarde y el maestro no querrá abrirnos -dijo Avery con frustración-
—Casi siempre llegamos tarde, no le tomes demasiada importancia
—Ese es el problema Lea, casi siempre llegamos tarde -Ella me miraba con enojo-
—No seas tan dramatica, aunque es gracioso verte así -Sonrei-
—Pues me calmare, ¿pero y ahora que hacemos?
—Qué te parece si vamos al lugar de siempre,
—Está bien...pero nada de faltar a otra clase
—Está bien Avery, aunque solo son los últimos días de clase no hará mucho daño faltar a una o dos clases
A donde siempre íbamos cuando no teníamos nada que hacer era a uno de los salones abandonados que estaba al fondo de la escuela, es un lugar bastante tranquilo. Nadie se preocupaba por venir aqui. Ella y yo nos sentábamos a hablar de cualquier cosa que se nos ocurriera a pesar de que fuera sobre algo muy absurdo, pero nos la pasábamos bien o a veces venia yo solo y escuchaba música, o leia algo. No solía se muy sociable dentro de la escuela, la persona con la que he pasado más tiempo durante toda mi vida ha sido con Avery, después de todo ella ha sido mi amiga desde niños y somos muy unidos.
Ambos nos sentamos en el suelo y hablamos sobre algunas cosas que estaban pasando últimamente en ciudades cercanas a nuestro pueblo, algo así como extrañas desapariciones o animales muertos y con una extraña cosa negra en ellos pero no le tomamos nada de importancia, entonces Avery me miró fijamente.
—Lea... -suspira- ¿Cómo es que puedes ser una persona tan despreocupada por todo?
—Pues...simplemente... no me pongo a pensar en las cosas que debo hacer, además con los problemas que había en mi familia desde que era niño y con la muerte de mi padre, pues a muchas cosas les he dejado de tomar importancia
—Debí suponerlo, pero ya todo está mejor -sonrió- además recuerda que me tienes a mí, yo no te abandonare -se acercó a mí y me abrazo-
—Vaya...-yo también la abrace- esto no me lo esperaba, ¿Te pasa algo? Porque... es muy raro que te pongas así de emotiva
—Pues no es nada...es solo que quería decírtelo, cuando entremos a la universidad ya no nos veremos...
—No te preocupes por eso, debo agradecerte por estar siempre ahí cuando lo necesitaba, gracias Avery
Continuamos hablando un poco y le comente a Avery que había encontrado el collar que el abuelo me dio, pensé haberlo perdido hace unas semanas. Avery tenía algo de envidia ya que el abuelo no le había dado nada aquella vez, solo menciono que ambos siempre estuvieramos juntos. El timbre sonó y ambos fuimos a nuestras clases, después de todo no estábamos en el mismo salón solo teníamos algunas clases juntos.
Al salir de la escuela yo y Avery caminamos juntos a casa, continuamos hablando sobre cosas tipicas de nosotros. El camino a casa cuando voy con ella siempre se hace muy corto. Al llegar a la entrada de mi casa me despedí de ella y siguio su camino, ella solo vivia unas calles mas adelante.
—Ya llegue, ¿Mama? <<Creo que debió haber salido>>
Deje mi mochila en mi cuarto y baje a la sala a ver un poco la televisión mientras comía algo de cereal. Después de un rato subí a mi cuarto y me recosté en mi cama, me quite el collar que mi abuelo me dio y lo mire un poco. Creo que ahora es diferente a la primera vez que lo vi, lo que recuerdo es que no tenía un color tan oscuro era un poco más blanco o tal vez sea cosa mía, después de todo lo había perdido pocos días después de que me lo regalo y no lo habia tenido mucho tiempo, soy demasiado despistado. Estaba cansado despues del largo dia de clases que tuve, apague todas las luces de abajo y subi a mi cuarto.