—¿Qué carajos fue eso? - mi respiración era agitada y estaba sudando-
Toque mi pecho y me asegure de que todo estuviera normal, solo habia sido un mal sueño. Me volví a acostar y la alarma sonó.
—¿Pero qué horas son? -mire el reloj y eran las 8:00 am- vaya...dormí más de 8 horas y aun así me siento cansado
El sueño de aquella noche fue tan real, nada que haya sentido antes. Si todo seguía así me volvería loco. Con cada noche que pasaba tenía sueños extraños en los que yo estaba solo y en todos y cada uno de ellos sentía dolor...tristeza, dentro de ellos sentía la necesidad de hacer algo para que todo el sufrimiento que veía se detuviera pero...simplemente tenía las manos atadas y no podía hacer nada. Un día sin más todo eso se terminó, me sentía más calmado y en paz, además que todas esas tonterías de la escuela ya habían acabado y con ello llegaban las vacaciones.
Le había comentado a mi madre si podíamos visitar al abuelo, ella me había dicho que le parecía una buena idea, aunque no se...en su cara note algo extraño, ella daba vueltas por toda la casa muy pensativa y preocupada, así estuvo durante dos días y salió de la casa durante un día completo, no regreso hasta el día siguiente. Yo me sentía algo asustado porque no entendía que pasaba, le preguntaba qué era lo que pasaba pero ella solo me respondía diciendo que no pasaba nada y que no me preocupara.
—Hijo, la cena esta lista
—Bajare enseguida mama
Acomodaba algunas cosas en mi cuarto, nada fuera de lo normal, abrí la puerta y baje las escaleras hacia la sala. Me senté junto a mi madre y comenzamos a comer, ella había preparado chuletas de cerdo con algo de ensalada, después de que termine me levante de la mesa y lave el plato donde comí. Al terminar me senté en el sillón y encendí la televisión
—Lea, necesitamos hablar... -ella se acercó y sentó al lado de mí, tomo el control y apago la televisión-
—Al ver sus ojos...la manera en que me miraba pude ver que no era nada bueno...
—Sí... ¿Qué pasa...? -Comencé a ponerme algo nervioso mientras la miraba fijamente a los ojos-
-Veras Lea...tu abuelo...murió hace 3 días, no había sabido la manera en como decírtelo y... -las lágrimas comenzaron a caer de su rostro-
Ella me abrazo, yo simplemente no podía creer lo que ella había dicho. Una lluvia de sentimientos comenzó a inundarme por dentro, no sabía cómo sentirme en ese momento... una de las personas que más importaba ya no estaría ahí...la persona a la que podía ver como a un padre después de que mi verdadero padre muriera...ya no estaba. Mi madre tomo mi mano, yo me acerque y bese su frente y sin decir nada subí a mi cuarto, cerré la puerta y me recosté en mi cama mirando hacia el techo, me sentía destrozado por dentro pero por más que tratara de llorar no podía. Las voces dentro de mi cabeza comenzaron a sonar otra vez, mi corazón palpitaba sin parar, de alguna manera quería creer que lo que escuche solo había sido un sueño... comencé a poco a poco cerrar los ojos hasta el punto de casi quedarme dormido.
—Lea, lo siento... -decía mi madre detrás de la puerta, podía escuchar como lloraba- mañana será el funeral...
De un momento a otro desperté y estaba parado frente al ataúd donde estaba mi abuelo, no recordaba el como había llegado ahí...pero en ese momento no me puse a pensar en eso y comencé a llorar al ver a mi abuelo frente a mi...sin vida...inmóvil...también estaba ahí Avery, llorando al igual que yo...después de todo ella lo quería tanto como yo.
Pasaron algunos días hasta que pude ponerme algo mejor, las voces en mi cabeza seguían atormentándome...una trataba de decirme algo que no lograba comprender, pero creo que sufría...pedía ayuda, la otra simplemente decía palabras al azar de las cuales ninguna tenía sentido. Mi madre no estaba en casa, decidí tomar una chamarra y caminar un poco, necesitaba algo de aire fresco para despejarme. No tenia mucha gente con la que salir, solo estaba Avery pero...no quería ser una molestia para ella. Llegue a un pequeño parque que estaba cerca de mi casa y me senté en una de las bancas, no se cuanto tiempo estuve ahí pero los minutos pasaron volando, comenzó a hacer algo de viento, todo se nublo y comenzó a llover. En el camino de regreso a casa volví a escuchar aquella voz que no sabia con exactitud que decía pero eso hizo que pasara por mi mente la razón por la que mi abuelo había muerto, nunca le pregunte a mi madre como había muerto, supongo que no era algo que importara pero aun así sentía esa curiosidad, tenía un extraño presentimiento dentro mí, algo me hacia tener la necesidad de saberlo.
Llegue a casa lo más rápido que pude con la esperanza de que mi madre hubiera llegado de trabajar
—¿Mama? -Dije mientras cerraba la puerta-
—Hijo ¿Dónde estabas? Cuando llegue a casa y no te vi me preocupe
—Solo salí a caminar un poco -me quite la chamarra y la puse encima del sillón- Mama debo preguntarte algo... ¿Cómo...como murió mi abuelo?
—¿Seguro que quieres saber eso? Porque se me hace algo extraño e incomodo que lo preguntes tan de repente, solo han pasado unos dias desde que falleció... ¿Seguro que no te afecta?
—Ya estoy mejor mama -me acerque a ella y toque su hombro- no te preocupes por mi -me aceque mas y la abrace-
—Bueno, está bien...pero no deja de ser algo incómodo -ella me sonrió-
Ambos fuimos y nos sentamos en la mesa de la sala
—Pues...veras... a tu abuelo lo encontraron en medio de la carretera, al parecer venia en dirección al pueblo donde vivimos, él estaba dentro su auto y tenía un cuchillo clavado en el pecho, la policía había pensado en que fue un asesinato pero no era así...tu abuelo se había apuñalado así mismo varias veces, se había suicidado...y tenía una nota que estaba manchada con algo negro en donde decía "Kurh...la cueva...el cristal".
—Gracias por habérmelo contado...-me acerque a ella y la abrase- ¿Pero no te parece muy extraño?