5 de diciembre de 2019.
—¿Quiere decir que su hija está en una especie de secta?—preguntó Gregory, observando al cliente con curiosidad.
Un hombre de tez oscura, de unos 45 años, y grandes anteojos cuadrados.
El tipo asintió con temor. Se veía tenso y apretaba sus manos con fuerza.
Aquel día, Loni y Hooked atendían otro caso. Un problema con vándalos que grafiteaban las casas de todo un barrio, durante la noche. Por lo que desde la madrugada estaban fuera de la agencia. Así que, mientras tanto, el mayor de los Spook, se ocupaba de recibir a los clientes.
—Necesito que me ayuden a sacarla de ahí —pidió con voz preocupada—La última vez que pude ver a Amy, fue hace tres semanas—He intentado otras veces, pero no me permiten verla.
—¿Y por qué no se la llevó, el día en que la visitó?—preguntó una vez más el rubio, cruzándose de piernas en su asiento.
—Ella se negó— dijo el hombre de anteojos y, al ver la expresión de Gregory, continuó hablando—Sé que alguien está amenazando a Amy, para permanecer en ese lugar. Ella parecía asustada. Su rostro... toda su cara estaba demacrada y se esforzaba por no temblar —explicó el hombre, recordando la visita que había hecho al templo donde su hija se encontraba.
—¿Amy le pidió ayuda de alguna forma?— intervino Igari, con preocupación. Mientras observaba desde el sillón al hombre, quien se había presentado como el Dr. Dave.
—No, ella se esforzaba para fingir que estaba bien, pero yo pude ver el terror en sus ojos —respondió el de anteojos—Amy no es el tipo de persona que está tantos días fuera de casa, así que incluso si quisiera unirse a un club o algo de ese estilo, regresaría al menos los fines de semana o buscaría la forma de contactarnos.
—¿Entonces, dice que a Amy la invitó una de sus compañeras a unirse?—inquirió Gregory—¿Sabe exactamente qué clase de religión practican o qué actividades realizan en ese lugar?
—Solo sé que se hace llamar "La casa de la purificación". Realmente no sé mucho sobre el lugar, porque no tienen redes sociales o algún número al que se pueda pedir informes. Todo se hace de manera presencial, y ni siquiera así obtienes respuestas —respondió Dave con cansancio.
—¿Usted intentó unirse para averiguar algo más?—siguió preguntando el rubio, mientras analizaba el caso.
—En cuanto Amy no volvió a casa, recibí un mensaje de su parte. Fue el último que envió desde que se unió —contestó el hombre y sacó su teléfono para leer el escrito—. "Papá, he decidido quedarme un tiempo en este lugar. El templo me ayudará a purificar mi alma de todos los pecados que he cometido. Seré una mejor persona, que pueda enorgullecerte a ti y a mi madre. Por favor, no me busquen en un tiempo. Quiero enfocarme en mi cambio. Espero que puedan respetar mi decisión" — finalizó el hombre con voz temblorosa—Fui hasta ahí y pedí que me dejaran ser miembro o que al menos me dieran un recorrido del lugar, pero se negaron. Me dijeron que era un templo únicamente para mujeres. Además, se opusieron a darme el recorrido, con la excusa de que podía interferir en la purificación de las otras integrantes. Solo me permitieron la entrada a la pequeña capilla que está cerca de la puerta principal, y ahí fue cuando hablé con Amy.
—¿Y la policía que dijo de todo esto?—El rubio creía saber la respuesta, pero, aun así, escuchó a Dave.
—Dijeron que no podían revisar el lugar sin una orden, y que al no haber otras personas que presentaran quejas sobre el templo, eso sería difícil. Además, como Amy ya es mayor de edad y ella misma decidió quedarse, no podrán proceder —continuó el hombre con frustración, mientras sobaba sus sienes.
—Eso pensé, así que la mejor opción es infiltrarnos y conseguir pruebas de algún delito— soltó Gregory, golpeando las palmas de sus manos contra sus rodillas.
—Infiltrarse es la única opción que pareces conocer— dijo una voz cerca de la puerta y al desviar la mirada. Los tres que se encontraban en la sala pudieron ver a Hook y Loni, quienes acababan de llegar.
El segundo se veía algo cansado, estaba ojeroso, y su playera blanca, y gran parte del lado izquierdo de su chamarra, tenían una línea de pintura amarilla.
Si no fuera por la buena condición de Hook, seguramente luciría igual que el menor de los Spook.
Igari le lanzó una mirada de preocupación, pero Loni le sonrió, para tranquilizarlo y después se presentó ante el cliente.
—Te daré un resumen de la situación —dijo Greg, antes de que Loni preguntara—. Amy, la hija del Dr. Dave, y probablemente otras chicas, son rehenes de un grupo llamado "La casa de la purificación". No hay quejas ni demandas sobre la organización, porque muy posiblemente las jóvenes que reclutaron tenían mala comunicación con su familia o, de plano, eran indigentes. Es muy seguro que les apliquen algún tipo de maltrato físico y mental, para retenerlas en ese lugar y evitar que pidan ayuda, pero con Amy cometieron un error, porque ella es lo suficientemente cercana a su padre, como para que él la esté buscando ahora.
—¿Cómo sabes lo de los indigentes y qué se les aplica daño físico y mental?—preguntó el hombre confundido.
—Es algo obvio —dijo únicamente el rubio y Loni analizó la información que Gregory le había dado.
—Además, ya les dije que es imposible que entren. No permiten el acceso a varones, a excepción de los que trabajan en ese lugar. Así que, al menos que haya una chica en su equipo, no tienen posibilidades de infiltrarse —comentó Dave y casi por reflejo todos los miembros de la agencia vieron a Igari, con indiscreción.
El castaño abrió un poco los ojos, al entender lo que sus compañeros sugerían.
—No tienes que hacerlo, si no quieres —dijo Loni, al ver la duda en el rostro del menor.
—Está bien. Si de esa forma puedo ayudar, lo haré —contestó y se levantó del sillón.
—Bueno, solo necesitaremos una peluca —comentó el rubio— y al ver que Igari, levantaba una de sus cejas, volvió a hablar—Ya sabes, tu ropa es muy unisex —explicó y el menor de los Wind, bajó la mirada a su atuendo.
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Editado: 20.02.2025