CIUDAD ESBURY. CALLE COVENT.
Los miembros de la agencia quedaron asombrados ante los reflejos de la mujer de cabello plateado.
La chica volvió a moverse con ligereza. Esta vez levantó la daga y apuntó hacia el rostro de Loni. El menor de los Spook retrocedió, pero fue demasiado lento y el filo terminó por rozarle una de las mejillas. Una línea rojiza se dibujó bajo su ojo, y la limpió con rapidez.
Hook se colocó frente a Gregory de manera brusca, pues la mujer había desviado su atención hacia ellos.
—Debiste irte, idiota —reclamó el de cabello verde al mayor. Sin quitar la vista de su contrincante.
—Cierra la boca. No estoy pidiéndote que me protejas —contestó Gregory, pero no hizo intento alguno por apartar al más alto.
—Ese rubiecito va a ser un estorbo para nosotros —dijo la de cabello plateado, mientras miraba con burla a los dos más altos y guardaba su arma.
—Sí, bueno. Para mí lo es todos los días —contestó Hook y Gregory lo golpeó en la espalda con su palma—. Pero ni se te ocurra tocarlo —advirtió Hooked con tono amenazante.
—No creas que ya me olvidé de ti —dijo la chica, mirando de reojo a Loni, cuando este comenzó a moverse—. Aunque muero por enfrentarme al fortachón, mi trabajo es impedir que salgan de este lugar, así que si no quieres que te lastime, deberías dejar de moverte.
—No puedo hacer eso —respondió Loni—. No cuando sé que alguno de ellos está en peligro —agregó y se acercó a ella, para intentar enfrentarla.
La chica lo esquivó y lanzó un golpe hacia su estómago. Loni apenas fue capaz de evitarlo, y tomó uno de los brazos de la mujer, pero cuando estaba por doblarlo, ella sujetó la cabeza del moreno con su mano libre y lo empujó con fuerza hacia abajo.
El menor de los Spook, se quejó cuando su rostro impactó contra el suelo, y pudo sentir cómo parte de su frente y nariz se raspaban.
El cuello le dolía, y estaba seguro de que si no hubiese intentado meter las manos, habría quedado inconsciente o con la cara severamente dañada.
—Ya quédate quieto —advirtió la chica, mirando con seriedad al de chamarra verde.
—Tengo que irme —respondió Loni con esfuerzo, levantándose lentamente y cerrando los ojos debido al dolor.
—Niño malo—dijo la de cabello plateado, haciendo un falso puchero y acercándose nuevamente al más bajo.
Loni finalmente se puso de pie y miró hacia la entrada del almacén, pero la mujer se posó frente a él y alzó una de sus manos, dispuesta a tomarlo por el cuello.
Hooked decidió actuar en ese momento, sujetando a la chica de ambos brazos para poder retenerla.
—Ya vete, Loni —dijo el de ojos grises, aventándole las llaves de su moto, con la mano libre.
—Vamos a estar bien —habló Gregory cuando notó la duda en los ojos de su hermano menor y este asintió con inseguridad, para después comenzar a correr hacia la puerta.
La mujer le dio un fuerte cabezazo a Hooked y el más alto tuvo que retroceder debido al potente impacto.
Por suerte, Gregory actuó con rapidez y esta vez pudo pegar uno de sus inventos triangulares en el hombro de la chica. Una fuerte descarga la invadió de inmediato y se vio obligada a ponerse de rodillas, mientras una expresión de dolor y enojo aparecía en su rostro.
Sin embargo, el efecto apenas duró unos segundos. La de negro se quitó el artefacto y, de un manotazo, envió lejos al rubio. Aun así, Loni ya había arrancado y se alejaba rápidamente del almacén.
—Para mí ya es tiempo suficiente —habló la chica encogiéndose de hombros, mientras veía la entrada—. Bueno —dijo desviando su atención hacia Hooked, quien caminaba con rapidez hacia donde se encontraba Gregory semiinconsciente—. Es turno de divertirme —agregó y sonrió ampliamente.
Volvió a moverse y tomó a Hooked por la parte trasera de su chaqueta. Lo jaló con fuerza hacia ella, pero el de cabello verde volteó velozmente y se liberó de su agarre.
La chica intentó asestarle un puñetazo, pero el más alto frenó su mano con facilidad y después la tomó por la muñeca. La de negro, envió otro golpe con su mano libre, pero solo logró que Hooked incapacitara sus dos brazos. Aun así, volvió a mirarlo de forma desafiante y sin pensarlo, alzó una de sus rodillas hasta que esta impactó con el estómago del trigueño.
Hooked no pudo evitar doblarse y terminó por liberar a la chica, quien retrocedió un par de pasos, mientras miraba con satisfacción al mayor de los Wind.
—No sabes cuánto esperé para enfrentarte 1-3 —comentó la de negro y Hooked alzó la mirada—. Por cierto, soy Eva, pero tú puedes llamarme 1-5 —dijo la chica sin cambiar su expresión de placer.
—1-5—susurró el más alto—. ¿Por eso eres tan fuerte? —dijo, entendiendo al fin la situación en la que se encontraban.
—Quizás no lo sabías, pero éramos vecinos de habitación en el laboratorio —comentó la mujer—. Hubo una ocasión en la que te vi pelear. Blif siempre dijo que tú eras el más fuerte de esa base, yo le pedí que me dejara enfrentarte, pero él se negó, sugirió que yo aún no era rival para ti. Después la SEG intervino, y la oportunidad se me escapó de las manos.
Hooked terminó de incorporarse, mientras escuchaba con atención a Eva.
Tiempo atrás, solo había tenido que enfrentarse a uno de los chicos que COLMENA tenía como prisioneros, por lo que, hasta ese día, nunca había visto a la mujer frente a él.
Aun así, por lo poco que llevaban combatiendo, podía asegurar que la de cabello plateado tenía el mismo nivel de fuerza o incluso mayor a la de él.
—No quiero tener que pelear contigo —dijo Hooked con sinceridad—. Ya te lastimaron suficiente en el pasado, deberías aprovechar tu libertad para comenzar de nuevo.
—Yo no quiero comenzar de nuevo 1-3, yo solo quiero averiguar si todos esos años de tortura sirvieron para algo. Así que pelea conmigo —pidió la chica y comenzó a acercarse.
—Ya no soy más 1-3—respondió el de cabello verde y se alejó hacia donde se encontraba el rubio, quien empezaba a reaccionar.
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Editado: 21.03.2025