La afección del jefe del valle

Capítulo 6: Desafortunada noche

El soldado con la espalda destrozada fue llevaba al pueblo en una carretilla de madera. Sus compañeros y el líder no creían que viviera mucho. 

Ahora que estaban en las chacras del otro pueblo, escucharon pequeños susurros y jadeos, los soldados que quedaban se acercaron despacio, tenían sus cuchillas en la mano y en el momento que iban a atacar… el lugar se iluminó. Eran agricultores con miedo, temblaban como si no hubiera un fin para ellos. 

Samin Sayri frunció el ceño, ya era muy tarde como para salir a recoger los frutos.

 —¿Por qué están aquí? ¿acaso no fui claro con no salir de sus chozas de noche?

Entre las personas que se encontraban escondidas, estaba el agricultor que dirigía el pueblo cuando el líder se fue como subordinado del inca. Ahora era un hombre de edad, por su aspecto físico se podría decir que estos años no estaba viviendo a su merced. Sus compañeros de cosecha también se encontraban allí, siguiéndolo como una pata lleva a sus crías.

—¡Líder! Lo estábamos esperando…—habló un agricultor.

 

Samin comenzó a dudar, “debieron ir en la mañana no a estas horas”. 

 

—Ayer cuando regresamos de cosechar, oímos gritos de una de las casas de nuestro pueblo.—intentó calmar sus temblores—cuando entramos a su choza parecía ser de una mujer descuidada, todas las cosas alrededor estaban en el piso, las mantas que revoloteaban estaban colgadas en los muros como si quisiera que veamos algo… cuando buscamos a la señorita, nos dimos cuenta que en una de esas sábanas, que en una de sus sábanas…—empezó a temblar.

 

No parecía capaz de continuar, el agricultor que ayudaba con el pueblo habló más calmado:—En una de sus sábanas había sangre, cuando alzamos la manta vimos el cuerpo de la joven.—suspiró antes de seguir hablando—no tenía cabeza ¡estábamos horrorizados!... cuando todos nos reunimos en el pueblo esperando a que usted llegara, sentimos que algo nos observaba de la choza de la joven, nosotros nos acercamos pensando que tal vez era su esposo, pero lo que vimos no se parecía nada comparado con un humano… sus manos eran largas y tenía un cuerpo enorme, nos supera en tamaño, la figura del hombre parecía ser… como si su cuerpo estuviera hecho de rocas. Esa cosa no nos atacó y se llevó el cuerpo de la joven.—cerró los ojos—Escuchamos de unos niños que esa mujer homenajea a alguien impuro y ahora que está muerta... no podemos hacer nada ¡Nos ha traído la desgracia al pueblo!

 

Los soldados estaban murmurando entre sí, jamás se esperaron que algo así sucediera, no después de ese mitimae.

 

—Después estuvimos esperando a que nos visitara, luego nos comunicaron que irían de nuevo a ver sobre las bestias que arrinconan su pueblo, así que decidimos alcanzarlo.

Los aldeanos tenían miedo, su líder tenía una cara de horror. Los soldados podían entender: ver una bestia temible y luego esto, hacía que uno pueda perder sus hilos. ¡No podía completar sus misiones si hay demasiadas barreras! 

“Esto llevará horas ¿Por qué no me buscaron antes?".

Si la joven hacía rituales, ¿Cómo es que no se dieron cuenta? Los mejores momentos para atormentar siempre son en las tardes. Su cuerpo no debió haber ido tan lejos, la mayoría de las personas que hace ese tipo de cosas siempre se los llevan a las cuevas de los valles, al igual que los Jarjachas. Tal vez al ir podamos encontrar su cuerpo, si esto pasó ayer, entonces debemos apurarnos, tal vez los Jarjachas sigan alimentándose del cuerpo de la joven.

"Aunque no sabemos nada sobre esa bestia, no creo que sea algo fácil para nosotros" con esto en mente Samin Sayri siguió hablando:

—No se desesperen, estamos rodeados de seres impuros, nadie sabe lo que exactamente está pasando; cinco de mis soldados los llevarán al pueblo y los vigilarán, mientras tanto, usted informe a los demás que se mantengan juntos, si hay chozas donde puedan habitar hasta diez personas sería lo mejor para facilitar el cuidado.—agarró su bolso y sacó una jarra— tengan sangre sagrada a su alrededor para que no los perjudique, si esto fue hace poco puede que regrese y atormente las cosechas, nosotros no nos podemos quedar por más tiempo, iremos al punto de todo esto, así que no entren en pánico, la esperanza es un valor que ayuda a uno a mantenerse de pie.

Luego de intercambiar un par de palabras con Guaman, los cinco militares rodearon a los agricultores y se los llevaron a las faldas bajas de la montaña. Samin Sayri se quedó con sus dos mejores ayudantes: Libiak y Sayarumi. No estaba seguro si podía vencer a otra bestia con tan pocos militares, sin embargo, conocía lo enérgico que eran los dos soldados con cualquier amenaza, así que después de pensarlo un poco, comenzaron a caminar.

Desde lo lejos, el pueblo parecía un simple grano de arroz. Los tres jóvenes descansaban en una de las cuevas de la montaña, se refugiaban de las bestias.

—Libiak.—Sayarumi lo miró serio—Deja de hurgar en mis cosas, ya dije que no soy ninguna bestia y tampoco soy capaz de hacerte daño, pero si lo quieres.—una sonrisa se formó en su rostro—lo haré.

Sayarumi y Libiak se trataban como desconocidos cuando estaban solos, en especial el joven Libiak, desde muy pequeño vio el potencial de Sayarumi: podía levantar cosas muy pesadas para una edad tan corta. Sus ojos parecían encenderse cuando se presentaba un problema y su cuerpo mostraba un leve color rojizo. 

Libiak era tímido y debilucho cuando el padre de Libiak lo llevó a conocer a su nuevo amigo.

Se sorprendió la primera vez que llegó a esa choza, era algo que jamás había presenciado. Cada paso que daba se reflejaba en las paredes. 

De niño no conocía sobre la gente de poder y los que se acostumbran, así que no le tomó importancia a los objetos de oros y lanas finas que colgaban en las paredes de la choza. 

Como su padre lo dejó de lado por su amigo, decidió ir a buscar en algunas tiendas de comida camote sancochado, era una delicia para él poder probarlo; cuando estaba en medio camino contemplando su camote como el niño más feliz del mundo, un joven mayor y su pandilla se acercaron quitándole su alimento.



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En el texto hay: demonios, boys love bl, epocainca

Editado: 08.08.2020

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