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En el Capítulo 4 de "El Inkioz", nos adentramos en el arco de Chas'ie, el Vencedor que sobrevive ante los incendios en el mundo realista.  Kick, observando el mundo realista lleno de maldad, crueldad, desesperación y traición, vio a un Víctor llamado Chas'ie, descendiente de una raza conocida por su fe en Kick.

Kick le ordenó a Chas'ie que construyera un bote para protegerse, ya que planeaba destruir a todos los seres en el mundo realista con una lluvia de fuego.  Chas'ie obedeció las órdenes de Kick y construyó un barco grande y resistente, contando con la ayuda del ser celestial.  La construcción del barco tardó 10 años hasta que estuvo listo.

Cuando el barco estuvo terminado, Kick le ordenó a Chas'ie que se subiera a él, ya que la lluvia de fuego estaba a punto de comenzar en el mundo realista.  Chas'ie, confiando en la guía de Kick, se preparó para enfrentar esta catástrofe inminente y asegurar su supervivencia.

Cuando comenzó la lluvia de fuego en el mundo realista, Chas'ie quedó protegida dentro del barco que construyó con la ayuda de Kick.  Mientras las llamas quemaban y destruían todo a su alrededor, Chas'ie navegó valientemente por las aguas turbulentas, confiando en la promesa de la protección divina.

El fuego consumió paisajes, ciudades y seres vivos, dejando un rastro de destrucción.  Chas'ie fue testigo de la terrible devastación que lo rodeaba, sintiendo una mezcla de tristeza y gratitud por estar a salvo en el barco.  Sabía que se estaban perdiendo muchas vidas y que la lucha por la supervivencia sería ardua.

Mientras enfrentaba los desafíos planteados por la lluvia de fuego, Chas'ie mantuvo su fe en Kick.  Creía que, al final, el ser celestial traería esperanza y renovación al mundo realista.  Con determinación y coraje, navegó por las aguas tormentosas, buscando un nuevo comienzo después de la destrucción.

La lluvia de fuego continuó durante días, poniendo a prueba la resistencia de Chas'ie.  Luchó contra la adversidad, enfrentando el miedo y la incertidumbre.  Pero a través de esta terrible experiencia, encontró fuerza en su fe y en la promesa de Kick de protegerlo.

Con el paso del tiempo, la lluvia de fuego comenzó a disminuir gradualmente.  Chas'ie, todavía dentro del barco, vislumbró un nuevo horizonte, donde los restos del fuego se iban extinguiendo poco a poco.  Sabía que el mundo realista se había transformado y ahora su misión era reconstruirlo y llevar esperanza a quienes habían sobrevivido a la catástrofe.

Con el capítulo de la lluvia de fuego cerrado, Chas'ie emergió como un símbolo de esperanza y perseverancia en el mundo realista.  Estaba decidido a afrontar los desafíos que le esperaban, confiando en su fe en Kick y guiado por el propósito de traer renovación y bondad a un mundo que había sido sacudido por la destrucción.