Capítulo 5

El silencio que había en el coche era más incómodo que ver a Emma y Derek besarse ¿queréis saber qué pasó? pues bueno desde luego no fue mi culpa.

Nos metimos en el coche y la alfa empezó a conducir ¿por qué nadie hablaba? ¿es que acaso se habían vuelto mudos de repente?

-Emm, Emma- la llamé- ¿puedo saber qué os dijo Deaton en la veterinaria?

-Nada importante- contestó a secas.

-¿¡Nada importante!? ¿Acaso no es importante saber que soy? porque no creo que me guste no saber cosas de mí misma.- paró el coche de golpe- ¿pero que diablos te sucede?- se dio la vuelta y me fulminó con la mirada, que miedito…

-Escuchame bien Ashley, no tienes ni idea de el peligro que sería decirtelo, así que, mejor cierra tu enorme bocaza y deja de molestarme porque no estoy de humor para las quejas de una niñata como tú- abrí mi boca indignada ¿como que niñata? solo me llevaba un año ¿quién se cree?

-¿¡De qué vas!? ¿Cómo que niñata? Para tu información, solo eres un año mayor que yo. Me molesta MUCHÍSIMO que no me lo digas. Es como si tuviese diez años y mi abuela me ocultase que color es mi favorito.- todos miraban al suelo apenados y nerviosos ¿por qué no intervenían?

-Bien, ¿qué tal esto? o te callas, o te callo con mis dientes en tu garganta- me quedé callada y ella asintió y encendió el coche nuevamente. Y yo aún me pregunto ¿cuándo me lo dirán? 

Y bueno, eso pasó, ¿qué tan malo podría ser que yo lo supiese? no lo entiendo…

Vi como el coche se paró.

-Ya hemos llegado- anunció Scott. Todos nos bajamos y nos acercamos a la entrada, yo no pasé, no quería, necesitaba estar un rato a solas sin la mirada de Emma presente.

-¿No vas a pasar?- era Derek, se sentó a mi lado.

-No- genial, ¿no podía irse? no quería que su novia tuviese más razones para degollarme.

-Oye… siento lo que ella dijo en el coche, podría haber sido más amable, ya que eres nueva en todo esto y no entiendes nada…- le interrumpí.

-¿Qué te enamoró de ella?- él me miró confuso- sí, ¿qué fue?- suspiró.

-Todo, pero… ahora todo ha cambiado entre nosotros, estamos muy distantes- ¿sí? pues no lo parecía el otro día cuando llegó…- todo esto no nos permite pasar tiempo juntos…

-Derek- me miró y suspiré ¿por qué era tan lindo?- gracias por confiar en mí- le cogí de la mano y acaricié su dorso. Nos sonreímos.

-No, gracias tu por escucharme- en eso oímos unos ruidos, ambos nos levantamos en modo de defensa- detrás de mí- me dijo.

-Derek no, quiero ayudar.

-No. No controlas a tu loba, es mejor que no hagas nada- entre los árboles logré visualizar esos ojos rojos, los que tanto miedo me causaban. No dudó en mostrar su identidad y rugir hacia Derek. Los hombres lobo comenzaron a pelear, claro que la bestia le sacaba mucha ventaja. Yo estaba entrando en pánico, si no hacía nada lo mataría, piensa Ashley ¡piensa!

-¡Scott!- gritar era lo único que se me ocurría. La manada salió de la casa lo más rápido que pudo y los hombres lobo se convirtieron y fueron atacar al enemigo. Con toda la facilidad del mundo, la bestia los estampaba contra los árboles como si nada, logrando dejar a algunos inconscientes. Lydia se acercó corriendo y gritó lo más fuerte que pudo. Todos nos tapamos los oídos pero a la bestia le afectó por así decirlo poco. 

La pelea era interminable, había vencido hasta a Emma, Stiles estaba detrás de mí y el cazador también. Bien Ashley toma esto como un verdadero entrenamiento. Me concentré lo más que pude, dejando salir a mi lado animal pero anclándome también al lado humano para no perder el control. Sentía un leve dolor en mis dientes, crecían colmillos y como mis uñas eran sustituidas por garras, como mis ojos cambiaban de color. La bestia se acercaba a mí con mucha seguridad. Todos miraban espectantes la escena, vale, ¿me quieres a mí grandullón? Pues ven y lucha. Él rugió, y lo hizo tan vigoroso que hizo que dudase del mío. Solo soy una beta, no puedo contra semejante cosa. Pero como decía mi abuela “Mejor arriesgarse que perder”. Cerré mis ojos y sentí como de mi garganta salía otro rugido, pero uno más robusto que el suyo, uno que los hizo convertirse a todos involuntariamente, hasta a ¿Emma? pero solo fue un segundo. Juro que vi su iris brillando del rojo que la identificaba como una alfa. La bestia quedó tan impactada que me llegaba hasta aquí el olor a miedo que desprendía. Empezó a correr alejándose del lugar, todos me miraban petrificados. Notaba como mi rostro volvía a la normalidad. El primero en hablar fue Stiles.

-¿Qué… demonios… ha… sido… eso? ¡Ha sido alucinante! ¿Lo habéis visto verdad? ¡Ashley ha logrado convertir hasta a Emma!- la alfa se levantó y se fue corriendo dentro de la mansión y en un momento que para mí pasó a cámara lenta me pareció verla con los ojos ¿llorosos?

-¿Es qué no eres capaz de callarte ni un segundo Stiles?- Derek se levantó y furioso fue tras Emma, pero claro furioso con el humano.

-¿Qué? Es verdad lo que he dicho ¿cómo lo has hecho Ash?- esto es incómodo, ¿ y si está llorando? me sentiría super culpable.

- C-creo que mejor me voy- antes de irme Scott me cogió del brazo, le miré triste, ahora me sentía yo mal.

-No es culpa tuya, ella es así- me susurró, me solté con delicadeza y sin hablar asentí con mi cabeza en forma de gracias.

No quería estar más ahí, si hay algo de mí que nunca cambiará, es mi empatía, si alguien está mal yo también y más si es por mi culpa. Llegué a mi habitación y lo primero que hice fue tirarme a la cama y echarme a llorar como una niña pequeña ¿por qué a mí? todo me supera, yo no quería esto, es complicado de aceptar. Nunca fui una persona de confiar, me cuesta, me han traicionado tantas veces que ya he aprendido la lección. Lo único que noto aquí es que desde que llegué estoy rompiendo la relación de Derek y Emma. La manada no tenían ningún problema pero desde que estoy aquí la bestia nos persigue, todo se está desmoronando como un castillo de arena siendo arrasado por el mar. Estaba sumergida en mis pensamientos cuando tocan la puerta, no contesto, que pase si quiere y si no pues no.