La Alfa de los Alfas

Capítulo 9

Narra Ashley

Habíamos decidido ir a la nueva feria de Beacon Hills. Me contaron que nunca hicieron algo así en este pueblo, era una sorpresa. Estaba muy ilusionada, hace años que no iba a una de esas y sería fantástico volver. 

-Sabéis, me asusta la idea de la feria que haya podido hacer el ayuntamiento ¿no será una broma?- dijo Malia. 

-Este sitio trae muchas sorpresas- Íbamos en el jeep de Stiles, como siempre… Yo miraba por la ventana, siempre me había gustado, era relajante y te metías en tu mundo sin importar los demás. En este instante, solo lograba visualizar el bosque y sus árboles, pero en eso vi unas luces de colores y mi oído escuchaba ¿música? Sí, podría ser eso. El coche frenó. 

-Ya estamos- anunció Stiles. 

Bajamos del coche y lo que había ante nuestros ojos era impresionante ¡Esto era más que una feria! Tenía atracciones ¡tenía de todo! 

-Esto… es… ¡alucinante!- gritó Stiles- oh dios quiero montarme en todo.- los chicos y yo mirábamos a nuestro alrededor con la boca abierta y medio sonriendo ¡era precioso! Las decoraciones eran muy coloridas. 

-Es hermoso- Erica pestañeó varias veces.

-¿A qué esperamos? ¡Vamos!- cogí de las manos a las chicas y las arrastré. Los hombres nos siguieron. 

Había de todo. Se podía ver una noria en la que varias personas hacían cola y esperaban para subir, te dejaban unos pocos minutos arriba para poder ver las bellas vistas. Pasamos por la sección de comida, se me hacía la boca agua, podías escoger algodón de azúcar de distintos sabores. También tenían manzanas caramelizadas, pinchadas en esos palitos. El sitio que más ocupaba esta sección era el restaurante, donde hacían barbacoa, vacíos… ¡y contenía un buffet libre vegetariano! muy buen complemento para acompañar la deliciosa y jugosa carne. Pasamos a otra sección, después comeríamos. Estábamos en la parte de juegos, muchas carpas donde podías ganar peluches u otras cosas. Pasamos a la última parte, eran las atracciones. Yo no sé si sería capaz de subirme en alguna, de pequeña era muy lanzada, pero ahora… me dan impresión, como máximo en la noria.

-Y bien ¿a cuál de todas vamos?- preguntó Stiles.

-¿Qué tal si cada uno se va a dónde quiere y hacemos un punto de encuentro con una hora en concreto?- sugirió Lydia.

-Es una buena idea ¿y si quedamos a las diez en el restaurante?- me gustaba el plan de Derek- total, esto dura hasta las cuatro de la mañana- wow wow, esta noche no pego ojo.

-Vale, recordar, restaurante diez de la noche.

Algunos se fueron en grupos y otros en parejas. Stiles, Malia, Lydia y Scott se fueron juntos, por otra parte Erica y Boyd, Jackson y Ethan, y por último Isaac, Derek, Liam y yo.

-¿Vais a ir a la sección de juegos?- nos cuestionó Liam, el más pequeño de todos y yo junto con él. Todos asentimos, Peter dijo que se quedaba en casa para cuidar a Emma y ver que no hiciese ninguna barrabasada.

-¿Y si vamos a la casa embrujada?- dijo Derek. Ay señorcito, ¿dije que adoraba las atracciones más bestias? sí, pero lo que no dije es que eso siempre me dio mucho miedo. La primera vez que me monté en una me hice pis encima ¡la hicieron de Annabelle!

-Oh… no sé yo... 

-¿Tienes miedo?- Liam me miró burlón.

-¿Yo? n-no- respiré profundo- no tengo miedo- dije segura y le miré desafiante.

-Pues no se habla más ¡entremos!

Derek, Isaac y yo seguimos al pequeño hombre lobo. Cuando llegamos había una cola tremenda, me da a mí que esto va a durar unas cuantas horas… al menos espero que esté bien. Nos acercamos y nos pusimos en la larga fila. En un cartel ponía que el recorrido duraba veinte minutos.

... 

Tres fastidiosas horas, Derek estaba que echaba humo por las orejas, tenía muy poca paciencia y muy mal carácter, pero cuando quería era un amor. En la primera hora estuve hablando con él debido al aburrimiento. La cola volvía a avanzar por lo que aproveché y me puse al lado suya. Con tanta acción se me olvidó agradecerle y pedirle disculpas por lo de ayer.

-Derek- le llamé- quería decirte que gracias por lo de ayer.- me sonrió.

-No es nada. Ella no tenía ninguna razón para echarte la culpa.

-Y… también decirte lo siento. Si no hubiese pasado, emm ya sabes, eso- se hizo un silencio incómodo, ah, para que lo habré nombrado- no hubiese ocurrido nada.

-No te preocupes en serio, antes de que llegases las cosas ya estaban mal.- asentí, menos mal ya estaban así antes, solo… fui el remate.

Seguimos hablando de otros temas hasta que sin darnos cuenta ya nos tocaba. En el pasaje no íbamos todos juntos, es decir, nos repartían por distintos lados de la mansión, nuestro deber era seguir el camino marcado y lograr encontrarnos el la sala de estar de esta y huir juntos. Estaba nerviosa, durante el recorrido me asustarían y cuando me asusto, me asusto, enserio.

Nos hicieron pasar a una oscura y pequeña habitación. De un momento a otro se apagaron las luces, y cuando se encendieron otra vez me encontraba sola. No tendría que haber entrado, tenía miedo y mucho, pero tenía que avanzar si quería salir de aquí lo más rápido posible. Comencé a caminar por un pequeño pasillo, donde había cuadros siniestros y antorchas pero falsas. Había muchas habitaciones donde en alguna de ellas estaba la salida, pero a otra parte de la casa para seguir ¿en serio tenía que entrar en todas? a saber que diablos me encontraría en cada una.

Después de mirar y rebuscar en los ocho cuartos solo me quedaba uno. Iba a tocar el picaporte pero oí un sonido extraño y detuve mi acción. Me di la vuelta y miré a todas partes, un olor familiar llegó a mis fosas nasales. Unos gruñidos llegaron a mis oídos, esta vez lo reconocí perfectamente, ahora sí que estaba en problemas. Sus típicos ojos rojos aparecieron otra vez en la oscuridad, sentía su presencia acercarse más y más hasta a mí, su mirada me paralizó, mis músculos no respondían, era una sensación horrible. Me dio un zarpazo en la tripa, según me habían contado los chicos, si era de alfa tardaría en sanar. Mi cuerpo reaccionó ante ese ataque y saqué mis garras para devolvérsela. No le hizo absolutamente nada, ¿y ahora quién demonios me sacaría de aquí? No tenía otra opción que luchar, como en el primer entrenamiento. Esquiva, ataca, defiéndete . Esquiva, ataca, defiéndete. Esos movimientos se repetían una y otra vez, era un bucle. La bestia me tomó del cuello y me estampó contra la pared ¿ya se acercaba mi muerte? ¿Tan rápido? No me había ni dado mi primer beso con Isaac, que fastidio. Ojalá se estampase él contra la pared y haber si deja de joder. De repente ya no estaba ante mis ojos, un estruendo se oyó al final del corredor y mucho polvo salió de la pared ya que fue destrozada ¿eso lo he hecho yo? Pero ¿cómo? ¿Ahora controlo la telequinesis? ¿Acaso soy médium? Genial, más cosas que descubrir. Noté como una mano cogió la mía y me arrastró, la bestia ya se había incorporado y vio como huía. 




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