La Alfa de los Alfas

Capítulo 11

Narra Ashley

-¿Quién eres? ¿Por qué eres igual a Ashley?

-Esa no es la pregunta- canturreó, nos miramos confusos- la cuestión es ¿Qué soy? 

-¿Por qué estás aquí? ¿Qué quieres de nosotros?- Scott comenzó a desesperarse. 

-Solo te voy a decir una cosa Scotty, cuida a Ashley y deja de mentir a la manada y a ella. Tiene que enterarse que es, y enfrentarse a su verdadero enemigo- dicho eso, con paso lento se retiraba poco a poco del lugar, pero antes de esconderse y desaparecer entre la maleza nos miró sobre su hombro- El destino está escrito, ella tenía que llegar aquí. Pero también cuídate de los mismos de tu manada, quizás pueda haber un topo- y así como llegó de rápido se desvaneció entre la oscuridad. 

... 

-¡No lo entiendo!- el alfa se tiró del pelo frustrado, caminaba de un lado a otro respirando agitadamente. 

-Tranquilízate, descubriremos todo. No la durará mucho el misterio- habló Derek. Sentí como alguien me arrastraba a la cocina. Intenté zafarme de su agarre pero me fue imposible, solo me quedaba mi arma secreta, darle una patada en sus partes, gracias por el consejo Derek. 

-¡Ay!- oí un quejido. 

-¿Stiles? 

-Recuérdame que la próxima vez me aleje quince metros- dijo con dificultad tocándose sus cositas. 

-Disculpa- le ayudé a levantarse ya que se quedó en el suelo de rodillas.- bueno ¿vas a decirme que pasa? 

-Venía a sacarte de ese lío, tienes que distraerte. Por eso he traído- sacó algo de su mochila- ¡esto! ¡Sí señor! Hay que darle esta noche- una botella de vodka. Golpeé mi frente con mi mano. 

-Stiles… No sé si se te olvida que soy mujer lobo, no puedo emborracharme. 

-Oh esto me pasa por vivir con seres sobrenaturales. 

-Puedo acompañarte a que te… ¿pongas ebrio tu solo? 

-Me parece bien- nos encogimos de hombros y salimos de la mansión sin que se diesen cuenta. 

Cogimos el jeep y salimos. Nos reímos de las travesuras que hacíamos. Durante el camino solo fueron carcajadas, este humano es un caso perdido. Cuando llegamos hicimos una hoguera, cogimos un tronco que había por ahí y nos sentamos en él, habíamos quedado en contarnos todos nuestros problemas. Ambos bebamos, aunque yo no pudiese ponerme ebria, seguía tomando. 

-Yo… Yo a veces me siento indefenso…. Os veo a todos con poderes y hacéis fium fium y yo solo me escondo o…. O atropello a gente con mi hermoso jeep- estaba ya borracho, soltaba cualquier cosa. Me causaba tanta empatía que ambos comenzamos a llorar y también comencé a decirle lo que yo sentía. 

-Toda mi vida me he criado con mi abuela y… Nunca he sabido nada de mis padres- las lágrimas resbalaban por mis mejillas pasé mi dorso sin cuidado- y-yo no sé s-si son algo, si eran sobrenaturales o humanos, nunca supe nada. 

-No te preocupes lo averiguaremos- me abrazó y ambos lloraba os desesperadamente. 

Estábamos acostados en el greco césped mirando las estrellas y diciendo que constelaciones veíamos. Claro que efecto del alcohol no veíamos una reverenda mierda. 

-Yo digo que esa es la osa mayor- el humano señaló unas estrellas. 

-No, yo veo el símbolo zodiaco de sagitario- giré mi vista a él- el mío.

-Yo siempre pienso que mi madre está en alguna de esas estrellas- dijo melancólico 

-Eso es lindo. 

-Sabes… creo que le gustas a Derek- soltó de repente, giré mi cabeza bruscamente para mirarle- él me dijo que eras muy linda, tierna e inocente. Le molestaba que estuvieses con Isaac. 

-Estás loco- dije medio riéndome y ambos acabamos a las carcajadas. 

-Sabes- bostezó- tengo mucho sueño. 

-Sí- también bostecé- yo también ¿nos dormimos?- él asintió y cerramos nuestros ojos.

No sé cuánto tiempo había pasado pero sentía como unos fuertes brazos me cargaban para dejarme en el jeep, reconocí unas voces, eran Theo y Derek ¿que hacían aquí? ¿Era Derek el que me cargaba? Abrí mis ojos con pesadez y miré a mi lado, era Stiles, dormía con la boca abierta y le caía un poco de baba. Me reí bajito y cuando los dos hombres lobo subieron al coche me hice la dormida, quería escuchar que decían. 

-¿Cómo siguen?- preguntó el mayor, Theo se giró y supongo que nos miró. 

-Dormidos, menos mal que hemos venido, de seguro serían comida para los animales silvestres de esta zona.- sentí como Stiles se movía y hacía ruidos raros. 

-Mmm ¿Qué hora es? Me duele la cabeza.- ya que él se despertó ¿por qué no hacerlo yo también? 

-Son las tres de la mañana- respondió Derek- cuando lleguemos a casa te daremos una aspirina. 

-Oh dios que sueño tengo. 

-No haberte escapado, nos asustamos mucho. Pensábamos que esa chica rara de hoy os habían secuestrado- contestó Theo. 

-¿Habían?- miró a donde estaba yo.- ¡Ashley! ¿Qué haces aquí? 

-Acompañar a tus desgracias. 

-Así que la bella durmiente se ha despertado- el ojiverde se dio la vuelta un segundo para mirarme. 

-Oh cállate Derek.- se rió y negó con la cabeza. 

Cuando llegamos ayudamos a bajar a Stiles ya que casi se cae de cara, me hubiera reído de él. Theo acompañó al humano a su habitación y Derek a la mía. 

-¿Quieres pasar?- le invité asintió y se sentó en mi cama. Fui al baño a ponerme el pijama cuando volví él estaba mirando unas fotos. Me acerqué y me puse a su lado. 

-Era mi abuela- suspiré- la echo de menos- me miró. 

-¿No tienes fotos de tus padres?- negué con la cabeza. 

-Ella nunca me dio una foto de ellos. No sé como son. Cuando me contaba mis momentos con ellos yo pensaba que algunos no cuadraban. Sigo pensando que ella me ocultaba algo y no sabía el qué. 

-Será mejor que me vaya- le cogí de la mano. 

-Puedes… ¿Puedes quedarte conmigo hasta que me duerma? Hoy no es uno de mis mejores días- me miró dudoso pero terminó cediendo. Ambos nos acostamos en la cama y nos quedamos mirándonos a los ojos. 




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