-¿Y? ¿No puedo?- me sentí intimidada ante su mirada.
-N-no sé qué quieres de mí o de nosotros, ni por qué eres igual que yo, solo, solo déjanos en paz.- abrí la puerta pero ella la cerró de un portazo con su brazo y logrando acorralarme contra la misma.
-Escúchame bien Smith, no voy a dejarte en paz hasta conseguir lo que quiero- cogió un mechón de mi castaño pelo y comenzó a enrollárselo en el dedo- y eso implica que tú mueras. Así que hagamos las cosas fáciles, o dejas que te mate, o tendré que matar también a los de tu manada, y no dudaré en hacerlos sufrir delante de tus narices, tu eliges bonita. Son ellos o tú.- se apartó de mí y salió del baño. Me quedé paralizada sin saber que hacer, porque es cierto ¿qué haría? Esta situación me sobrepasaba. Yo no quería morir, tenía muchas cosas que descubrir todavía, pero claro, tampoco quería que muriesen ellos, no tienen la culpa, son inocentes, solo me ayudan a pasar un gran bache de mi vida. Me miré al espejo apoyando los dos brazos sobre el lavabo, sigo siendo la misma niña asustadiza de siempre, he de madurar, tengo que hacerlo, porque no estoy ayudando nada a la manada. En eso vi cómo habrían la puerta de golpe.
-¡Madre mía! ¡Estás aquí! ¿Estás bien, no te ha hecho daño?- miré a Lydia y negué con la cabeza.
-Tranquila.
-La hemos visto salir del baño, hemos reconocido que era ella y no tú por su forma de vestir- siguió Erica.
-Será mejor que vayamos a lo que hemos venido.
Habíamos pasado por muchas tiendas. Ahora mismo estábamos en la única que nos quedaba, probandonos vestidos, o bueno Malia no, no le gustaban para nada.
-¡Vamos Ashley! Sal ya- gritó Malia.
-¡Sí queremos ver como te queda!- siguió Erica.
-¿Qué? ¡No! Yo lo decía porque quiero volver ya a casa.- salí del probador y me miraron con la boca abierta.
-¡Dios mío! ¡Estás preciosa!- dijo Lydia.
-Te queda muy bien- sonreí a Erica.
-¿Nos podemos ir ya?
-Pareces una niña pequeña Malia, pero si, ya nos vamos.
...
Habíamos llegado a la mansión hace una hora, estábamos viendo una peli en el salón ya que, todos lucíamos cansados. Yo estaba acurrucada en los brazos de Isaac. Él y yo habíamos comenzado una relación, nos gustábamos, y eso era muy lindo. Pero notaba que Derek nos echaba miradas como si estuviese ¿celoso? No lo creo, ilusiones mías.
-¿Cuándo termina esta peli?- Isaac bostezó- tengo sueño sabéis.
-Ni idea pero concuerdo con él- siguió Erica- mejor me voy a dormir.
-Te sigo- dijeron Theo y Liam a la vez. Los tres se levantaron, se despidieron y se fueron. La banshee paró la película y Stiles se quejó.
-¡Oye!
-Es tarde Sti, hay que irse a dormir, venga vamos- con una mano apretó las mejillas del chico y dejó un corto beso en sus labios para luego irse ambos. Solo quedábamos: Scott, Malia, Derek, Isaac y yo, ya que Boyd no miró la peli y Peter, me enteré de que él no vivía aquí, sino en un apartamento ¿Qué cosas no?
-¿Vosotros tenéis sueño?- preguntó la mujer coyote.
-Yo me iba a dormir pero ya no me apetece- Isaac suspiró pesadamente.
-¿Os parece si sacamos a nuestros lobos y hacemos una carrera por el bosque?- dijo emocionada.
-¿Qué es eso de sacar a vuestros lobos?
-Con el tiempo, hemos logrado convertirnos en lobos completos, por lo que, a veces, corremos por el bosque en nuestra forma lobuna- Derek me miró- en cambio tú no puedes.
-Genial, gracias por arruinarme el día- le dije divertida y nos reímos, pero solo nosotros, que incómodo.
-Pero ella podría venir con nosotros- sugirió Scott.
-Sí ¿por qué no?- salté emocionada y abracé a Isaac.- pero no te separes de mí- asentí feliz.
Salimos de la mansión Hale y nos adentramos en el oscuro follaje donde solo alumbraba la luz de la luna y se contemplaba puntitos que eran las estrellas. Ahora que me acordaba… Pronto sería luna llena, para ser exactos… ¡pasado mañana! Se me había olvidado por completo, estoy muy nerviosa ¿y si no lo controlo? No quiero matar a nadie, no por dios…
-Isaac te acuerdas de que…- miré a todas partes y mi novio no estaba. Genial, me ha abandonado, pensé que al menos duraríamos más, se que se cansaría de mí pero ¿tan rápido? Seguí caminando para ver si encontraba algo familiar en el camino para orientarme y poder encontrar la vuelta a casa, pero nada. No había nada. Comenzaba a ponerme nerviosa, ni Derek, ni Malia, ni Scott, ni Isaac… nadie. En eso sentí como alguien tocaba mi hombro ¡la niña del pozo! Me di la vuelta y pegue un puñetazo a la persona que me había tocado. Gritó de dolor.
-¡Ashley!- tapé mi boca con mis dos manos.
-¡Scott! Lo siento, lo siento. Pensé que eras un espíritu o…- me miró extrañado.
-¿En serio? De todos los enemigos que tenemos y piensas que soy un espíritu.- suspiró y cambió de tema- tu novio es un despistado, nos encontramos los cuatro en una parte del bosque y tuvimos que separarnos para encontrarte.- eché una pequeña risitas, este Isaac. En eso llegaron los otros tres lobos corriendo.
-¡Diablos lo siento! ¡Me tenías preocupado!
-¿Preocupado? ¡Tú me has abandonado melón! Pero te perdono- le revolví los pelos rizados que tenía.
-Es mejor que volvamos, estas horas ya son peligrosas- anunció un serio Derek.
Cuando llegamos a la entrada de la casa, descubrimos que una persona encapuchado esperaba de pie en la puerta.
-¿Disculpe podemos ayudarla?- era mujer.
-Busco a Ashley, Ashley Smith.- ¿a mí?
-¿Quién es usted?- Derek se acercó. La mujer dejó su rostro al descubierto. Me sonaba, era parecida a mí.
-Mi niña, has crecido muchísimo.- sonrió melancólica.
HOLIIS!!
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Editado: 16.09.2022