185d.C Glaive Capital de Valemont – Palacio Arconte de Valemont
5 días después de que las invitaciones hayan sido enviadas, la invitación para la familia Arconte de Valemont, había llegado.
Era la hora del desayuno, toda la familia del Arconte Dareth de Valemont, estaba presentes en esa mesa.
Rhaego, su hijo mayor de 19 años, Miral de Valemont., miraba su desayuno, era delicioso pero por alguna razón no tenía ganas de tocar su plato.
— Las campanas sonaron hace un rao — Hablo Dareth riendo mientras hablaba con su esposa, La Arcontisa de Valemont, Sharma.
— Si — dijo sharma, la mujer sostenía a su hija de 3 años sobre su regazo, mientras le ayudaba con su desayuno.
— ¿Eso significa algo Padre? — preguntó Daryna, Hermana menor de Rhaego, con 16 años cumplidos.
— Significa noticias hija — respondió Dareth y sonrío suave bebiendo su jugo.
Rhaego alzó un ceño fruncido al escuchar la respuesta — ¿Qué será esta vez? – musitó bajo.
Como si hubiera sido escuchado por los cielos, llegó un guardia con un pergamino en mano.
— Arconte — Hablo el guardia haciendo el saludo, para estirar su brazo ofreciendo el pergamino enrollado — Carta de la Alta Princesa, de Thorneveil y Elandor.
Rhaego miró el pergamino en silencio, mientras levantaba su copa fingiendo beber.
— Espero que sean buenas noticias — Hablo Dareth, tomando el pergamino y desenrollar — ¿Acaso ese primer baile la dejo encantada?
Pregunto mirando a Rhaego, el Miral simplemente desvió su mirada dejando la copa en la mesa.
— Espero no hayas dicho nada inapropiado hijo — habla sharma.
— Fui educado — dijo rhaego defendiéndose — Quizás.. saque unos temas de historia, para saber si sabía.
— Rhaego — sharma lo miro con desaprobación — Lo último que quiere una joven es hablar de historia.
— O vestidos y joyas — añadió Daryna
Rhaego sonríe burlón ante las palabras de ambas mujeres.
— Creo que lo último que quiere es verme la cara — murmuró para sí mismo.
Pero el recuerdo del jardín golpeó su mente, por un momento se había olvidado de la charla, él le propuso una alianza indirectamente, suspira algo preocupado si el pergamino que su padre está leyendo tenga que ver con eso.
— No creo que sea eso, ella no sería tan–
— Tan ingenua — Hablo Dareth.
Sharma, Rhaego y Daryna voltearon a ver a su padre curiosos de saber que leía.
— La Alta Princesa nos invita a todos cordialmente a su primer torneo que organizará — explicó.
Rhaego desvía su mirada para mirar su plato una vez más.
—¿Qué estará pensando? — murmuró rhaego.
— Miral Rhaego — Hablo el guardia, rhaego lo miro notando una carta en sus manos — La Alta Princesa me pidió que se lo entregara personalmente.
Rhaego sintió sus mejillas ponerse algo rojas al escuchar el exclamó de su padre, la cual se escuchaba emocionado., Rhaego tomó la carta para ponerse de pie.
— Entonces si parece que el encantamiento a su Majestad funcionó.
— Al menos no le pise el vestido — dijo rhaego para salir del comedor, Sharma sonríe mirando a su hijo mientras abrazaba a su hija pequeña, sandar.
El Miral caminaba por los pasillos, al llegar a su habitación, abrió las puertas y las cierra detrás de él. Suspiro, no sabia que contenía la carta.
Se sentó en su escritorio para romper el sobre con una navaja y sacar el papel del sobre, al hacerlo, algo cayó en su escritorio.
Bajo su mirada algo confundido para notar un pétalo de una rosa, rosa roja, ¿significaba algo?, no quiso hacerse ideas y empezó a leer.
Cada palabra del contenido que leía, lo ponía algo tenso y a la vez serio. Luego bajo la carta dejándola en el escritorio, se cubrió su rostro con las manos con sus palmas, su rostro se estaba volviendo del color del pétalo de rosa.
Bufó mientras baja sus manos al escritorio, tomó el pétalo de rosa, la analizo unos segundos. Luego abrió su cajonera para buscar un frasco, al encontrarlo sacó las monedas para poner el pétalo, y guardarlo en su escritorio.
— Así que en verdad eres la elegida — murmuró Rhaego para recostarse en su escritorio mirando la carta a su lado — Los escritos..
Murmuró pero se endereza rápidamente, él camina rápidamente para salir de la habitación dejando la carta sobre la mesa.
Rhaego recorre los pasillos casi corriendo mientras esquivaba a ciertos servidumbres, y guardias.
Las doncellas lo miraron confundido, hace días no veían al Miral correr.
Rhaego llegó a la gran biblioteca, entró para mirar todos los libros, fue a la sección de mapas y escritos, como pergaminos.
Al llegar, trato de buscar un apartado: 100d.C hasta adelante.
Los archivos de esos años y saber sus acontecimientos, empezó a buscar pero se detuvo con un jadeo en seco al notar, que los pergaminos, y los libros, no estaban en su estante.
Él empezó a buscar a más a fondo pero nada, los pocos libros habían sido removidos, los archivos y cartas. Todo.
— Tenía razón.
Murmuró Rhaego para ponerse de pie y avanzar para salir de la biblioteca.
Mientras el Miral salía de la biblioteca y se iba con las manos vacías, una mujer estaba en la esquina del pasillo de espaldas, volteo notando como el Miral se iba.
— La Alta Princesa esta actuando — murmuró Lady Nerisse, a su lado estaba Lady urila, con las manos ocupadas.
— Puede ser un error.. — murmuró Lady urila sosteniendo los libros y pergaminos. — Quizás el Miral Rhaego fue a buscar algo para su madre o-
— Lady Urila — Hablo Lady Nerisse —
¿Desde cuando el Miral de Valemont leyó un libro?, se la pasa con mujeres que con libros.
Lady Urila suspira mirando los pergaminos.
— Es obvio que la Alta Princesa buscaría información aquí, debemos informar a los demás, enviaremos una carta.
Lady Urila no se niega mientras avanza junto a Lady Nerisse al pasillo contrario. Sus pasos se alejaban de la esquina de la biblioteca.
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Editado: 03.06.2025