Sofía se sintió escalofriada al escuchar la voz de Carlos al otro lado de la línea. "No puedes dejarme así", le dijo. "Eres mía, siempre lo serás".
Sofía intentó calmarlo, explicándole que ya había tomado la decisión de dejarlo y que era lo mejor para ambos. Pero Carlos no quería escuchar.
Comenzó a recibir llamadas constantes, mensajes y correos electrónicos. Carlos la seguía por todas partes, apareciendo en su trabajo y en su nuevo hogar.
Sofía se sintió atrapada y asustada. ¿Cómo había subestimado la obsesión de Carlos?
BUn día, recibió un paquete con una nota que decía: "Si no eres mía, no serás de nadie".
Sofía sabía que debía actuar rápido.
Editado: 09.11.2024