Lazo divino

Victoria tenia solo 20 años cuando estaba en una fiesta en la playa de Cancun en México con sus amigas Regina, Vanesa y Malena estában juntas brindando por haber logrado terminar sus ultimos examenes en la universidad.

Regina_ finalmente acabo esa tortura ahora si podre dormir y disfrutar del sol

Vanesa Malena y yo reíamos mientras ella soltaba sus quejas _eso te pasa por entrar a la facultad de medicina_ decia Malena tomando su piña colada

Vanesa_ cierto eso lo sabias antes de entrar a tu carrera

Regina_ si y que me dices tu señorita defiendo a los inocentes no me digas que no eras tu la que decía que estaba harta de oír a su profesora decir las mismas palabras sobre el deber y el honor.

Todas se empezaron a reír mientras la música a su alrededor sonaba con fuerza, sin darse cuenta que al otro lado de la fiesta alguien las observaba con mucha intriga.

-estas aburrido hermanito_ decía una voz dura a su lado

-creo que es todo lo contrario veo que ya encontró a alguien_ decía otro hombre mientras seguía el juego

Mientras tanto el hombre de cabello negro y ojos peligrosos que no dejaba de ver hacia la dirección de las chicas colocando su vista de una en especial; su total atención se centro en una hermosa jovencita de largo cabello negro y ojos grises que no dejaba de sonreír, su busto tenía el tamaño de unas toronjas, su cintura era pequeña y delicada encajando a la perfección con sus pronunciadas caderas qué hacian ver sus glúteos redondos y sus piernas más grandes.

Sus hermosos ojos amielados se concentraron en su dedo anular al darse cuenta de un pequeño hilo brillante que llevaba hacia ella; la observaba con demasiado interes, (es ella por eso la mire antes que a las otras). Decía demasiado interesado

-Troyan no a parado de ver a esas chicas_ decía Drago con una sonrisa en su rostro.

Mientras que Eos solo sonreía al ver bien en que parte estaban posicionados los ojos de su hermano_ creo que no son las chicas si no una en especial; será que los bonitos ojos grises de aquella chica de bikini rojo llamaron tu atención querido hermano.

Troyan solo sonreía mientras seguía viendo hacia aquella dirección_ no son solo sus ojos, miren esto.

Decia extendiendo su mano en el momento en que aquella jovencita subió la suya mostrando con total claridad el brillante hilo cristalino que ambos tenían entrelazados en su dedo anular; Eos y Drago se miraron sin poder creerlo su hermano había encontrado a su compañera soñada, la mujer que estaría con el por el resto de sus vidas.

-porque no vas a hablarle si esta destinada a estar contigo quizás pase algo además hoy es luna de sangre_ Eos le decía mientras observaba el cielo.

Al observarla noto el vaso adornado con limón que estaba tomando y pensó en algo muy rápido.

-debo irme_ Troyan los dejo mientras le pedía al bar tender el nombre de aquella bebida.

-es una manzana envenenada_ le decía aquel muchacho que seguía preparando algunos tragos.

-que es eso_ preguntaba confundido

-es una bebida que se prepara con jarabe de manzana verde agua gasificada y limón; no lleva alcohol_ le explicaba el muchacho con tranquilidad.

Le dio una sonrisa mientras le pedía un favor_ prepara otro y llevárselo de mi parte_ le decía mientras le entregaba 100 dolares.

El muchacho emocionado atendió su petición y preparo otro llevándolo específicamente a la chica bonita de ojos plateados_ disculpe el caballero de la barra le manda esto.

Aquel hombre de cabello negro hasta las orejas y ojos color miel observaba desde la barra mientras sonreía con una copa en sus manos; mis amigas comenzaron a alburearme mientras me insistían en que fuera a saludarlo.

Me acerque algo temerosa mientras tomaba con ambas manos en señal de nerviosismo aquel vaso frío_ hola buenas noches.

Aquel sujeto de aspecto tan pulcro y impecable me observaba mientras sus labios mostraban una sonrisa_ buenas noches.

Me extendio su mano mientras sus ojos no se apartaban de mi_ soy Troyan Kelasi.

-Victoria Álamos Cortez un placer conocerte_ aunque lo intentaba victoria no podía esconder su nerviosismo.

-Victoria un nombre hermoso para una mujer hermosa_ Troyan tomo su mano dándole un tierno beso.

-vaya que amable_ le decía mientras trataba de esconder mi cara roja.

-crees que a tus acompañantes les moleste si te llevo un momento conmigo_ Troyan lo decía sin apartar un solo momento la vista de mi.

Ante sus palabras yo dude por un instante pero algo en el me hizo confiar; Troyan es un hombre bastante atractivo sus ojos de ese extraño color cálido, su mandíbula firme y su cabello perfectamente cortado qué el viento movía poco a poco, aunque estaba sentado en la barra podía notar que su altura era bastante notoria, sus piernas eran largas y aunque sus pantalones blancos lo cubrían la luz hacia evidente la fuerza que estas tenían, su torso era ancho y atraves de la camisa podía ver como su pecho estaba trabajado con una buena cantidad de ejercicio ya que tenia bien formados sus pectorales combinado con la fuerza de sus brazos, sus manos eran proporcionales a su altura mostrando que las venas marcadas en sus brazos llegaban hasta sus manos al verlo decidí aceptar no quería negarme y perder la oportunidad de conocerlo.