—Quiero más.
—¿A qué te refieres?
—Quiero más de lo que tengo ahora, siento que no es suficiente.
—¿Quieres poder? ¿Para qué?
—Avaricia tal vez, pero quiero proteger a mis hermanas de cualquier cosa, se que hay seres más poderosos que yo y quiero ser capaz de protegerlas de todo.
Seguimos conversando, pero comenzaba a darme hambre y por la inquietud de Alán, él también. Me levanté y fui a la cocina, mire su refrigerador y planeé algo para comer, le pedí a él que fuera a comprar varias cosas, así el tendría su tiempo para alimentarse.
—Bueno en lo que tú vas por esas cosas, yo iniciaré con esto y guardarlo para que esté frío, me encantan los postres fríos.
Lo veo recargarse en la isla de la cocina y sonreírme.
—Me encanta verte así de feliz.
—Bueno, guardemos este momento, por qué no pasa todos los días.
En cuánto Alan se fue y yo me puse hacer el postre, aunque tenía que buscar la manera para que Alan le tome un gran gusto probarlo. Quizás Mia me pueda ayudar.
Y hablando de la Reina de Roma, el timbre personalizado de Mia comenzó a sonar.
—¿Qué pasa mía?
—Vane querida, Lucio está en las profundidades del Inframundo, mi amigo tratará de llegar con el cuánto antes, le dije que era urgente.
—Gracias Mia.
—No es nada amiga, ahora cuéntame ¿Cómo se llama tu amigo? Ese con el que estás.
—Se llama Alan.
—Uuuh ¿El humano es Sexy? ¿O por qué te gusta?
—No es humano.
—¡¿Qué?! ¿Entonces que es?
—Calmate, casi me dejas sorda.
—Voy para allá.
—Hey mia, espérate...
Colgó, dejé mi celular aún lado y seguí haciendo el postre. Sólo pasaron unos minutos cuando sentí que mia había llegado.
—¡Vanessa ya llegué! —grito desde la sala.
—Estoy en la cocina.
—¿Y el Vampirito? —pregunto haciéndome reír.
—Estupida, salió por unas cosas que le pedí, así que tenemos tiempo, haz tus preguntas.
—De acuerdo.
(•••)
Casi una hora después de responder a todas sus preguntas, mia se fue y pocos minutos después llegó Alan con las cosas. Yo ya había terminado el postre y él me ayudó a hacer la comida.
Alan me robaba risas, sonrisa y besos, muchos besos. Me gustaba que me besará, pero eso solo lograba confundirme más de lo que ya estaba.
Después de comer, regresamos a la sala para ver películas, todo en este día había sido demasiado perfecto, había tenido tanta paz y todo mi cuerpo lo sentía, eso estaba provocando que mis ojos se quieran cerrar, pero lo más lindo fue ver qué Alan me acomodaba para poder dormir sobre su hombro.
[•••]
“—Por favor, Despierta —dije viéndolo cerrar sus ojos, él estaba luchando por decirme algo.
—Te amo, jamás lo olvides —dijo cerrando sus ojos definitivamente.
—¡No! ¡Despierta Amor! ¡No me dejes!
Escuchó su risa, su estúpida y maldita risa, él es el causante de todo esto y lo haré pagar por todo.
—¡Estarás Maldita Lilith! ¡Todo esto es tu culpa! ¡Todo tu Reino morirá por tus malas decisiones!
—¡Cállate!
Mi poder fue liberado, yo no lo controlé, no pude hacerlo, todo me estaba sobrepasando, no lo escuché más, mi vista y toda mi atención estaba en Jhon, mi amado Jhon, se que nada de lo que hiciera me lo traería de vuelta.
—¡NO! ¡NO ME DEJES SOLA! Tu no lo hagas.”
[•••]
*Despierta*
Abrí los ojos al escuchar esa voz cerca de mi, me era tan conocida, busqué la fuente de ella por toda la habitación, pero no había nada, estaba completamente sola en la habitación de Alan. ¿Cómo se que es su habitación? Todo aquí tiene su aroma, tome mi celular y vi la hora, eran casi las Diez de la noche, tenía mensajes de James, donde me decía que me estaba cubriendo con mis padres y tenía permiso para dormir en su casa.
Salí de la habitación y baje para buscar a Alan, fui al gimnasio y ahí lo encontré con el saco de boxeo, siendo sincera la imagen que daba es extremadamente sexy, completamente sexy. De acuerdo debo dejar esos pensamientos atrás o de lo contrario mis ojos me delatarian.
—Ya despertaste —dijo acercándose a mi, me da un beso en la frente desconcertandome un poco, pero logró recuperarme rápido.
Mi querido Alan ¿Serás tú el hombre con el que sueño todas las noche? Se que probablemente es una vida pasada, pero el sentimiento sigue ahí como si fuera reciente, según mía esto pasaría, poco a poco iria recordando todas mis vidas pasadas, pero lo que no entendía ¿Yo soy esa Lilith?
—¿Quieres que te lleve a casa o te quedas conmigo?
—Aunque la segunda opción es tentadora, no puedo hacerlo, tengo un presentimiento de de algo hará ese Demonio, por lo que quiero proteger a mis hermanas y también esperar a Lucio.
—De acuerdo, nos quedamos con la opción Uno ¿Quieres que te lleve a casa?
—No te preocupes, yo me voy sola.
Él no estaba del todo convencido, se que probablemente aún no esté muy seguro de mi autocontrol pero haría el intento.
—¿Estás completamente segura?
—Si Alan, muy segura no te preocupes, se cuidarme muy bien sola —digo haciéndolo reír.
—Lo se muy bien, bueno dado el caso que no iré a dejarte, te haré la pregunta aquí ¿Te gustaría salir conmigo Mañana?
Su pregunta me tomo desprevenida, se que nos hemos besado, pero aún no sabía que era lo que pasaba entre nosotros, parece que cada día estoy más confundida. Tengo tantas inseguridades que no me dejan pensar bien.
—¿Me estás invitando a salir? ¿Mañana?
Él se ríe por mi sorpresa, se acerca a mí y me abraza por la cintura.
—Claro que si hermosa.
De acuerdo había muerto, si Alan lo que quería era enamorarme, lo está consiguiendo muy bien, tan bien que está destruyendo esa barrera que yo hice hace mucho, aún así tengo miedo, mucho miedo, esto es algo que jamás había sentido y ese es mi pero miedo.
#23174 en Fantasía
#4996 en Magia
#8940 en Personajes sobrenaturales
demonios y romance, vampiros y demonios, demonios amor y muerte
Editado: 21.07.2025