Ella realmente es rara, ya que, si viniera con Román no se estaría yendo; y menos si ya está a una cuadra de la casa. Y caminando sola a estas horas.
Pero me estoy empezando a cuestionar quién es el loco aquí, quien se va sola a estas horas y caminado o quien persigue a alguien en silencio a una chica que no conoce.
Si bueno... A estas alturas creo que no puedo hablar mucho.
Creo que ni en tan silencio la seguía al parecer.
—No, es solo que... —Empiezo a decir. Pero demonios, ni si quiera sé que decir para no parecer un completo loco.
—Es solo que... ¿Qué? —Dice, ella es muy cortante definitivamente.
Suspiro, ni si quiera sé porque no me salieron las palabras hace unos instantes. Que idiota Eliot. Ya ni sabes hablar con una chica.
Perfecto. Más que perfecto.
—Pues... No se tu nombre —Y en cuanto digo eso ella parece sorprendida.
Y después rueda sus ojos. Si, creo que yo soy el idiota por preguntar eso.
—¿A eso vienes? —Pregunta algo confundida—, ¿A saber mi nombre?
—Pues si... Nada más a eso vengo —Ella abre su boca, pero parece dudar, después empieza a negar con la cabeza, se voltea y vuele a caminar—, ¡Espera!, ¿Cuál es?
Y si definitivamente estoy perdiendo dignidad justo en este momento, y si eso no se ve todas las noches.
Total, nadie más está viéndonos.
—Esto tiene que ser una broma —Murmura mientras se voltea—, ¿Lo es verdad?
—No, ¿Por qué lo seria? —Le preguntó serio.
¿Realmente parece una broma lo que estoy haciendo?
Ella en serio es muy directa. Tal vez debería irme, esto ya no abarca mi conocimiento de ligue. Bueno en primer lugar es lo que quiero. ¿Ligar? No estoy muy seguro de ello para serme honesto. No se si es lo que busco en ella. No lo pensé mucho cuando salí de aquella casa persiguiéndola. Había algo en ella que me había agradado, cosa que no aceptaría en voz alta jamás.
—Si ese soy yo, pero no necesito confírmalo o negarlo si ya lo sabes —Le continuo diciendo seguro de mí mismo, porque en efecto ese soy yo o en todo caso es lo que las personas ven en mi siempre —. Entonces, ¿Cuál es tu nombre? Me gustaría saberlo.
Y esa es la frase más cierta que pude haber pronunciado en esta noche. Quería saberlo. Quiero saberlo.
Ella duda, abre la boca, pero no sale ni una sola palabra de ella. Enarcó una ceja.
Hasta que...
—Idiota —Dice fríamente mientras suspira—. Es Leire.
—Yo soy... —En ese momento recuerdo que ella ya conoce mi nombre—. Que tonto ya sabes quién soy.
Quería que riera un poco ante mi comentario. Pero ni si quiera puedo lograr eso.
—Si ya lo creo, bueno como dije hace rato... —Suspira de nuevo, aunque ahora ese suspiro se escucha a que está resignada—. Me voy.
—¿Te vas sola? —Lo sé una pregunta algo tonta.
—¿Qué crees que estoy haciendo?
—Cierto... —Recuerdo que venía con Román y se lo recuerdo—. ¿No venias con Román?
—¡No me importa mi hermano yo me voy! No soporto seguir en esa casa.
Espera... ¿Acaba de decir que Román es su hermano? Si realmente dijo eso.
Ella me conoce y yo no.
La verdad es que nadie sabía que Román tenía una hermana y menos de una edad similar a la de nosotros, no se parecen en nada, y nunca había visto a una pelirroja en el colegio.
Muy bien sin duda alguna estoy completamente perdido.
Quiero ir detrás de ella, pero Ed está bebiendo de más y la verdad no quiero que termine vomitando.
—Si sigues siguiéndome, tu amigo Eduardo va a seguir tomando y esto no se pondrá nada bien —Vuelve a hablar ella, como si me hubiera leído la mente... Como si yo fuera fácil de leer y comprender—, lo vi tomando demasiado antes de salir.
Suspiro.
No me queda más de otra que ir por Eduardo, esto ya se puso fuera de control, bueno para él. Voy hacia la casa de nuevo, a buscar a Ed, pero no sin antes no pensar en cómo jamás la vi en el instituto. No es como que se te pierda alguna pelirroja de vista.
Me muerdo los labios, por alguna extraña razón hay algo de aquella chica que no me termina de convencer y me agrada por eso mismo, directa... Algo fuera de lo que estoy acostumbrado. No se quien seas realmente, pero algo me dice que sería interesante buscarte.
Editado: 22.09.2020