La apuesta perfecta

Capítulo 12

—¿Y cómo vas con tu enamorada? —Pregunta Eduardo con tono de burla.

Lo volteo a ver mientras me como una paleta de dulce, me la encontré en mochila.

—Pues... Te diré, va a ser muy difícil esto, va a ser lo más difícil que haya podido hacer —Suspiro—. En fin.

—Si, lo he podido notar, mi amigo —Me toma por el hombro con una mano, después me da unas palmadas en este.

—No sé cómo enamorarla, nunca lo he hecho con nadie —Río por eso, porque si, nunca he enamorado a alguien, que yo sepa —, ¿Qué es lo que tengo que hacer?

—Hmm... Tal vez, dale cosas, flores, hazla reír, algo así, yo que se —Ríe de nuevo—, tu eres el que tiene que pensar, y más vale que te apresures, la tienes que enamorar antes del baile de graduación.

—¡Nunca dijiste eso! —Le reclamó.

Aunque tiene lógica, ya que muchos se van. Y tampoco estaría bien alargar tanto las cosas, pero nunca me había puesto a pensar que tanto se puede tardar en enamorar a alguien. Y ahora con una fecha límite, no me ayuda mucho.

—Si bueno, sólo te digo los términos de la apuesta, paso a paso.

Gruño, sé que quedamos en esto, pero odio en la forma en la que la está llevando a cabo, no me queda de otras más que seguir su jueguito.

—¿Pero para que enamorarla? —La verdad no me había preguntado eso, bueno si, pero no lo quería pensar mucho—, porque mmm... no se ¿ilusionarla y romperle el corazón? No llegamos a la tercera etapa, si no a la segunda.

—Todo a su tiempo, te lo voy a seguir contando pasó a paso —Ríe de nuevo—, y vamos Eliot, nadie querrá un corazón roto por aquí, más qué tal vez el tuyo.

Aunque probablemente ella si termine con el corazón roto, porque aunque la enamore no me quedare ahi.

Aunque hay al más que empiezo a entender un poco más esto.

—Así que de todo esto se trata —Comprendo un poco—, ¿Quieres verme como soy yo el que termina enamorado? ¿Y verme sufrir? ¿De eso se trata todo?

Ed solo ríe, eso no me responde nada, puede ser un sí o puede ser un no. Pero si se trata de eso, tengo por seguro que yo no me enamoraré. Eliot jamás, absolutamente jamás se ha enamorado de alguien, y menos lo haré de una chica que rueda tan seguido sus ojos y responde de una manera tan directa a mi persona, eso sí que no; no sé cómo le haré, pero será ella quien se enamore de mí, sin más.

Suspiro. Salimos del vestidor, listos para entrenar.

En cuanto salimos a la cancha, puedo observar como Dafne me ve con malicia, y recuerdo sus últimas palabras en nuestra última conversación. Y siento un escalofrió, nada agradable, recorrer por todo mi cuerpo.

Pero me percato de otra cosa, no cosa si no de una persona, de la pelirroja sentada en las gradas de hasta arriba, muy lejos de mí, pero la puedo reconocer por su gorro del otro día, tiene un cuaderno, parece que está dibujando o algo por el estilo, más al rato me acercare a ella, ya que el entrenador va a empezar dar órdenes.

La semana pasada estaba viendo culos en el entrenamiento, ahora no pude quitar la mirada de Leire, pude observar como mira el papel entre sus manos, a veces con el ceño fruncido, otras veces negaba con la cabeza, y en ocasiones se mordía sus labios. Hasta qué ella voltea hacia conmigo, y puede darse cuenta de que la estoy observando, nuestras miradas se cruzaran por unos instantes, ella simplemente se para y se va. Suspiro, hoy no iba a platicar con ella, un día desperdiciado.

Sin duda no será fácil, en las películas hacen que todo se vea tan fácil, llega un chico guapo (Como yo), ve a una chica... Y a veces es guapa, otras veces no mucho y otras veces ella no encaja, hace unas cuantas cosas por ella y listo ella se enamora por completo, y yo en cambio trato de llamar su atención, y pareciera como si no existiera en su mundo; y no podré seguir siendo el "Gran Eliot" si realmente no logro enamorarla. Y yo quiero conservar ese título.

El entrenamiento pasa volando, y me voy a mi casa, suspiro en cuanto llego.

—Eliot, ¿Y eso que llegas temprano? — Dice mi mamá con una sonrisa dulce, mi madre la mejor de todas.

—Estaba cansando, así que decidí llegara temprano y no entretenerme con nada.

—¿Todo está bien? —¿Por qué no lo estaría?, me pregunté en mi cabeza—, te noto algo tenso.

—Si todo bien, voy a subir a descansar, nos vemos mamá —Ella asiente y se va a la cocina.

Otra de las cualidades de mi mamá es que sabe si me pasa algo o no, y por cómo se fue a la cocina sabe que no estaba bien, y es porque tengo en mi mente la idea estúpida de la Apuesta. Pero sabe bien cuando quiero hablar y cuando no me apetece hacerlo.

No tengo ni la menor idea de cómo tratar de enamorar a una chica en dos meses o menos. Y menos a una chica fría, directa y con una hermosa sonrisa. No puedo sacarla de mi mente.

Mierda, tan difícil va a ser conseguirlo.

Tan difícil será enamorarla de mí, ya que no debo de llevarla a la cama, las chicas no se enamoran de esa manera y eso, bueno, lo tengo por seguro.

¿Como enamorar a Leire Pond sin llevármela a la cama? Será un misterio que tendré que resolver ya.




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