La apuesta perfecta

Capítulo 44

Ella por fin se detiene...

—¿Por qué no me lo contaste? —Me pregunta mientras me acerco a ella, nos encontramos en las canchas de fútbol Soccer —Sabes que te pregunte algo así... Pero lo ocultaste. ¿Que más me has ocultado?

Trago saliva.

—¿Por qué te enojas tanto? —Trato de que no siguiera insistiendo con las preguntas.

—¿Por qué? —Lo dice con ironía—. Porque me mentiste.

—¿Entonces estas enojada porque te bese -Que por cierto tu empezaste- o porque te mentí? —Hago una pausa—. De hecho no te mentí, evite esa respuesta simplemente.

Ella no responde, y sigue caminando por la cancha, en estos momentos está vacía ya que es hora del descanso.

—Leire, ¿Qué quieres que te diga? Ya paso, y lo hecho, hecho esta.

Sigue sin responder.

—¿Cual es tu problema? —Me enojo, no soy de los chicos que les gusta rogar, si se enojó bueno, pero que no haga un drama por todo esto.

Se para y me voltea a ver.

—¿Qué cual es mi problema? —Ríe algo irónica—. Mi problema es que no me contaste, Dafne en estos instantes me odia como nunca, mis padres últimamente me están ignorando y mi hermano esta de sobre protector a más no poder por tu culpa, que mi vida es un asco, ¿Qué cual es mi problema? Me mentiste y estoy explotando. ¡Resulta que ya no puedo confiar en nadie!

—Entonces estas enojada porque te mentí y no porque nos besamos, eso esta bien —Supongo, sonrío.

Sonrío demasiado mejor dicho.

—No, no te confundas claro que estoy enojada porque nos besamos pero no lo recuerdo, simplemente por más que navego en mi cabeza la noche de hace unos días simplemente no lo recuerdo y eso me enoja mas.

—¿Por qué te enojas si solo fueron unos besos?

—Para ti solo fueron unos besos, pero para mi es diferente, se nota que no entiendes a las chicas —Supongo que no, es muy difícil tratar de comprenderlas—. No te importó lo que fuera a pensar yo, te lo guardaste para ti. Y por más irónico que sea, gracias a Dafne se lo que me habías estado ocultando, porque si Valerio, a veces parecías muy nervioso y ahora lo comprendo.

—Créeme no entiendo nada últimamente —Y es cierto. Todo para mí últimamente es muy confuso—. Por más que trato, no entiendo.

—Te lo explicare. A un chico no le importa con quien se besa, pero a una chica si, porque cuando una chica se besa con un chico es porque siente cosas por él , y quiere hacer eso especial —Todo esto lo grita muy enojada—. ¡Porque así son las cosas!

—Entonces... —Empece a decir pero me interrumpe mientras sigue con su explicación.

—Lo que quiero decir es que no quiero empezar a sentir —Niega con su cabeza—. No contigo.

Demasiado tarde, pienso.

Para ambos.

Porque ambos sabíamos lo que estaba sucediendo, aunque tratáramos de ocultarlo, aunque tratáramos de enterrar estos sentimientos, era demasiado tarde.

Ambos sabíamos bien lo que sentíamos, y nos daba miedo decirlo en voz alta.

—¡Claro que tienes miedo! —Esto se lo grito y no tengo ni la menor idea del por que lo hago—. Pero es algo que ambos queremos.

—¡No, no quiero! Ya te lo había dicho. Los chicos llegan, te ilusionan y cuando ya no eres servible para ellos se marchan, entonces es ahí cuando te hieren y pisotean tu corazón —Ella tiene un buen argumento tengo que aceptarlo—. No me quiero empezar a sentir. Y menos por ti.

—Pero solo fue un beso no significo algo —Obviamente no le viva a decir que significó mucho par mi, porque últimamente estoy muy confundido y no se que me pasa—. Pero ambos sabemos lo que está pasando y no quieres aceptarlo Leire.

—Eso piensas tu.

—Vamos, acéptalo. Tú y yo, sabemos y a la vez no, lo que nos está pasando.

—Olvídalo —Se resigna—. No estoy completamente enojada contigo, es más bien conmigo.

Se voltea a verme, no hay rastros de lágrimas, pero aún así, en sus ojos puedo ver enojo y decepción. Pero no se si es por mi, o como ella lo ha comentado hace un momento, o por ella.

—¿Disculpa? —Fue un poco raro debo de aceptar.

—Dafne dijo que tú me besaste, pero tú acabas de decir que fui yo... Me enoje más por eso —Susurra—. Ambos sabemos lo que está pasando, y quiero evitarlo. No quiero sentir y menos por ti.

Y en ese momento entiendo todo, esta furiosa porque no quiere sentir, pero ella sabe que esta empezando a sentir algo, por eso esta furiosa.

—Eso significa que tu...

—Olvídalo, simplemente olvídalo.

Y con esto sale corriendo de nuevo al instituto y yo me quedo parado en medio de la cancha de fútbol.
Sentimientos... U hormonas. No se que es lo que me pasa, o tal vez son las dos cosas juntas. 

Puedo ver su cabello rojizo volando, ella me está volviendo loco, esto se trataba de una apuesta, simplemente la tenía que enamorar, pero ahora... No se cual es mi problema no se porque siento un maldito cosquilleo cada vez que estamos juntos, no se porque me gusta ver mucho sus ojos, me gusta cuando habla... Es solo que simplemente, no puede ser... No me puede gustar... Es una grandiosa chica pero... A mi no me gusta nadie, nunca nadie me gusta, yo vivo en la diversión... Pero no puedo sacarme de la mente a Leire, y ahora está enojada conmigo y no se que hacer.




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